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Cada día que pasaba, los celos eran peores. Alex había jurado, que Charles sentía cosas por ti. Pero desde que Moira volvió a tocar el instituto, las cosas cambiaron. El cambio.
—Tranquilízate ____, fueron buenos amigos, hace mucho que no se ven—Alex acaricio tu espalda. Negaste lentamente.
—Wow Alex. ¿Que crees que estarán haciendo esos dos ahorita en la oficina?—Tapaste tu cara con ambas manos—¿Platicando?, no lo creo—Te levantaste de su cama. Alex solo negó aun con una pequeña sonrisa en sus labios.
—Hay más chicos, te lo recuerdo— Lo miraste incrédulamente. Alex solo puso su cara de cachorrito.
—Mira quien me lo dice—Lo señalaste—El mismo que me metió en esto—Diste media vuelta, azotando su puerta. Varios chicos que pasaban por allí, te miraron como una loca.
Durante el pequeño tramo que separaba tu habitación de la de Alex. El irritante de Erik hizo su sorpresiva aparición.
—¿A dónde tan enojada niña?—Te tomo del brazo evitando que huyeras. Por un momento, soltarle un golpe fue buena idea. Pero conocías a Erik.
—Déjame en paz—Intentaste sacarte de su agarre, en respuesta, Erik lo apretó más fuerte.
—Algo te pasa ____, todos escuchamos como querías destruir la puerta de Summers—Una pequeña risa escapo de sus labios.
—No te puedo decir la razón—Te encogiste de hombros. Erik dio una rápida mirada por todo el pasillo, checando que no hubiera chicos demasiada cerca, como para escuchar.
—Acaso es por...—Se acercó lentamente hasta tu oído— ¿Por qué Charles prefirió a otra?—Instantáneamente, tu cuerpo empezó a lanzar pequeñas llamaradas. Erik se alejó un poco para poder observarte. Una sonrisa burlona apareció en sus labios.—Aquí no—Jalo de tu brazo hasta el interior de tu habitación.
—Sal de aquí ahora Erik—El negó. Soltó el agarre en tu brazo y se dejó caer al frente de la puerta. Quedando totalmente sentado.—Puedo salir por la ventana—Señalaste la ventana cubierta por las cortinas.
—Inténtalo—Sonrió—No creo que ha Charles le afecte tu muerte—Frunció el labio al decir aquello.
—¿Puedes dejarme salir Erik?—Volvió a negar. Su vista estaba totalmente perdida.
—¿Por qué el?—Lo observaste. ¿A qué se refería?, pensaste.—¿Porque todas se fijan en lo perfecto y fascinante que llega a ser Charles?—Murmura. Pareciera como si solo lo hubiera dicho para él.
—No estoy para ese tipo de cosas Erik, sal de mi habitación. A ti no te incumbe de quien este enamorada. A donde fui a buscar amor y me dejaron tirada—Te dejaste caer en la cama. Tus ojos al instante se aguadaron. ¿Por qué tenía que ser así?.
—Lo siento—Susurra Erik— Pero buscaste en el lugar incorrecto— Te levantaste para poder verlo. Sus ojos estaban contemplándote de una manera indescifrable.—Fuiste a buscar el amor con el hombre incorrecto, teniendo al correcto frente de ti—Se levantó del piso. Sus ojos seguían en ti. Un sinfín de sentimientos se arremolinaron en tu estomago.—Al final del día, siempre gana el—Salió de la habitación.
—Erik—Lo llamaste. Pero tan solo había sido un pequeño susurro por tu parte.
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