Susan tomó de la mano al Capitán e intentó levantarlo del banco, pero sus esfuerzos nunca habían parecido tan inútiles.
-¿Qué te cuesta hacer el esfuerzo?- Le dijo Susan al Cap luego de cansarse de alar.
-Oh, lo intento, en serio, solo dame un par de horas y me levanto a bailar contigo- Dijo él tomando otro trago.
-Si sigues bebiendo así, en un par de horas nos echarán del bar porque de seguro pelearás y llegarán chicos con bates y te golpearán y...
-Wow- Interrumpió el Capitán- En serio ustedes los americanos están locos. Oye, en un par de horas estaré tan borracho que no tendré pena de bailar bien o mal, y allí me enseñas, ¿Está bien?
-¡No! ¡No está bien! Te quiero cuerdo para cuando bailemos.
-Cuerdo no te besaría preciosa.
-Exactamente muñeco. - Él sonrió de lado.
-De acuerdo, vamos.
Se dirigieron a la pista de baile. Estaba sonando una balada rock ochentera, pero Susan fue a hablar con la banda. De inmediato, comenzaron a tocar merengue. El Capitán se quedó observándola con desaprobación.
-Vaya, pensé que me enseñarías a bailar Hip Hop o algo así, pero eres más aburrida de lo que creía- Dijo el Cap con los brazos cruzados.
-El merengue es genial te guste o no- Respondió Susan soltándole los brazos y tomando sus manos- Mira como todos a tu alrededor bailan. Es el género musical más básico que hay, no puede ser que no sepas bailar ni esto.
-Bailo tap, eso si es genial- Respondió él. Ella rió.
-Tu no debes bailar ni "El pollito con una pata".
-¿El qué?
-Olvidalo- Dijo ella sonriendo- Relajate. Es como tener sexo.
-Oh, es algo así entonces- Dijo el Capitán tomándola de la cintura y acercándola a ella hacia él, mientras con la otra rozaba su labio inferior. Ella cerró los ojos un momento.
-¡No! No es así- Dije ella de repente separando sus cuerpos- Ven, toma mis manos.
-¿Sueles ser tan cortante siempre?- Respondió él tomando sus manos.
-A Eduardo lo hubiese dejado que me diera fuerte contra ese muro de allá, pero no eres él- Dijo ella orgullosa.
-¿Y quién es Eduardo?
-Mi prometido, Sr. Tetocope Rono Temojo- Respondió ella burlona. Él frunció el ceño.
-Al grano, antes de que me hagas estresar más.
-Bien, comienza dando pasos estáticos. Como si fuese una marcha. No tiene ciencia.- Dijo ella dando el ejemplo, y el Capitán, siendo ex militar, la seguía al mismo ritmo.- ¡Muy bien! Ahora, suelta las cadera, e inclina tu cadera hacia la pierna que esté soportando tu peso- Dijo ella de nuevo dando ejemplo, pero esta vez él no la seguía. Ella comenzó a reír.
-¿De qué te ríes?- Preguntó él sin dejar de intentar moverse.
-He visto postes de luz camino hacia acá que se mueven mejor que tú- Dijo ella riendo.
-Esto no es lo mío- Dijo él deteniéndose mientras sonreía.
-Oh vamos, sigue intentando.- Le suplicó Susan.
-La gente nos mira raro- Dijo él bajando el rostro.
-¿Y qué? No bajes la cabeza, ¿Dónde está el Capitán que sonríe con la frente en alto mientras huele a mierda?
-La diferencia es que me veo genial caminando mientras huelo a mierda- Replicó el Capitán- Pero así me veo realmente ridículo.
-Te ves igual que todos los días. Vamos, inténtalo de nuevo.
-Está bien- Dijo él gruñendo. Ella sonrió. Tardaron casi 20 minutos, pero al parecer el Capitán iba tomando el ritmo. Las canciones pasaban, pero el ritmo era el mismo, y poco a poco el Cap mejoraba.
-Bien, vamos progresando- Dijo Susan aplaudiendo mientras reía viéndolo bailar.- Ahora vamos con Salsa. Iré a hablar con la banda.
-Suficiente por hoy. Me quedo con mi salsa boloñesa.- Dijo el Capitán yendo a sentarse. Susan sonrió y lo siguió. De repente, el Capitán tropezó con el hombro a un sujeto bastante corpulento y alto.- Lo siento- Dijo el Capitán dándose la vuelta, sin constarse de a quién le pedía disculpas.
-Vaya vaya. Pero miren lo que la virgen trajo hasta acá. Si es el mismísimo Capitán en persona- Dijo el hombre en italiano colocándose en pie. Era calvo y con una enorme barba. Estaba vestido semi-formal, y se le podían apreciar tatuajes en su cuello.
-No quiero problemas hoy Frank. Estoy con una amiga- Dijo el Capitán firme y colocando a Susan tras él. Ella no entendía lo que sucedía.
-¿De qué problemas hablas? Relájate. Solo preséntame a tu amiguita.- Dijo Frank mirando a Susan.
-No creo que ni a ella, ni a tu esposa le gustaría que se conocieran, así que mejor paso- Dijo el Capitán. La sonrisa de Frank se borró, y lo tomó por el cuello.
-Mira infeliz, tú volviste mierda tu vida, pero ni se te ocurra hacer lo mismo con la mía contándole a mi esposa- Dijo Frank enojado.
-No creo poderla empeorar más de lo que ya está si estás aquí bebiendo solo porque de seguro te echaron de tu casa de nuevo- Respondió el Capitán tratando respirar.
-¡Hasta aquí!- Exclamó Frank.
Entre cuatro sujetos tomaron al Capitán, Frank frente a él, colocándose su puño de acero para golpearlo. El resto, es borroso.
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La Reina y el Capitán (Nueva Versión)
AléatoireSusan Janett es una mujer muy atareada. Ya con 26 años, a pesar de vivir felizmente comprometida, es complicado mantener una relación con tanto trabajo. Sin embargo, le va a tocar más, pero algo mucho mayor: Viajar a Italia. Allá deberá aprender muc...