♥(✧)┊ I'll never forget you || [Flashlight]

♥(✧)┊Tres

Mi cuerpo chocó contra los casilleros para caer hasta el suelo y casi desmayarme del dolor.

Traté de limpiar mis lágrimas pero era imposible. La risas de ese trío de idiotas se empezó a escuchar más fuerte.

No fue hasta entonces que subí la mirada al ver una sombra refleja en el piso... frente a mí.

-¿Qué crees que haces, Sentry? ¡Aléjate de ella! No hemos terminado...

-¡Sobre mi cadáver, Thunderlane!

-... Cómo quieras...

  ♥(✧)┊  

-Siento que te hayan lastimado... de nuevo.

El sentimiento de culpa invadía mi interior. Flash sólo sonreía de una forma dulce, él siempre tiene una sonrisa que brindarme. Seis años de amistad es lo mejor que puede pasar entre nosotros, pero los abusos y maltratos siguen frecuentemente.

Ya le habían roto la nariz una vez, otras ocasiones solo fueron golpes; pero ahora, gracias a que yo sola no puedo defenderme, ha conseguido romperse un brazo. Me sentía una completa estúpida, no merecía que me apoyara en todo.

De regreso a casa no hablamos como de costumbre, sabía que me obligaría a hacerlo por la tarde. Abrí la puerta y no había nadie en casa más que una nota, de mamá. Decía que llegaría tarde por la reunión en la escuela de Spike y que me amaba. Dejé el papel en la mesa y subí a mi habitación. Sinceramente, no tenía hambre.

-Es que no es justo... ¿Por qué cuando todos ya cumplieron catorce años, yo apenas cumpliré los trece?... ¡Agh, soy una tonta!

Levanté mi cabeza del escritorio después de haberla golpeado repetidas veces contra ella y me asomé a la ventana. Flash salía de su casa hacia el parque. Fui por mi cuaderno y salí hasta la barda gris. Me subí y le di un abrazo el cuál él lo correspondió.

-Ahora no podrás tocar en dos meses... por mi-

-No... -me interrumpió- no fue tu culpa y deja de repetirlo...

-Pero...

-No te sientas así, no es tu culpa porque tú eres menor que ellos... y ellos no lo entienden. Su único qué hacer es molestar a los que ven como presa fácil... -agaché la mirada- pero, es por una simple razón...

-¿Cuál? -lo miré de nuevo.

-Hacen Bullying porque están celosos de una persona tan fascinante como tú... -posó una mano en mi mejilla y la tomé entre las mías.

-Sí, tienes razón... gracias...

-No hay de qué... ¿Me prestas tu cuaderno?

-Ahora me lo estás pidiendo más seguido... ¿Qué canción planeas, Sentry?

-Sólo escribiré el nombre de algunas que quisiera que escucharas -por cierto, el brazo que se fracturó fue el izquierdo.

Mientras él escribía, miré a los niños que jugaban en el parque. Siempre lo hacía cuando me pedía mi cuaderno puesto que era una sorpresa y no quería que viera. Era como el diario personal de los dos a partir de ahora. Donde nuestras canciones y recuerdos mantendrían vida para siempre.

Claro que le prohibía ver la primera mitad de éste puesto que ahí escribía cosas personales. Él lo respetaba y me sentía satisfecha por ello.

-Listo, en fin ¿Qué quieres hacer?

-No tengo idea -respondí tomando la libreta -ya somos muy maduros como para hacer travesuras a los vecinos, -él sonrió divertido -no tenemos tarea y no podemos cantar ni tocar... -señalé su brazo.

-¿Quién dice que no podemos?

-Pero...

-Ven conmigo -y en unos segundos, saltó de la barda y me llevó a rastras detrás de su rapidez.

Abrió la puerta de su casa y yo estaba a punto de caerme haste que la voz de su mamá fue mi salvación.

-Flash, no corras mientras subas las escaleras...

-¡Hola, Twilie!

-Hola, Señora Flare y hola, Flame...

Alcancé a decir antes de seguir caminando con Flash. Al llegar a arriba me soltó frente a la puerta de su habitación.

-Antes de entrar, tengo dos cosas que decirte. ¿Primero la buena o la mala?

-Mala.

-... Después de cinco meses, ¿Me perdonas por lo de tu violín? -se cubrió el rostro con las manos.

-...

-... ¿Twilight? -iba a tocar mi hombro pero se sobresaltó al escucharme.

-¡¿Fuiste tú?! ¡Le heché la culpa a Spike! ¡Ese violín me costó todo y extrañamente un día lo encontré hecho un desastre!

-¡Lo sé, lo siento! Pero, no te enojes... no he terminado aún.

Me tomó de los hombros y abrió la puerta. Encendió la luz para iluminar el lugar y encontrarnos con un estuche que yo bien conocía, tenía un moño y había una caja de regalo al lado.

-¡Sorpresa! ¡Feliz cumpleaños adelantado! -canturreó con felicidad mientras una sonrisa aparecía en mi rostro y caminaba hasta allá- me costó mucho elegirlo, no había ninguno como el que tenías pero traté de que fuera mejor decorándolo yo mismo.

Quité el moño y lo abrí admirando su color blanco degradado a magenta y violeta con unas cuantas estrellas plateadas. En el cascarón del violín tenía marcado: "F & T 4ever". La verdad, sentía mis ojos picar.

-Y lo que hay en la caja, es hecho totalmente por mí.

La abrí y encontré chocolates atados a unos globos muy pequeños y cada uno tenía una nota. Saqué los seis que había y hasta el fondo se encontraba un libro que había estado buscando por mucho tiempo y miles de fotos de nosotros.

Mientras admiraba todo, las lágrimas salieron por fin pero éstas en cambio, eran de felicidad. Se incó a mi lado y limpió una de ellas.

-¡Cielos! Creo que no te gustó. Está tan feo que hasta lloras -me reí junto a él sin dejar de llorar aún.

-¿Cómo fue que lo...?

-¿... Conseguí? Fue una de las razones por las que trabajé durante estos cinco meses con el esposo de la Señora Summers en su taller. No tenía money, soy pobre, pero el esfuerzo valió la pena.

-No puedo creerlo... en serio eres el mejor -lo abracé desde el cuello- te quiero mucho, herizo.

-Yo más, cerebrito -apretó el abrazo.

Él siempre me hacía olvidar todo lo malo que me pasara, por eso lo quería.