Capítulo 54

0 1 0
                                    

Rebekah

Una vez que salí de la habitación de Jamie, tuve que salir de casa antes de que Araceli nos aprisionara ahí y no pudiéramos hacer nada, no había nada a lo que le temiera, salvo a nuestro padre, pero hacía siglos que no lo veíamos, más de 2 de hecho. Me detuve a unos metros de la casa embrujada, ella, mi madre vestía unos pantalones oscuros, con una chaqueta a juego, Finn igual y la niñita tonta doppelgänger iba todavía con su vestido, llame a casa y me ordenaron quedarme, puede que esas chicas nos ayudaran, pero también era probable que mi madre no dejara que lo hicieran, por eso debilito a Jamie.

Espere hasta escuchar a alguien, pero nada.

Bonnie

Sabía lo que tenía que hacer, y nunca imaginé que Elena, fuera a ser cómplice de ella, sabía que yo podía mantener al margen a los Mikaelson, mientras ellas estuvieran dispuestas a ayudarme, pero de nuevo me defraudaban, ahora lo hacía ella.

-Bonnie ¿Estas segura que no quieren jugar con nosotros?-

-sí, estoy segura-

-no creo que vayan a intentar acorralarnos-

-Mandy amor, a diferencia de mis hermanos y yo, tanto Araceli como Jamie mantienen una promesa, y además estas tratando con las brujas ancestrales más poderosas después de mi madre-

-si hay alguien que puede mantenerles a salvo, es una de ellas- dijo Elijah.

-Bonnie ¿Que tienes que hacer?-

-solo quedarme aquí, ¿Dónde está Tyler?-

-aquí-

Dijo entrando a la sala.

-Papá, debes persuadirla, no puede dejarme...-

Vi bajar a la chica con sumo cuidado, se le veía pálida, como si la hubieran drenado o estuviera enferma.

-Ari, has puesto el hechizo, falta que pongas la sal una vez que estemos fuera-

-Jamie...-

- lo pondrá, descuida, pero quiero que hagas algo por mí-

-Jamie, ¿Te encuentras bien?-

-no Tyler, pero debo hacer esto-

-quieres que te traiga algo de comer- ella desvió su mirada de Tyler y el, mi amigo la miro con incredulidad.

Araceli

Mi hermana siempre se llevaba la peor parte, pero era resistente.

Salimos pero ella me detuvo.

-Ar... Necesito tu ayuda-

-claro, que haremos- dije entusiasmada, pues imagine que iría con ellos.

-que los cuides- dijo mirando hacia adentro de la casa -Con el hechizo y la sal no podrán recibir nada de su maldad-

-creí que querrías que te acompañara-

-no, no es tan grave como piensas, pero si no vuelvo, asegúrate de que Damon encuentre la paz interior-

-Jamie, me asustas-

-descuida- dijo sonriendo, me beso la frente y me abrazo, dijo unas palabras que no entendí y se alejó de mi subiendo al auto de Damon. -Bonnie, pon la sal, nos veremos-

La vi alejarse de la casa. Y entre, pero cuando volví la cara Klaus estaba de pie fuera de la línea de sal, y regresé.

-¿Qué pasa?-

-Nada.-

-Cuídate, temo por lo que pueda pasar.- dije mirándolo, puse mi mano en su mejilla y entrecerró sus ojos, me acerqué y me atreví... lo besé. –Tengo miedo de que te pase algo, cuídate mucho- dije casi en un susurro.

-Adiós Araceli- dijo con el mismo susurro, y en ese momento vi arrepentimiento en su mirada, si, había hecho mal en besarlo, pero quise hacerlo y lo hice.

Damon

Conduje seguido de su padre y tíos, hasta llegar al bosque y vi a Rebekah.

-Jamie... ¿Qué haces aquí?-

-vine a ayudar-

-vamos- dijo ayudándole a caminar, estaba débil. - pequeña ¿quieres comer algo?- preguntó.

-sangre- dijo -por irónico que parezca-

-bebe- dije estirando mi brazo.

-no, estaré bien-

-Bebe cariño- dijo Niklaus detrás de mi estirando su muñeca, ella lo miro.

-no puedo-

-¿quieres de papá?-

-no-

-Rebekah, dale a la niña-

-no, Kol- dijo

-¿qué?-

-Kol-

Kol sonrió y se acercó pero en vez de ofrecer la muñeca, ofreció la carótida.

-no, la muñeca-

-descuida, no me puedes drenar-

-La muñeca.-

-Ay por favor, es más fresca de la carótida.-

-Gracias- dijo acercándose y mordió la carótida de Kol, recobrando un color de piel vivaz y no con el tono pálido que tenía hacia tan solo unos minutos antes de salir de su casa. Se separó de él y me acerqué con un pañuelo a limpiar su boca.

-Listo- dije

-Vayan, es hora- dijo mirándoles a ellos, Elijah se acercó.

-Pequeña, si no hay nada que hacer, regresa a casa con Araceli y váyanse con el abuelo.-

-¡El abuelo!- dijo Rebekah

-Damon, mi abuelo- dijo ella viéndome

-Descuida, llamaré a Stefan que verifique que esté ahí-

-A mi hermana mejor.-

-Descuida.-

Elijah abrazó a Jamie le besó la frente y me miró asintiendo con la cabeza.

-Damon, si ves que no hay salida, llévala de vuelta a casa-

-Claro.-

Se fueron, se alejaron de nuestra vista.

-Damon, por favor, no te preocupes por mi si no despierto de inmediato, solo llévame a casa y espera, porque no me vas a perder.-

-¿Y si, quien despierta no soy yo?-

-Eso no pasará, y si llegara a pasar, te prometo que volverás a mí.-

-Prométeme algo.-

-¿Qué?-

-Que cuando tengas... cuando llegue tu momento y lo sepas, me lleves contigo, no quiero vivir sin ti en este mundo horrendo.-

-Puedo darte la paz que quieres, conseguirte a alguien con quien vivas el resto de su vida, que encuentres a otra persona...-

-Pero esa persona eres tú.-

-Ay Damon.- dijo pasando sus manos por mis mejillas. 

In The ShadowsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora