«Quizás estaba destinado a fallar.
O tal vez pudieron intentarlo.
Pero ya era tarde.»
Seventeen AU!
Género: angst, drabble, historia corta.
Advertencia: muerte de personaje.
HISTORIA PROPIA. Los personajes, miembros del grupo Seventeen, y videos no...
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Jihoon intentaba resolver las ecuaciones en el vidrio de la ventana. Tenía tanto tiempo libre que decidió leer libros, muchos de ellos. Había llegado al punto en que los únicos de su biblioteca que le faltaban por leer eran los de matemáticas.
Y ahí se encontraba, encerrado en la habitación, bajo una lluvia torrencial, haciendo ecuaciones en las ventanas. Ya eran seis meses del final de Seventeen, y aún no podía tocar un instrumento de música sin romper en llanto.
Lo único que le quedaban eran los libros y el hábito de leer, que le recordaba a Wonwoo y sus lentes circulares.
Como el chico obsesivo que era, quería respuestas. Por eso no pararía de jugar con los números, ya que tener las soluciones correctas llenaba momentáneamente el vacío de su realidad.
Solo quería saber en qué momento sus comentarios sarcásticos y llenos de una agresividad cariñosa se tornaron más crueles y enfocados en herir. Quería comprender por qué no se mordió la lengua en todas esas ocasiones, en vez de dejar que sus palabras hirieran al grupo de personas que más amaba.
Pero no lo sabría nunca. Al igual que cómo se estancó en esa estúpida operación desde hace horas, no será capaz de darse respuestas sin romperse en el proceso.
Le dio vueltas al lápiz en su mano, pasando la mirada por la habitación llena de libros abiertos y hojas arrugadas y dispersas por todo el lugar. La melodía de "Downpour", aquella canción que escribió pensando en su dolor si lo obligaban a separarse de Seventeen, llegó a su mente y el rubio hizo una mueca de dolor.
Era estúpido que fueran ellos mismos quienes se alejaron.
Se levantó y volvió a la ventana, pasando un dedo por la tinta seca y tratando de hallarle sentido a los símbolos y números.
Era inútil. Admitía que era bastante inteligente, pero las matemáticas nunca fueron su punto fuerte. Él las odió durante el colegio y no había razón alguna para no sentir lo mismo años después.
Jihoon solo quería acurrucarse, protegerse del mundo y permitir que la lluvia disimule sus lágrimas.
