------ Alex -------
Su proposición me había pillado de improvisto. Vaya con la Eli, realmente uno nunca sabe por donde va a salir.
Aunque la idea me hacía bastante gracia e ilusión, también me asustaba un poco, pero qué diablos, ahora que habíamos conseguido esa relación tan buena, no se iba a estropear por una cena. Obviamente lo de la cita habrá sido una broma...digo yo.
Me arregle un poco y me pinté, pero no demasiado, que no quería parecer desesperada ni darle demasiada importancia a la situación. Cuando a las 7 estaba ya preparada para bajar al hall, alguien llamó a mi puerta.
Al abrir , no pude evitar reír.
- ¿Lista señorita Garsia? - Elettra estaba radiante, con el pelo recogido de lado, y vestida con un mono rojo con escote. Preciosa...
- Claro. No pensé que vendrías a mi cuarto.
- ¡¿Pero que te crees?! Old style baby, hoy es mi cita y mando yo.
Para mi sorpresa, el chofer estaba esperando en la puerta con una limusina negra y no muy grande, pero con todas las comodidades dentro.
Champán, vino blanco, zumo de naranja, leche de soja, y ¡chuches! Me encantan las chuches... Pensaba yo mientras ella habría el champán y servía 2 copas.
- Solo los labios EH, que tu no puedes y a mí no me gusta - me encantaba ver como se preocupaba por mí...
Para mi sorpresa la limusina empezó a rodar y salió de la ciudad, y yo no tenia ni idea de a donde íbamos, pero me daba igual. Ahí estábamos, ella y yo hablando de todo un poco y riéndonos.
La limusina no paró hasta llegar a la playa, y cuando bajé, desorientada, me quedé de piedra al descubrir que estábamos en Portugal !!!
- ¿Esto haces con tus citas? ¿Te las llevas a Portugal? -pregunté riendo y alucinada.
- Depende. ¿No te gusta?
- ¡Claro que me gusta! Pero estoy flipando tía...
- Bueno, pensé que te gustaría un poco de mar. Como en Barcelona.
No podía creermelo. ¿Pero cuánto tiempo llevaba esta tía planeando esto? Era increíble que hubiera pensado eso y lo hubiera organizado en solo unas horas. ¡Y lo había hecho por mí, porque sabía que me encantaría!
------ Elettra -----
Sí, había tenido que hacer unas cuantas llamadas y había sido un lío, pero ver la cara de auténtica felicidad de Alex valía la pena. Yo echaba de menos mi casa, y sabía que ella echaba de menos Barcelona, así que cuando la ví aparecer en mi puerta cansada y con cara decepcionada, pensé en darle una sorpresa.
¡Que cazzo, que la vida es un carnaval! como dice Maluma.
El chofer se fue con la limusina y le dije que le avisaría para volver. No era verano aún pero hacía muy buen tiempo.
Dimos un paseo hasta la orilla del mar y nos mojamos los pies mientras se iba el sol. Alex no podía estar más feliz, y yo cada que la veía reír me alegraba y sonreía. Como ella dijo una vez, nos retroalimentábamos, y en esa playa estábamos casi solas y felices.
- No puedo creer que estemos aquí - me decía cada dos minutos ella. - Estas loca, tía.
- Eso siempre. Ya lo sabes.
Cenamos en un chiringuito de la playa que había reservado para nosotras y acabamos tomando helado en unas hamacas mirando al mar.
Yo sentía que me podía quedar ahí toda la vida, pero empecé a notar que Alex me miraba fijamente.
- ¿Qué tienes? - pregunté mirándola y sonriendo.
- ¿Habías estado aquí antes?
- No, que va. En Lisboa si, trabajando, ya sabes, pero aquí nunca.
- Es precioso... - Alex parecía triste, ahora miraba al mar pensativa.
- ¿Y eso te pone triste?
Se hizo el silencio, y entonces Alex me miró, seria.
- ¿ Por qué desapareciste ? - Ahí estaba, la pregunta que durante todos los días desde que nos vimos no me había hecho...
- No lo sé... - mi rostro también cambió, sabía que no estaba preparada para esto. - Ya sabes que soy rara.
- Si pero joder, tú me importabas.
- Ya pero no pensé que... - de repente mi cabeza dio un vuelco, todo había cambiado tanto estos días. - No pensé que fuera pudiésemos ser amigas.
- Vamos Eli, sabes la relación que tuvimos dentro de la casa.
- Justo por eso. Era una relación de bromas, y luego todo cambió con Aída y Brasil y... - le miré, callada, y ví su mirada pidiendo que le dijera todo lo que sentía. -Tampoco pensé que estaríamos así, la verdad.
Las dos reímos. Yo me sentía aliviada de comprobar que esa conversación no había acabado mal. Pero entre nosotras nunca se sabía, siempre todo cambiaba cuando no lo esperábamos.
- Hugo me ha pedido que me case con él.
- ¿¡Qué!? - Si, lo había escuchado, pero necesitaba volver a oírlo.
- Su familia es muy tradicional y me ha pedido... Eso. - Alex hablaba mirándome, con los ojos asustados y una lágrima a punto de caer. Yo la miraba, inmóvil, incrédula, y con un dolor en el pecho que era nuevo para mí.
- ¿ Y qué le has dicho?
- Nada, hemos quedado que cuando vuelva a Madrid lo hablaremos y tal.
- No pareces muy contenta... - yo la seguía mirando pero ella ahora miraba al frente, al mar.
- Es que no sé si quiero hacerlo.
- No te cases con él. - Esas palabras salieron sin yo darme cuenta, mi cabeza ya no funcionaba y sentía que estaba perdiendo el control.
- Elettra... - Alex se levantó de la hamaca y empezó a alejarse de mí.
Me levanté de inmediato y la seguí, a escasos pasos de ella.
- ¿Cómo me haces esto? - Empezó a gritarme, yo me alegré de que no hubiese nadie cerca. - ¿Por qué no has aparecido antes? ¿Por qué?
- Tu tampoco has venido. En 3 años un solo whatsapp de cumpleaños. No todo es mi culpa.
- ¿Se supone que no puedo casarme con él por ti?
- Tampoco te hace muy feliz la idea a ti.
Se hizo el silencio. Nos mirábamos a solo dos pasos, casi sin movernos. No sé lo que ella veía en mis ojos, pero yo la miraba y sentía que estaba enfadada conmigo, pero también con ella misma.
- Eres una egoísta de mierda. Él me quiere y vamos a tener un hijo.
No me esperaba eso. Ella estaba enfadándose más y yo estaba a punto de despertar a la matadora. - Sí , claro. Pero soy yo la que esta aquí contigo en TU día libre, no él.
Aquello pareció enfadarle aún más, y durante unos segundos supuse que la guerra había empezado y nos pelearíamos a gritos un buen rato.
Pero en ese instante ella hizo lo que menos me esperaba. Rompiendo por completo todos mis esquemas, cogió mi cara con fuerza con sus dos manos y se abalanzó a besarme bruscamente. Aquel era un beso de enfado, de rabia, de pasión, pero se fue suavizando poco a poco hasta convertirse en un simple roce de labios.
- Elettra... -me susurró en mis labios mientras su mano derecha me acariciaba la mejilla.
Yo, que hasta ese momento me había quedado inmóvil, le respondí besándola suavemente mientras le cogía de la cintura.
- Shhh...no digas nada por favor.
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Despacito (Blumettra)
FanfictionBLUMETTRA se reencuentra 3 años después de acabar gran hermano, Azar, casualidad, destino??