Capítulo 48

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El gran día de la fiesta había llegado, estaba con Finn, él estaba dispuesto a sacrificarse para deshacerme de mis hijos y de paso de esas 2 chicas, que últimamente me tenían harta, eran la adoración de Elijah y yo seguía preguntándome cómo diablos las había engendrado, de hecho pensé que ellas eran adoptadas, además de ser la adoración de Elijah, también lo eran de Kol, Rebekah y Niklaus, Kol tenía una cierta afición por Jamie y Niklaus por Araceli, Rebekah, Rebekah las quería pero se sentía despreciada por sus hermanos, hasta donde sé hubo una parte de la historia en la que ella solo era la adoración de sus hermanos.

-Finn, sé que te he encomendado la más difícil de las tareas, pero es necesario que ustedes desaparezcan.-

-Lo sé madre, lo entiendo y te apoyo.-

-Gracias, me da un sumo dolor saber que yo fui quien los creé y seré yo quien los tenga que desaparecer.-

-Si somos un error, debes remediarlo.-

-Oh Finn-

-Te ayudaré, lo prometí antes de...-

-Lo sé-

Finn era mi único aliado, el único que siempre fue miedoso, y que siempre ayudaba para con mis causas, más de 1000 años vividos en la oscuridad, dormida me hicieron retomar la fuerza para desear enviarlos a su justo lugar, así sería volver a deshacer lo que había hecho y Finn era el chivo expiatorio, saber hasta qué grado, mis hijos eran temidos, malos y darme cuenta hasta qué grado Mikael era temido por ellos, hice varios hechizos para saber en dónde se encontraba pero no daba con su ubicación, y estaba temiendo lo peor.

-Madre, ¿qué es lo que necesitas para tu hechizo?-

-Necesito un pedazo de cuerda de María-

-¿En dónde la consigo?-

-Las chicas deben tener al menos un pedazo, con una hebra es más que suficiente, necesitaré verbena, bastante, y acónito.-

-Pero somos inmunes al acónito.-

-Es para Niklaus.-

-Oh, ¿verbena dices?-

-Sé que no la puedes tocar, pero necesito bastante.-

-La tendrás.-

-Y sangre de la doppelgänger.-

-Caray...-

-Eso ya lo tengo cubierto, la doppelgänger vendrá ya lo verás.-

Llamaron a la puerta.

-Pase-

-Esther...-

-Araceli, dime.-

-¿Alguno de ustedes ha visto a mi hermana?-

-No desde el desayuno, ¿sucede algo?-

-no, nada importante, debió salir con Damon, saldré a recoger mi vestido.-

-Descuida, ve tranquila.-

-¿tú tienes?-

-Sí, Niklaus me compró uno hermoso, con ayuda de Rebekah.-

-Menos mal, vuelvo más tarde.-

-Disfruta tus compras.- dije mirando de soslayo a Finn –¡Araceli!-

-Dime.-

-¿Me dirías donde consigo la verbena?-

-Está en el invernadero, espero puedas reconocerla.- dijo animada.

-Gracias, lo haré.-

-Adiós.- dijo y la escuché caminar por el pasillo de la segunda planta, bajar las escaleras y casi enseguida Finn me dijo.

-Ha salido de la casa.-

-Menos mal, ve al invernadero y tráeme 3 ramas de verbena, usa unos guantes para protegerte, mientras buscaré en la habitación de ambas, si escuchas me haces saber.-

-Descuida.- dijo saliendo casi enseguida salí y fui a la habitación de Jamie, por lo que sabía ella era la mayor y por consiguiente ella debía tener la cuerda de María, a pesar de que cuando los cree no la necesité ahora sí, puesto que ellas son el balance y se darían cuenta de inmediato, busque entre todas las cosas, pero lo único que encontré fue mi grimorio, quise tomarlo pero no pude, tenía un hechizo protector, no podía, a pesar de que era mío, traté de deshacerlo, pero no pude.

Fui a la habitación de Araceli, buscaba muy bien, pero nada, cuando de pronto escuche a Finn.

-Madre, han vuelto.-

-vamos afuera.-

Me tomó y me llevó al invernadero, ahí nos encontraron tanto Jamie como Kol

-Me alegra que te gustara.-

-No fue necesario, pero gracias tío.-

-¿en qué quedamos?-

-Gracias Kol.-

-Bien, ¿tienes que ponerte?-

-Estaba pensando en ponerme algo de mi guardarropa.-

-No, no... Jamie, esta es una fiesta para darle la bienvenida de vuelta a tu abuela, y no voy a permitir que uses un vestido común, ve y cómprate algo.-

-De verdad puedo usar...-

-Sé que puedes, pero quiero que compres uno, necesitas uno, si Ar se ha de comprar uno tú también.-

-Eres fantástico conmigo.-

-Tengo que confesarte que de no saber que eres mi sobrina, serías mi chica ahora.-

-Kol, no le vuelvas a faltar al respeto así a la niña.-

-¡Madre!, ¿Qué hacían en el invernadero?-

-Solo tomaba un poco de verbena, para tomar una siesta.-

-Eso es acónito.- dijo ella un poco seria.

-Sí, un poco de acónito, verbena y albahaca hacen una infusión excelente para conciliar el sueño.-

-No está aquí, no lograrás encontrarla.-

-¿Qué?- pregunté

-Lo que buscas Elviana, eso que buscas no lo vas a encontrar.-

-No sé de qué hablas-

-De todos modos, no lo vas a encontrar- dijo mirándonos a los 3 y se fue a su habitación.-

-Jamie...-

-¿qué?-

-No sé de qué hablas pequeña, pero tu tío Kol te ha ofrecido comprarte un vestido para esta noche.-

-Lo sé, pero ahora debo hacer unas cosas.-

-Debes confiar en mí.-

-¿Cómo quieres que lo haga, si cada vez que te veo, presiento que estás tramando algo en nuestra contra?-

-Nunca lo haría, nunca sería capaz de hacerte daño, ni a tu hermana-

-¿Qué es lo que quieres?-

-Solucionar lo que hice.-

-No puedes, déjalo por la paz, si realmente quieres que te consideremos de nuestra familia, haz las cosas como deben ser.-

-Eso hago, lo intento.-

-Déjame a mí solucionar lo que no puedes-

-Jamie, puedo ayudar, quiero ser útil.-

-Lo eres, y hasta ahora has usado lo que te he mostrado para tu beneficio y el de tío Finn, solo por hoy déjame tranquila, mañana haremos lo que te dé la gana, ¿quieres?-

In The ShadowsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora