Demigods Online {Solangelo AU}

8. Eres un ángel

Su padre lo miraba de arriba a abajo. No se podía imaginar qué podría estar pensando con Nico vestido de esa forma.

Bueno, su madrastra estaba boquiabierta.

—Nico ¿Estás seguro de que quieres ir así?

Se encogió de hombros:—Hice un trato.

...

Entró a su habitación al recordar que le faltaba el accesorio final.

Se lo colocó y volteó a ver a su madrastra.

—¿Estás seguro de que vas a ir a esa fiesta vestido así?

—Si.—Suspiró.—Cuanto más ridículo es el disfraz, a más gente le interesas. Ya sabes, voy a hacer amigos.

—Y a conquistar a algún chico.

—Y a conquistar... ¿Qué?—Abrió los ojos como platos. ¡Ella lo sabía!

—Vamos. No nací ayer, me doy cuenta de las cosas.

—¡No, no, no! ¡Te equivocas!

—Claro, que tengas un póster de Brad Pitt en el interior de tu armario no significa nada.

—Ehhh... es que es un gran actor. También tengo posters de bandas en la pared, eso no significa nada.

—Las revistas abajo de tu cama si me lo confirman.

—S-son investigaciones... ¡escolares!

—Dudo que te hagan estudiar porno gay. Mira, no te estoy juzgando, tu padre tampoco lo va a hacer.

Y así, con la cara roja, se despidió de su familia y fue a la fiesta.

...

Frank los había llevado. Hazel y él se habían vestido de animales, Hazel era un caballo y Frank un oso.

Salieron del auto y caminaron de la mano.

Mientras Nico seguía en éste. Estaba temeroso de ser la burla de la fiesta, pero tomando en cuenta de que Percy estaba vestido de Acuaman y Jason de Superman, decidió salir.

Todos se le quedaron mirando, obviamente. Estaban acostumbrados a ver a Nico di Angelo vestido de negro, tal vez esperaban verlo de vampiro, si es que pensaban que iría.

Pero nadie se esperaría aquello.

Estaba todo vestido de blanco. Toda la ropa se amoldaba a su cuerpo delgado como una segunda piel, marcando las zonas que ni en un millón de años dejaría que se marquen. O eso pensaba hasta ese momento, pues estaba llevando aquello que le contradecía.

—¿Ese es di Angelo?

Se preguntaban todos al verlo pasar. Es que era irreconocible.

Una corona de flores blancas de plástico adornaba su cabeza, y para concluir, unas alas blancas de ángel decoraban su espalda.

Tenía brillo blanquecino bajo sus ojos y se veía más pálido de lo normal. Pero también lucía hermoso y todos lo podían apreciar.

Sus primos se quedaron viéndolo sin poder creerlo. ¿Qué le había pasado a su primito?

—¿Nico? ¡Estás vestido de ángel!—Exclamó Percy asombrado.