Capítulo 49

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Marty

Era un poco extraño entrar en esa casa desde que aquella mujer había llegado, era como entrar a una bomba de tiempo, era demasiado poder contenido en esa casa, pero aun así entré en varias ocasiones luego de que Klaus me sedujera, para obtener información, pero aun así era un buen polvo.

-¿Piensas ir?-

-Si Tyler, ya te dije que si.-

-Menos mal, al menos habrá una cara conocida.-

-Estoy segura de que conoces a esas brujas incluso mejor que yo.-

-Un poco, ambas son como que muy diferentes a la magia que practica Bonnie-

-Tyler, son brujas ancestrales, ¿Qué esperabas?-

-No lo sé.-

-Hey, puedes pedirle a la bruja mayor si te puede quitar la maldición, y quizá dejes de ser híbrido y vuelvas a ser el mismo Tyler que conocí.-

-Si me quita la maldición, seré vampiro aun así.-

-Cierto.-

-Al menos como hibrido, tengo más probabilidades de sobrevivir.-

-Eres patético, ¿sabías?-

-Si.-

-¡Tyler!.-

-Mandy...-

Miré a mi amigo, al final de todo ella era su novia, yo no pretendía nada con él, lo conocí y le ayudé a superar su periodo de lobo, cuando me enteré de que era un híbrido, viajé a ayudarle a superar su vínculo, pero me encontré con estas chicas, tan talentosas y poderosas, Niklaus lo decía, eran buenas brujas, a pesar de tener familia vampiresca y licántropos, eran el par de brujas más poderosas que existía.

-Hola Marty.-

-Hola Mandy, eh, bueno yo me voy.-

-No, no te vayas- dijo Tyler.

-Vamos Ty, Mandy quiere hablar contigo, no puedo estar aquí como intrusa, voy a ver que me puedo comprar para esta noche.-

Salí de la casa de Tyler, y subí mi auto, conduje por casi todo el camino hasta el centro del condado, ahí me encontré con Araceli.

-Hola.-

-Hola Marty, ¿Cómo vas?-

-Bien, ¿y tú?-

-Aquí buscando un vestido, para la noche.-

-Yo también, Klaus me invitó y me dijo que más valía que fuera elegante-

-¿Klaus te invitó?-

-Sí, me recordó anoche que nos vimos-

La vi tensarse, y poner cara de enfado, pero casi de inmediato la cambió.

-¿Todo bien?-

-Sí, solo... me frustra no conseguir algo que me guste.-

-Oh, lo entiendo.-

-Voy a otra tienda, te veo esta noche.-

-Seguro, espero que encuentres lo que buscas.-

Dije, pero ella ya había salido de la tienda.

Araceli

Cuando escuché que Marty, precisamente ella estaba saliendo con Niklaus me tensé, y salí de la tienda, estaba más que enfadada, era como si me engañara con ella, cada vez que lo veía cerca de alguna mujer me daban celos, y estaba por mucho, lejos de siquiera aspirar a ser su ... lo que fuera que me imaginase, y lo peor era que quería decirle a Jamie, y ella sabía que me sucedía algo, pero no que, me daba vergüenza siquiera comentárselo, y después de mis encuentros con Stefan no pude siquiera no imaginarme que era Niklaus a quien tenía a mi lado en la cama.

Era una depravación mencionarle a mi hermana, pero en algún momento tenía que decirle, pues la confianza entre nosotros como familia estaba creciendo, y llegaría en momento en que alguien se daría cuenta de mi actitud lasciva con Niklaus, esos sueños eran cada vez más obscenos, solo lograba dormir sin sueños cuando sacaba toda esa represión sexual con Stefan, pero tenía semanas que ya no lo veía, y para acabarla de fastidiar, le había hecho olvidar que había estado con él, necesitaba alguien que me quitara las ganas urgentemente, y no había nadie.

Esto sin duda era una gran maldición, una cosas era tener deseos de tener sexo, pero en mis condiciones las ganas no se iban con nada, se intensificaban más, y tenía envidia de mi hermana, al menos ella tenía a Damon, él le quitaba las ganas.

-Hola.-

-¡Demonios!-

-Lo siento, te asuste.-

-Descuida.-

-¿Qué haces por aquí?, se supone que debes estar arreglando los últimos detalles para la fiesta de bienvenida para tu...-

-Eso es cosa de Rebekah, ella lo hará.-

-Te vi adentro con Marty.-

-Sí, estoy buscando un vestido, pero estoy pensando en buscar otra cosa.-

-Puedo llevarte a Nueva York, regresaríamos en 2 horas máximo.-

-Stefan, ¿de verdad lo harías?-

-Claro, además así como te veo no creo que lo que hay aquí sea de tu agrado y de tu estilo.-

-¿Estás diciendo que no visto bien?-

-No, solo digo que eres británica, tienes una visión de la moda muy diferente a la de las chicas de aquí.-

-Eso sí, aunque la de la moda es mi hermana.-

-Lo sé, la he visto con Damon.-

-Sí, me ha dicho que se reconciliaron.-

-Al menos mi hermano está un poco más tranquilo conmigo.-

-Acepto.- sonreí, porque en esas 2 horas podía suceder de todo, y quizá hasta la calentura se me quitaría.

-Vamos entonces.-

-¿Elena no se enfadará?-

-Terminamos ayer-

-Oh, lo lamento.-

-No, descuida.-

-Debes creer que yo...-

-Ella sabe que eres mi amiga, que prácticamente eres como una hermana, si Damon y tu hermana reinician lo que tenían pendiente desde hace 100 años, lo más lógico es que tú y yo estemos cerca, ¿no?-

-Es verdad-

Caminamos hasta el bosque y me tomo de la cintura, dio un salto y justo antes de salir de la copa de los árboles se convirtió en murciélago, y desaparecimos de la vista con un pequeño conjuro que lancé, en pocos minutos estábamos en una calleja en las calles de Nueva York.

-¿Alguna tienda en especial?-

-La que sea, aunque debo advertirte que tardo mucho en elegir algún vestido.-

-Descuida, lo que nos sobra es tiempo, y si Jamie se da cuenta de que no estás detendrá el tiempo hasta localizarte.-

-Has dicho una gran verdad.- le sonreí, y entramos a la primera tienda, elegí un vestido blanco con líneas negras, de dos tirantes y unas sandalias de tacón, pero estaba necesitando de un hombre, y Stefan estaba dispuesto a lo que fuera.

In The ShadowsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora