El Báculo De Lucifer

5. Que bien te ves sin cejas

DEREK

¿Cómo describirlo? Ah sí, tres palabras: FUE REALMENTE ATERRADOR.

Cuando abrí los ojos no estaba despierto, es más era como estar en un sueño pero al ver hacia abajo me ví a mi mismo, recostado en la cama, mi pelo estaba por toda la almohada y aún tenía al grano Wendell en mi nariz.

David estaba a mi lado, al menos a él se le veía bien el pelo desordenado, a mí parecía que un tornado me hubiera pasado por la cabeza.

Como sea, flotando en medio de la habitación me dí cuenta de que ya había experimentado esto, en navidad había pasado lo mismo, pero nunca me había visto salir de mi cuerpo.

Una corriente de aire me sacudió el cuerpo, lo que resultó extraño a sabiendas que no había ventana. Intenté resistirme pero al igual que nadar, ir contra la corriente solo sirvió para ser arrastrado más fuerte, y me encontré volando de nuevo por Nueva York.

El lago del campus estaba debajo de mí, dentro una figura rubia de tres metros forcejeaba intentando liberarse, cadenas azules (hechas del agua supuse) lo mantenían encerrado.

-Esto no ha acabado -decía, sus ojos parecían posarse en mí -Solo me has retrasado, Gabriel. Antes del gran día volveré.

Supe de inmediato que hablaba en serio.

Debes detenerlo dijo la voz de mi cabeza ya no puedo hacer más por tí.

Cállate le dije. Entonces se me ocurrió algo Por qué aparecí en Nueva York?

Nunca nos fuímos. Solo hemos ido a la residencia de esta ciudad, enterrada bajo tierra.

Te refieres a que... la garganta se me cerró.

No, de forma normal no. La ciudad estaba debajo de Nueva York, pero a menos que entres por medios mágicos nunca la encontrarás dijo.

Sentí que mi cabeza iba a explotar, así que no le pregunté más. Ni siquiera sabía si era real o solo una parte del sueño, o lo que sea que fuera eso.

El aire llamó por mí de nuevo, esta vez me dejé llevar.

Me encontré en una cueva iluminada, pero aún así reconocible. Era la misma cueva que había visto cuando el chico pantalla dividida me atacó.

Esta vez solo estaba un hombre, pero al acercarme ví que su forma parpadeaba, además de que si lo veía por el rabillo de mi ojo no se notaba.

Es un fantasma dijo la voz (llamémosle Bob).

Se giró, tenía una larga barba marrón tupida, piel amarilla y ojos borrosos. Usaba una túnica blanca, de ella salía una especie de humo.

Seguía flotando, por lo que pude ver que estaba al lado del ataúd, pero esta vez no había una nube amarilla sino un cuerpo o mas bien... mas bien...

Es su cuerpo dijo Bob.

Fue tan raro y sádico que quise gritar, pero para mi suerte mi voz no funcionaba.

-Muy pronto -dijo el hombre. Cerró los ojos como si rezara.

Intentó tocar su cara (osea la del ataúd) pero al acercarse su mano desaparecía como niebla.

-Volveré con ustedes, y estaremos de nuevo unidos.

No sabía de que hablaba, pero al oírlo supe que si lo hacía, sería muy, pero muy malo.

-Te parece bien, muchacho? -me miró y entonces la pared detrás de él estalló.

Desperté con un grito.