Llegué a mi casa a eso de las doce y cincuenta, entré sin hacer ruido. Todos estaban dormidos.
Cuando entré a mi habitación vi a Luc durmiendo en mi cama, me acerqué a él y vi que abrazaba un papel, lo tomé.
Era un dibujo en el que estábamos él y yo, pero también había otro muñeco dibujado. Era un hombre, pero no tenía el rostro dibujado, sólo el cuerpo. Debajo del dibujo había una letra, era obvio que mi mamá lo ayudó a escribirla, decía: Mamá, Papá y yo. Eso me hizo sentir mal, mi hijo no era completamente feliz porque no tenía a su padre consigo. Yo le estaba privando de tener un padre.
Me sentía la peor madre del mundo.
Después de quedarme como una hora viéndolo dormir decidí darme un baño, ponerme mi pijama e intentar dormir.
Dos semanas después.
Llevaba dos semanas trabajando en el restaurante, Alice dijo que yo los había atendido muy bien y me dieron el trabajo, en estas dos semanas he hablado poco con Luc, pero sé que él está bien. Mi mamá me dijo que se la pasa todo el día jugando y viendo televisión, pero que aún así me necesita a mí, su madre.
─Layla, te puedes ir ya. ─Me dijo Karla.
─ ¿Qué? ─Dije. ─Sólo son las seis de la tarde. ─Añadí.
─Hoy te puedes ir temprano. ─Me dijo.
─Gracias. ─Le sonreí.
Me quité mi uniforme, me puse mi ropa y salí del restaurante. Pasé por una tienda y le compré una mochila y cuadernos del hombre araña a Luc. Ya que en dos días, el lunes, empezará la escuela.
Al llegar a casa, escuché risas que venían de la sala, al llegar allí. Me quedé paralizada. Luc y Landon estaban jugando en el sofá. Landon le hacía cosquillas a mi hijo. Aún no habían notado mi presencia, pero cuando lo hicieron dejaron de reír.
─Hola. ─Saludé. Entonces pasó algo muy extraño. Luc me miró y luego subió las escaleras hacia su habitación. No me habló, ni me saludó.
─No te sorprendas. ─Me dijo Landon al ver mi cara.
─ ¿Qué pasó? ─Pregunté sin entender.
─Pasa que Damián se siente sólo y cree que su mamá no lo quiere. Vine hoy a visitarlo a él y a ti, pero me encontré con la noticia de que tu ahora trabajas y casi no pasas tiempo con tu hijo. ─Me dijo molesto.
─Tú no eres nadie para hablarme así. ─Le dije.
─Si, tienes razón. El que debería estar aquí reclamándote porque no le prestas atención a tu hijo es su padre, pero ¿Dónde está? Ah, cierto que cuando supo del embarazo los abandonó, de la misma forma que tu estas abandonando a Damián por el trabajo. ─Automáticamente alcé mi mano y le pegué.
Landon me miró con desprecio, con desconfianza, como si no me conociera.
─Vete de mi casa. ─Susurré.
─La verdad duele. ─Dijo seco. ─No sé quién eres ahora, pero sé que no eres la misma chica que se fue hace tres años. ─Dijo por último y se fue.
Duelen, sus palabras duelen.
Inmediatamente después de que Landon saliera de la casa, reaccioné y corrí a buscar a mi hijo. Cuando llegué a su habitación la puerta estaba entreabierta, iba a entrar cuando escuché la voz de Luc.
— ¿Mi mami ya no me quiele? —Preguntó.
—Claro que si te quiere, pequeño. —Respondió mi madre. —Lo que pasa es que está trabajando mucho, pero ella te ama.
—Ella no me quiele, ahora me quede chin papi y chin mami, yo. —Una lágrima se deslizó por mi cara, la retiré y luego di dos pasos adentrándome en la habitación. Cuando Luc me vio se tapó la cara con su almohada. —Dile que she vaya. —Le dijo a mi mamá, ella me miró. Yo negué con la cabeza. Ella entendió que yo quería hablar con mi hijo, así que en silencio salió.
Me acerqué a la cama, puse las cosas que le había comprado a Luc a un lado y le quité la almohada de la cara. Él estaba llorando.
—Vete. —Murmuró tratando de no llorar más.
—No, cariño. Vamos a hablar. —Dije, él negó. —Por fis. —Hice un puchero, él se quedó mirándome unos segundo después se sentó en la cama.
— ¿Ya no me quieles? —Preguntó.
—No. —Respondí con cara seria. Los ojos de Luc se llenaron nuevamente de lágrimas. —Hey, no llores, peque. Yo no te quiero, yo te amo, mucho, mucho, mucho.
— ¿De... De velda? —Preguntó con la voz entrecortada. Yo asentí.
—Ven aquí. —Dije, invitándolo a sentarse en mis piernas. Él no se veía muy convencido, pero aun así se sentó. —A ver, te quiero pedir perdón por no estar contigo estos días, estaba tan preocupada por conseguir trabajo y luego en el trabajo me cansaba mucho. Por eso no pasaba tiempo contigo, bebé y me siento muy mal. Porque tú eres mi niño, mi cosita linda y te hice llorar. —Le dije. — ¿Me puedes perdonar? —Pregunté.
—Si, mami. Pero no lloles. —Dijo mientras pasaba sus pequeñas manitas por mi rostro. Yo no me había dado cuenta de que estaba llorando. — ¿Me pometes que no me vas a dejal? —Preguntó, yo asentí.
—Te prometo que no te dejaré nunca, que pasaré más tiempo contigo y si tengo que dejar el trabajo, lo haré. —Dije abrazándolo. —Te amo, bebé.
—Yo también te amo, mami. —Dijo mientras se acurrucaba más contra mí.
Después de un rato, lo miré y estaba durmiendo. Me levanté con cuidado de no despertarlo, lo acomodé, lo cubrí con su manta, puse la mochila y las cosas que compré en un lado de la cama para que mañana cuando despierte lo vea.
Salí y baje a la cocina, allí estaba mi madre. Abrí él refrigerador y me serví un vaso de agua. Mi mamá seguía mirándome.
—Lo que estás haciendo está mal. —Dijo ella.
— ¿Papá llegó? —Pregunté, ignorando lo que me dijo.
—Aún no ha llegado. La verdad es que no sé qué es lo que haces. Sabes muy bien que Diego te puede dar trabajo en la empresa y que Luc y tú pueden vivir aquí, no veo cuál es tu empeño por tener tu propia casa y trabajar. —Dijo.
—Mamá, no quiero trabajar en la empresa solamente por ser la hija del dueño, no fui a la universidad, no tengo ningún título para poder trabajar allí, sabes que siempre me ha gustado ser independiente. No quiero vivir aquí como una mantenida. —Dije.
—Mia estudia y trabaja. ¿Donde vive? Con sus padres, Landon estudia, no trabaja, pero sus padres le pagan el departamento donde vive. —Dijo. ¿Ella como sabia tanto de ellos? Yo apenas sabía que Mia estaba trabajando en una librería. —Eso no hace nada, no te pido que te quedes de por vida viviendo aquí, o que nunca trabajes, lo que quiero que entiendas es que debes hacerte cargo de Luc, es un niño pequeño que necesita a sus padres y ya que no me quieres decir quién es el papa y para Luc su padre está de viajes, por lo menos deberías pasar tiempo con tu hijo y empezar la universidad.
>>Después que tengas un titulo podrás encontrar un mejor trabajo y tú y Luc podrán vivir en una buena casa si quieres. Eres joven, no hagas como yo, que dejé la escuela a un lado para trabajar y ayudar a tus abuelos. Mírame ahora, trabajo porque mi esposo es el dueño de la empresa, sino estuviera desempleada. —Luego de su discurso salió de la cocina y yo me senté en el suelo. A pensar.
No sé por qué, pero me gustaba sentarme en el suelo, mirar un punto fijo y pensar. Reflexionar.
![](https://img.wattpad.com/cover/98166180-288-k15469.jpg)
ESTÁS LEYENDO
¿Dónde Está Mi Papi?©
ChickLitLayla tiene 20 años, una casa que pagar y un niño de 3 años que debe cuidar; sin empleo. Decide volver a casa de sus padres, reencontrarse con todo lo que habia dejado atrás... Eso incluye al padre de su hijo. #38 en Chick-Lit 08/02/17 #24 en Ch...