Demigods Online {Solangelo AU}

9. Quitarse la ropa

—Hola.—Saludó Will Solace con una sonrisa en los labios. De verdad ¿Ese chico siempre estaba sonriendo?

—Hola.

Nico estaba nerviosísimo. Ese chico de verdad era perfecto, de lejos y de cerca. ¿Es que acaso quería matarlo?

—Te ves muy bien.

¿Que él se veía bien? Pero si Will Solace vestido de pirata era lo más ardiente que podía existir sobre la Tierra. Un deleite para los ojos. Una bendición para su persona.

Verlo en shorts era hermoso, pero esto...

—¿Me veo bien?—Fue lo que salió de la boca de Nico. Aunque podría haberle dicho otra cosa, y se alegró por no haber soltado frases que le hicieran quedar como un pervertido.

—Si, el blanco te queda bien.

—Gracias...

¿No había tartamudeado? Increíble.

La verdad es que sentía que aquello le quedaba horrible, que estaba llamando la atención y que debería salir corriendo antes de hacer el ridículo.

—Fue Lou Ellen ¿Verdad?—Preguntó el chico para romper ese silencio que comenzaba a crecer entre ellos.

Silencio en una fiesta, Nico nunca lo hubiese imaginado. Aunque todo era producto de su mente, la música estaba cada vez más alta.

—Si. Hicimos un trato.

Trató de no sonrojarse. Maldita Lou Ellen, debería haberle alquilado un traje de zorra.

—Bueno. Debo agradecerle, entonces.

¿Will debía agradecerle a ella por qué? ¿Por elegir un traje ridículo para Nico?

El silencio se instaló entre ellos. Era un buen momento para correr. Pero la sonrisa del rubio le detuvo.

—¿Quieres bailar o algo así?

—¿Yo? Soy un asco, y probablemente mate a alguien si bailo con estas cosas.—Dijo refiriéndose a las gigantescas alas de su espalda.

—Oh. Bueno ¿Prefieres beber algo?

—Lo siento. No bebo.

—No, no, yo tampoco. Pero toda casa tiene agua ¿No? Percy tampoco bebe.

—No, pero no tengo mucha sed...

Otro silencio, esta vez más incómodo que el anterior. Y Nico se dio cuenta de que tal vez debería haber dicho que si, y tal vez debería haber pensado en Will, que seguramente tenía sed.

—Pero si quieres, puedo acompañarte.

—No, no. No tienes que hacerlo, ni siquiera tengo tanta sed.

—Está bien.

Odiaba los silencios incómodos. Tenía que decir algo o Will se iría lejos de él. Ni siquiera entendía cómo podía estar hablando con él.

—¿Estás seguro de que no quieres bailar? Podrías sacarte las alas.

...

¿Era tan estúpido? ¿Estaba rechazando bailar con Will, el chico que le gustaba? ¡Eso no pasaba todos los días!

Se mentalizó, respiró profundamente. No todos los días tenías la oportunidad de bailar con un chico así de guapo.

—Claro.—Dijo con un sonrojo en el rostro. Se llevó las manos a la espalda y trató de quitarse las alas, pero era inútil.

—¿Quieres que te ayude?—Le preguntó el muy dulce rubio al darse cuenta de la situación. Aquello volvió a invocar el sonrojo a la cara de di Angelo, ahora más intenso. Odiaba cuando su cara ardía.

—Por favor.

Will se movió un poco, pero era imposible en un espacio tan reducido. Suspiró.

—Vamos a un lugar en donde pueda quitarte esas alas tranquilamente. Aquí hay demasiadas personas.

Decidieron ir al piso de arriba, en el que estaba prohibido subir, pero Nico no tenía restricciones en la casa de su primo. Incluso tenía una habitación ahí.

Estaban por subir las escaleras, entonces Will inició una nueva conversación.

—¿Conoces el juego del que todo el mundo habla?

Nico se detuvo un segundo...

Al fin estaban llegando a ese momento, la charla que había estado esperando. ¿Por qué tenía tanto miedo?

Es que... ¿Y si Will Solace no era MrSunshine?

No. Tenía esperanzas. Se lo debía preguntar. ¡Tenía que ser él!

Estaban en la escalera, Will detrás de él, cuando se giró para hacerle la pregunta.

—¿Tú eres...?

Y entonces una de sus alas, enorme y de plástico, golpeó a Will Solace en la cara, lo que provocó que perdiera el equilibrio e inevitablemente cayera de la escalera.

—¡Will!