¿Dónde Está Mi Papi?©

Capítulo 25: Te gusto.

¿Quién eres? le escribí.

Por como estaba tomada la foto, a ambos de lejos, no la tomo Alice, fue una tercera persona, pero eso no quita que Alice le haya pagado a alguien para hacerlo.

Alguien que quiere que te quites la venda de los ojos.

Me contestó, no estaba yo como para ponerme a discutir con alguien, así que no contesté y bloquee el número.

Total, no debería importarme lo que Landon haga con su vida.

Decidí darme una ducha para por fin acostarme y en ese momento sonó la puerta. Bonita hora para visitas.

Me encaminé hasta ella, observe por la mirilla para ver quién era y como no, tenía que ser Landon.

No puedo tener un momento de paz.

Abrí.

Nos miramos en silencio.

—Hola— fue el primero en hablar. — ¿puedo pasar?

—Ya me iba a dormir. —contesté.

—Solo será un momento, quería ver a Luc pero se me hizo imposible venir más temprano.

— ¿Por qué? ¿se te fue el tiempo con tu ex? —solté como si nada.

— ¿Qué? —me miró sorprendido.

— Ay por favor, quita esa cara, sé muy bien que te ves con ella.

— Te dije que no pensaras cosas que no son.

— No me mientas. —le dije y automáticamente tome mi teléfono, busque la foto y se la mostré. se tensó notablemente, miraba la foto y me miraba a mí. —ahora no dices nada. —estaba molesta.

— Te lo puedo explicar, créeme que nada es lo que parece. —dice y parece irritado.

— No vengas con el cuento de ¨nada es lo que parece¨, te estas besando con tu ex en la foto y eso es todo. Tampoco es que debas darme algún tipo de explicación. —dije, bastante calmada para como me sentía en verdad. —Buenas noches. —intenté cerrar la puerta, pero no me lo permitió.

— Si, quizás tienes razón y no tengo porque darte ninguna explicación, pero quiero hacerlo porque no tengo nada con Alice, todo se trata de un mal entendido. —dijo, me miró esperando algo de mi parte, pero me mantuve en silencio. —A mí la que me interesa eres tú. —agregó en voz baja.

Quisiera decir que escuchar eso no me afectó, pero si lo hizo y mucho. Debía decir algo, pero no estaba segura de poder mantener mi voz serena.

—Layla, solo escúchame y ya después me iré.

—Okey. —me hice a un lado para que él pudiera pasar.

Caminamos hasta la sala y nos sentamos en el sofá.

—Y bien... —lo miré esperando a que hablara.

—Alice me ha estado llamando desde hace unas semanas, quería que nos viéramos para hablar. —empezó a decir.

— Y terminaron besándose. ¡Qué lindo!—dije irónica.

— Déjame hablar y haz silencio. —me miró serio, puse los ojos en blanco. —bien, ella me insistió bastante para vernos y terminé aceptando, quedamos en esa cafetería.

>>Empezó a decirme que me extrañaba, que quería que lo volviéramos a intentar, que no podía estar sin mí, que yo era el amor de su vida y que ella se equivocó al engañarme.

— ¿le creíste? —pregunté, pero en el fondo no quería saber la respuesta.

— No, le explique que si ella quería que la perdonara, yo lo haría sin problemas, pero que no volvería con ella.