Bueno, sí le hacía falta preguntar la dirección, nunca había ido a la casa de Will. Pero debía preguntarle a Lou Ellen de camino, para no perder más tiempo.
Y la puerta estaba frente a él de un minuto a otro.
No recordaba el momento en el que la tocó. Ni el momento en el que se abrió. Pero ahí estaba.
Will Solace con el ojo hinchado y algo rojo, pero no mucho peor, por suerte.
—Vaya, vaya. El mismísimo Nico di Angelo en persona.
—¿Hace cuanto lo sabes, Will?
—¿Recuerdas cuando me prestaste el bolígrafo?
—Si.
—Recordé tu voz. Era imposible olvidarla.
—Pero si casi no hablé nada.
—Bueno, te he escuchado. Le pedí a Lou Ellen que me mantuviese informado.
—Eres la mente detrás del acoso ¿eh?
—Yo diría, más bien, que soy una persona muy preocupada. Quería saber si eras tú.
El corazón de Nico se infló y explotó de ternura.
—Yo también te he estado buscando.
La cara de Will, tan perfecta y brillante, estaba adornada por una sonrisa. Ambos estaban más que felices por al fin encontrarse, verdaderamente.
Pero Nico recordó algo.
—Te empujé por las escaleras...
—Ah, si, eso. Estoy bien, sólo me golpeaste el ojo con el ala, ni siquiera me dolió la caída.
—Will ¡Fue por una escalera! Además tienes el ojo hinchado. ¿Estás seguro que no te duele?
El rubio se acercó peligrosamente a Nico. Su cara en primer plano. Oh, dioses.
—¿Y a ti?
—¿Qué? —Preguntó desconcertado.
—¿Te dolió cuando te caíste del cielo, mi ángel?
—Cállate.—Murmuró Nico con la cara roja, tratando de alejar a Will, aunque lo quería más cerca. Sobretodo cuando oía esa hermosa risa que le provocaba electricidad.
—Te veías muy bien en la fiesta, de verdad.
—Tu tampoco te veías mal, Solace.
—¿Solo eso? Estaba seguro de que era el más guapo de toda la fiesta. Bueno, sin contarte a ti.—Lo era. Obviamente lo era. En la fiesta, en la vida, online. Will seguramente era el chico más guapo que Nico había visto.
—¿Tienes un libro de frases para ligar?
—¿Por qué? ¿Funcionan?
—Si. Quiero aprenderme algunas, me gustaría conquistar a un chico.
—¿A quién? ¿Lo conozco?
—Podría ser.
La sonrisa de ambos se expandió, si es que era posible que Will sonriera más que eso. Nico por primera vez no sintió dolor al hacer aquella acción. Jodido Will Solace.
—¿MrSunshine?
—Sip.
Will negó con la cabeza, falsamente decepcionado.
—Ese tipo es un idiota. Se pasa horas de su vida detrás de una pantalla. Es un bueno para nada.
—He oído que va por el nivel 57.
—¿Ves? Un bueno para nada. Pero tienes suerte, no tendrás que esforzarte nada.
—¿Por qué?
—Porque está loco por ti desde hace tiempo.
Rió. Will Solace también le traía loco. Oh, osea, MrSunshine...
—Bien, puedes decirle que me gusta mucho, que lo espero en Demigods Online y que me muero por besarle.
¿Eso había salido de su boca? Nico no era esa clase de... Comunicador. Pero, si ese chico estaba loco por él y era mutuo, pues... ¿Por qué no? Will Solace no parecía el tipo de chico que se avergonzara de ese tipo de comentarios.
—Yo le paso tu mensaje.—Dijo un segundo antes de tomar los brazos de Nico, ponerlos alrededor de su cuello y atraerlo a sí para plantarle un beso.
Bien, su padre se asomó para ver por qué su hijo estaba tanto tiempo en la puerta, pero retrocedió cuando admiró la escena. Y a Will claramente no le importaba.
Es más, hasta le gustaba que todos supieran que ese ángel estaba besándolo.
Sorpresivamente a Nico tampoco le molestó. Se sentía libre.
Nunca había besado a alguien, y no se había preocupado por eso, no hasta que descubrió las ganas que tenía de besar a Will. Y se estaba descargando, trataba de hacerlo lo mejor posible para no decepcionar al rubio.
—No eres tan malo.
—Que tierno que eres, Solace.—Se separaron, pero la mano de Will sostuvo la de Nico por un tiempo más, provocando las tan conocidas mariposas.
—¿Quieres pasar?
—¿A tu casa? ¿Con tu familia? ¿Estás loco? ¡Te empujé por las escaleras!
—Les dije que me caí.
—Pero Will, está tu familia. Me da vergüenza.
—No es como si no me hubiesen escuchado hablar de ti.
—¿Haces eso? Con menos razón.
—Vamos, será divertido.—Besó su mejilla dulcemente, provocando que Nico se estremeciera. —Podríamos ir a mi habitación y...—Susurró en su oído:—Planear estrategias de batalla.
Nico tomó la cara de Will y lo besó otra vez, aún con un poco de pánico al verse actuar de esa forma tan liberal.
—Está bien.
Entraron a la casa de Will, éste completamente consciente de que su padre, madre y hermanos estaban espiándolos.
—Hay algo que quiero preguntarte.—Dijo Nico.
Will se puso nervioso automáticamente.
—¿Qué pasa?
—¿Te gustaría... estar conmigo en el evento especial del próximo viernes?
La cara de Will se iluminó de un segundo a otro, quitándose el nerviosismo.
—¡Me encantaría!
Fin.
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Demigods Online {Solangelo AU}
أدب الهواةDesde la batalla contra un gigante, en el nivel trece, Nico ha estado hablando con ese tal "MrSunshine" por el chat privado de su juego favorito, Demigods Online. No puede dejar de preguntarse... ¿Quién es ese chico? ¿Lo conoce en la vida real? ¿Po...