¿Dónde Está Mi Papi?©

Capítulo 12: Culpable.

Ha pasado una semana y no he sabido nada de Landon, aunque en la nota le dejé claro que no se podía volver a repetir aquello, pensé que en cuanto se despertara y viera la nota lo iba a tener en la puerta de mi casa, muy enojado. Sin embargo han pasado siete días y no ha dado señales de vida. Tampoco ha pasado por la casa a ver a Luc, está bien si me quería evitar, pero Luc lo considera un amigo y además Landon sabe que trabajo, podía simplemente venir e irse antes de que yo llegara a casa.

Creo que me estoy volviendo loca, lo quiero lejos, pero a la vez cerca, le quiero decir la verdad, pero siempre termino mintiendo.

A Simon lo he estado ignorando, no quiero ni puedo verlo, no sé cómo mirarlo a la cara después de haber salido corriendo cuando me besó. Además de haberme acostado con Landon esa misma noche.

Con Mia tampoco he hablado, ella está enojada conmigo y tiene derecho porque le miento a su hermano y su sobrino. Mi mamá me preguntó por qué no llegué a casa, le dije que me quedé en casa de Mia, que estuvimos hablando sobre Landon y Luc.

No sé por qué soy tan mentirosa, sé que en algún momento todos se darán cuenta de que soy mala, miento a todos y en todo. Dejaran de hablarme, incluso Luc. Mi pequeñín, mi propio hijo.

Me quedaré sola.

Sola.

Por mi culpa.

―Mami, ¿Tas penshando? ―Me preguntó Luc, sentándose a mi lado en el sofá. Estoy en casa viendo caricaturas con mi hijo. Tener a un niño pequeño al lado es la excusa perfecta para ver caricatura sin que te tachen de infantil.

―Sí, cariño. ―Sonreí.

― ¿Pienshas en unicolnios? ―Me preguntó. ―Las niñas piensan en eso. ―Dijo.

― ¿Quién te dijo eso? ―Pregunté.

―La agüela. ―Dijo, reí. Claro que tendría que haber sido ella. Cuando yo era pequeña ella me decía que los niños siempre pensaban en cochecitos y figuras de acción, y que odiaban besar a las niñas.

Después de un rato en silencio, Luc preguntó:

― ¿Mami por qué el gluñón ya no viene acá?

―No sé, cariño. Tal vez está ocupado trabajando. ―Dije lo primero que se me ocurrió.

―Igual que mi papá. ―Dijo triste. ―Cuando yo sea glande no voy a tlabaja, pala podel tenel tiempo lible. ―Dijo y luego miró la tele.

Soy la peor madre del mundo.

•••

Cuando estaba a punto de irme a dormir, mi celular sonó. Tenía un mensaje nuevo de un número desconocido. Raro.

Abrí el mensaje y me sentí morir.

Decía:

Tienes un hijo y su padre no lo sabe, ¿qué pasaría si alguien le dijera a Landon que es padre?

¡Dios! No puede ser, pero quién sabe la verdad.

¿Quién me envió este mensaje?

No pudo haber sido Mia, no, ella puede estar muy enojada, pero no haría esto.

Todo me pasa por mentir, si no hubiera mentido, ahora no hubiera una persona amenazándome con contar la verdad. Todo lo hago mal, me odio a mí misma.

Soy lo peor.

He hecho de mi vida un maldito juego, una falsedad, un engaño.

Mi hijo sufre por no tener un padre, yo soy la culpable.

Landon me odiara con toda razón, yo soy la culpable.

Estoy perdiendo a mi mejor amiga por mi culpa, yo soy la culpable.

Mi madre, aunque no diga nada, está decepcionada de mí, yo soy la culpable.

Mi padre cuando se entere, no me va a reconocer, dirá que no me crió así, mintiendo. Y de eso...

Yo, también, soy la culpable.