Me desperté al día siguiente un poco más tarde que el resto de días, esta vez Ken no vino a despertarme, me resultó extraño.
Bajé a desayunar, pero él ya había terminado, sin mi; ni siquiera había esperado a que bajase a desayunar.
Desde el beso, él estaba actuando muy raro, apenas me hablaba, no me miraba, era como si ya no me conociera, como si hubiéramos vuelto a empezar de cero, ¿acaso había hecho yo algo mal?
Volví a mi habitación. Era Martes y hoy tocaba kayac y, genial, olvidé la crema solar en España. Fui a buscar a Ken para preguntarle si tenía crema solar, vaya, ¿quién no tiene crema solar en su casa, no? Pero me respondió que no tenía, mentira.
A los 5 minutos, pasé por enfrente del lavabo y allí estaba él, poniéndose crema solar en su delgado rostro, la misma crema solar que yo, le había pedido hace unos pocos minutos y la misma que me había dicho que no tenía. ¿Este tío no me entiende o que?
De verdad que no entendía porqué me había mentido, ni porque estaba tan borde conmigo; no entendía nada de nada y eso me ponía de los nervios.
Cuándo acabamos de prepararnos. Entramos en el coche de sus padre dirección a su instituto.
El viaje no solo fue incómodo, sino que además había tensión en el ambiente, era horrible.
Una vez llegamos a su instituto él se fue directamente con sus amigos, sin decirme ni que hacer, ni nada. Me dejo solo, mientras todos los demás estaban con sus correspondants, el mio me había dejado solo. Pero no pasó mucho rato hasta que franceses y españoles se dividieron.
Y fue entonces cuando me fui con mis amigos españoles y esperamos a que viniera el bus para dirigirnos a la playa.
Había algo que no paraba de retumbar en mi cabeza, y era la frase de "No le debería haber dado aquel beso..." Y realmente,
no debería habérselo dado.
~AniiAL22~
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Kector
RomanceUna verdadera historia de amor que sobrepasa las fronteras y el idioma. Y sobretodo la intensidad de amar entre hombres.