Elijah
Llevaba mucho tiempo buscando a mi hermano, hasta que un rumor entre vampiros se filtró haciéndome saber que se encontraba en Mystic Falls y buscando a la doppelgänger, así que me apresuré a llegar, pero en el camino fui interceptado por un vampiro más.
-¿Elijah Mikaelson?-
-¿Qué quieres?-
-Necesito tu ayuda- dijo, y cuando volví a mirarlo de frente, le noté manchado de sangre del cuello y de la boca.
-¿Qué te pasó?- dije sin interés.-
-Eso no importa, gente de Niklaus ha secuestrado a una mujer, a una chica.-
-¿Y eso que tiene que ver conmigo?-
-Es Elena Gilbert, la doppelgänger-
Lo miré incrédulo.
-Mi hermano no haría eso.-
-Lo hizo.-
-Tu nombre-
-William-
-Bien William, me llevarás al lugar donde tienen a la doppelgänger-
Asintió. Y me llevó al lugar.
-Esta es la casa-
-Vete-
Lo hizo y entré, caminé y agucé mi oído vampírico, la escuche escribir algo, la vi cuando arrojó el papel hecho bola a la vela que tenía cerca diciendo: Laura, me quedé cerca, para esperar interceptar a Klaus antes de que lastimara a la chica, cuando la vi ahí, era la doppelgänger, era el vivo retrato de Katerina.
-¡¡Rose!!-
-¿Qué quieres?-
-Hay un original cerca de aquí-
-Si idiota es Klaus Mikaelson.-
-viene con 2 vampiros, tenemos que irnos.-
-Huir...-
-Elena- gritó una voz
-Aquí-
El vampiro más grande detuvo al vampiro que anunció su llegada y el otro fue por la chica, tendrá la edad de Araceli, quizá menos. Pero era solo una niña, era como ver a una de mis hijas en peligro y algo dentro de mí no podría imaginar que fuera culpa de Klaus, el no haría anda contra una niña sabiendo que cualquiera podía lastimar a mis hijas, puesto que no usan el apellido Mikaelson,
Niklaus
-Se han llevado a Elena.-
-¿Qué?-
-Klaus, encontré su auto en la carretera-
-¿Saben en donde esta?-
-Damon y Stefan han ido a buscarla-
Estaba seguro que toda la horda de humanos idiotas me estaban culpando, yo no fui quien la mandó secuestras, solo necesito un poco de su estúpida y doppelgänger sangre.
Pero estaba seguro de que todos estos estúpidos harían lo imposible por culparme y eso me agradaba, eso creaba más miedo a mi alrededor.
Carrie
Estaba rastreando a Niklaus, necesitaba verlo de nuevo y decirle que en esta nueva era, seriamos libres de vivir nuestro amor, que no tendríamos que escondernos. Encontré rastros de él y sus hermanos, pero nada concreto. Otros de los rastros eran un par de brujas viajeras que se apellidaban Grayson, casi todos los rastros de ellas iban junto con los de los Mikaelson, y a decir verdad era algo extraño el hecho de que esas 2 mujeres estuvieran cerca de ellos, quizá alguna de ellas era la que me alejaba de mi querido Niklaus y por eso es que perdía su rastro luego de un tiempo. Pero si era así, cuando llegue a San Remo, las voy a hacer pagar por cubrir el rastro de Niklaus.
-¿estás bien?-
-Sí, déjame sola.-
-Escuché que perdiste el rastro de Niklaus.-
-Lo hice, pero estoy segura de que ese par de brujas la pagarán cuando Niklaus se entere de que impidieron que nos volviéramos a ver.-
-Carrie, necesito saber ¿qué es lo que tanto te atrae de Niklaus?-
-Vaya, vaya Lucien... no puedes superar el hecho de que él es mejor que tu....-
-No me provoques Carrie, me conoces y soy capaz de...-
-¿por qué mejor no te esfumas y me dejas en paz mientras amasas una buena fortuna digna de mi estatus?-
-Si lo hago... ¿Lo intentarías? Estar conmigo-
-¿por qué no?-
Sonrió con sorna y salió de ahí, sabía lo que haría y él sabía que una vez que no lo lograra como yo quisiera, no lo vería en un gran periodo. Así que tuve que huir de él y de mi hermano. Tristan era el tipo de hermano sobreprotector, odiaba que todo chico lindo se me acercara, y yo odiaba eso.
-¿qué quieres Tris?-
-Deja de darle esperanzas a ese criado, nunca le voy a permitir que se te acerque.-
-Yo lo quiero mucho.-
-Sí, lo amaste en ese periodo...-
-Sí, y si tú no me hubieras presentado a Niklaus yo...-
-Estarías casada con un peón del castillo, lo hice por tu bien.-
-Tan por mi bien lo hiciste que somos unos vampiros.- dije mirando mi anillo de protección, yo amaba ser vampiro, pero mi hermano se aferraba a que no viviéramos con esto.
Luego de un siglo o más juntos los 3, teníamos que volar cada uno por su lado, necesitaba sentirme libre de Tristan y estar lejos de Lucien, lo quería, pero no me llenaba como persona, yo necesitaba sentirme libre y feliz, realizada, pero eso solo lo encontraba con Niklaus. Lo buscaría por todos lados hasta encontrarlo, y cuando lo hiciera, a las brujas les infringiría tal dolor que desearan morir.
-Me voy a dar un paseo Tristan.-
-De acuerdo, no vuelvas muy tarde.-
-Lo prometo.-
Salí de casa y me subí al auto, me sentí libre y me alejé de casa, con cada milla que recorria me sentía liberada de la prisión en la que Tristan me tenía encerrada.
Decidí viajar sola y quizá sola, encontraría a Niklaus y a Rebekah, solo de esa manera estaría un poco tranquila de que Tristán me pudiera obligar a algo si me llegara a encontrar, pero mi libertad no duró mucho, antes de siquiera salir del estúpido lugar en donde nos encontrábamos, los criados de Tristan me detuvieron y me hicieron volver a la estúpida casa, me volvió a encerrar, y él sabía que podía pasar años sin dirigir palabra alguna con él, pero esta vez sería diferente, quería que bajara la guardia le tenía que volver las cosas en contra, no podía perder el control de nuevo.
-¿A dónde crees que ibas Carrie?-
-A ningún lado Tristan, estaba dando un paseo y tus criados me han hecho venir casi con violencia-
-Eso lo resuelvo con ellos, pero sé a quién buscas y solo puedo decirte... no lo hagas-
-¿de qué hablas?-
-Si los buscamos o mejor dicho... si los encontramos estamos en riesgo, creí que Lucien te lo había dicho. Estamos en mucho peligro si encontramos a los Mikaelson ahora-
-no entiendo de qué hablas-
-Si los volvemos a ver... es probable que su abuelo nos mate-
ESTÁS LEYENDO
In The Shadows
VampireCuando el orden natural de la tierra se ve afectado por la brujería, la propia naturaleza se ve obligada a crear un orden. Luego de varios siglos vagando por el mundo, los vampiros originales, han creado una línea extensa de sangre, los hombres - lo...