Capítulo 22

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Niklaus

Las piedras estaban listas, tenía a una bruja, a un lobo, a un humano y a un vampiro, me hacía falta la sangre de doppelgänger, pero yo no había sido creado con esa sangre así que confiaba en que funcionara.

-listo- mordí a la loba, pero cayó muerta, ni siquiera se cambiaron los ojos, muerta.

-¿qué sucede?-

-no se-

-soluciónalo-

- necesitamos la sangre- dijo esa bruja.

-Klaus... -

-Damon, ¿vienes a unirte al equipo Klaus?-

-no-

-mira que no podrás ser híbrido, pero conozco a unas personas que podrían convertirte en un vampiro poderoso ser casi un original- dije tratando de no perder los estribos, estaba enfadado, luego de haber tenido que romperles el cuello tanto a él como a su hermano por la piedra lunar, la cual hizo a Katerina libre de mí.

-¿de verdad crees que te rendiré lealtad luego de que has convertido a mi hermano en uno de los personajes asesinos más conocidos? Jack debe estar enfadado-

-¿cómo sabes de Jack?-

-yo también viajo- me golpea. Me enfado, mi mandíbula se tensa, y trato de no perder mi pasividad, no es momento de que les demuestre mi fuerza, aunque saben que no pueden luchar contra mí.

Damon

-¿no lo entiendes?, peleas con un original... No puedes vencerme-

Me golpeo contra el muro mientras mordía a una mujer lobo, estaba decidido a crear un ejército de híbridos, pero la mujer cayó muerta. Y la doble estaría a su merced.

-el hechizo tuvo el efecto esperado- dijo la bruja que estaba con él, en un movimiento perfecto le partió el cuello y me mordió dejándome veneno de lobo, no me quedaba mucho tiempo. –Necesitaremos más sangre de doppelgänger-

Me fui a casa, pero no contaba con que la bruja, Stefan y Elena estarían ahí.

-¡¡Damon!!-

-largo, en cualquier momento... Klaus, la sangre, largo-

Caí, escuche cuando Stefan les indico irse.

-váyanse, si te ve es capaz de confundirte con Katherine, no sabemos que vaya a hacer si... el veneno...-

-puedo detenerlo- dijo la bruja.

-encontraremos una cura- dijo Elena.- le daré más sangre si es lo que quiere...-

-No, no puedes.- escuché a la bruja decirle, y en efecto, no podía darle más sangre, era suficiente con él y con Tyler...

-la cura es la sangre de Klaus- dijo mi hermano., tomándome de los brazos y llevándome a mi habitación.

-Al menos puedo evitar que se disperse más rápido- dijo la bruja.

Volví la cabeza al otro lado.

-Jamie- balbuceé y los 3 me miraron

-Damon- fue lo último que escuche de Stefan, cerré mis ojos y la vi correr hasta mí

Araceli

Como le iba a plantear a mi hermana que estaba perdiendo poder, que mis hechizos ya no funcionaban y algo peor... Estaba soñando con Klaus, así como ella con Damon, estaba aterrada por decirle, y más porque sabía perfecto que era nuestro tío.

Así que tome mi equipaje y lo baje al auto, teníamos un Porsche y teníamos que conducir en Berna al aeropuerto, la vi salir de su habitación con una maleta.

-¿nos quedaremos poco?-

-no, solo hice un hechizo de expansión, así no pagaremos exceso de equipaje, veo que tu no...-

-Jay... Tengo algo que decirte-

-¿qué?-

-mis poderes... No funcionan-

-jaja, ¿porque no me habías dicho?, es normal, hay un desbalance, a mí me pasa con el veneno de lobo, y me pica la verbena-

-oh, estaba asustada-

-no debes estarlo, vamos-

Mi hermana estaba más animada a viajar a Estados Unidos, de hecho estaba hasta con prisa. Condujo hasta el aeropuerto y abordamos el avión, en el camino íbamos tranquilas, de hecho hasta durmió, algo que yo no hacía en varios días por temor a soñar a Klaus.

-Hola-

-Hola- respondí a una mujer iba en el asiento delantero, me miró y luego a mi hermana.

Jamie

[Entre sueños]

-Me alegra que hayas llegado-

-¿Star?-

-Se fue a casa de Araceli, sabes que la consiente-

-lo sé, Stefan y ella serían una buena pareja-

-Lo sé- dije abrazándole, me sentía libre y feliz.

-Nunca te he dicho cuanto te amo, cuanto desee conocerte, y cuando lo hice quería casarme contigo de inmediato.-

-No seas payaso-

-No fue la ley de la atracción, estamos destinados a estar juntos, nada de lo que hemos hecho se nos ha vuelto en contra, salvo Star, pero ella... es normal, la edad.-

-Damon...-

-¿Si?-

Desperté, esto ya no era normal, si, cada cierto tiempo soñaba con él, pero estos sueños últimamente eran a diario, y me mostraban una vida tranquila y humana de parte de ambos, yo sabía que él era mi destino, lo había soñado, era mi destino, y de alguna manera quería amarlo, era una condena, era un ser inmortal al igual que yo, con un solo problema, él amaba a Katerina, y a la vez podía perderlo, lo venía siguiendo, desde que recuerdo, ese sueño se hizo presente, cuando lo conocí en San Remo fue mi perdición, he vivido viendo muchas caras, escuchado muchas voces, he vivido en la luz y en la oscuridad de la que salgo lentamente, tengo un pasado que en el presente y me causa agonía, he querido escapar, pero no tengo ninguna salida. Soy lo que soy y lo seré hasta que llegue mi momento.

Vi a mi hermana conversando muy plenamente con una mujer.

-¿Te sientes bien?-

-Sí, quiero un té-

-Soy Martine Marshall-

-Jamie Mikaelson-

-Mucho gusto, te recomiendo estas hierbas, son buenas para dormir.-

Dijo dándome una hoja de verbena.

-Gracias, tomo belladona- la había sentido, era una mujer lobo.

Sentí una ventisca, susurrando palabras, recordé las palabras de Ilona, quizá él ya no la quisiera, nuestra inminente presencia en Mystic Falls, sería grande, estaba segura que era un lugar poderoso, y alguien estaba buscándonos, debíamos ir. Cerré los ojos ante mi píldora de belladona y esta vez el sueño era real.

-Jamie-

-¡Damon!- una mordida que no sanaba se mostraba en su cuello, corrí a su lado de inmediato. -¿Qué te ha pasado?-

-Perdóname, ella no fue solo más que... perdóname.-

In The ShadowsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora