* Selling a dream, smoke and mirrors keep us waiting for a miracle. –Let me love you, Justin Bieber.
El calor hizo que regresara de me sueño y abriera mis ojos, me acordaba perfectamente de lo sucedido, pero no entendía adonde me encontraba. Me encontraba boca arriba en una cama, observando un techo que no tenía nada que ver con el de la casa de mis tíos. Volví a cerrar los ojos con fuerza, ni siquiera quería saber adónde me encontraba, de seguro en la casa de un extraño. Entonces me fije en mi atuendo, solo llevaba una camiseta inmensa, entonces me puse de pie y logre descifrar adonde me encontraba. Estaba en nada menos que la casa de cris! Lo sabía porque el día que estaba borracho lo había llevado a su habitación. ¡Había dormido en la cama de cris, o dios! ¿Qué había pasado y como había terminado aquí? Me apresure a tomar mi vestido, que yacía en una silla cerca de su escritorio, y mis tacos, para luego comenzar a bajar la escalera. Todo estaba en silencio, pero había unos ruidos que provenían de la cocina, así que acerque y me encontré con un cris en pijama que estaba de espaldas preparando el desayuno. Me apresure para salir de la cocina mientras estaba de espaldas e irme, pero fue muy tarde. Lo sentí darse vuelta.
-Hola, estoy preparando omelets. Lentamente comencé a darme vuelta de nuevo, hasta quedar frente a frente.
-Hola, ya me iba, no te quiero causar más problemas, y gracias por todo. Comienzo a irme de nuevo, pero me detiene tomándome del antebrazo para darme vuelta.
-Primero vamos a desayunar. Me mira serio.
-Está bien. Acepto ya que su mirada me decía que no tenía alternativa. Además se notaba su esfuerzo por preparar un desayuno decente, y con todo lo que había hecho por mí se lo debía. Entonces me senté en un banquito viendo como terminaba de poner todas las cosas en la mesa y pregunte
- ¿Cómo llegue hasta aquí? El me mira de reojo, como pensando si me contestaría. Y probablemente no tenía por qué contestar a mis preguntas, ya que yo tampoco había contestado a las suyas.
- Yo seguía en la fiesta, y cuando me devolví con un amigo, y te vi, en una roca al lado del acantilado, y hacia menos tres grados afuera, así que decidí llevarte. Y tú parecías inconsciente, creo que el frio te había adormilado. Me mira serio.
-Gracias, respondo. Por cierto ¿Sabes de mi primo?
- No. Lo único que sé es que ese cabron nos dejó tirados en la fiesta, no me preocupo por mí, porque yo sí puedo encontrar con quien irme, pero te dejo a ti sola. Es más, creo que se fue con la Barbie a hacer quien sabe qué.
-¿Susan? Asiente, y le devuelvo una sonrisa, no era la única que pensaba que Susan era una Barbie. Comenzamos a comer callados hasta que el pregunto
- ¿Cómo dormiste?
-Bien, gracias. Respondo para luego seguir comiendo. Aunque no conocía muy bien a cris, tenía clara una sola cosa, y lo supe en el momento en que llamo a mi primo imbécil, no me había tocado un cabello. Simplemente es un caballero. Y los caballeros están últimamente en peligro de extinción, pero el, sin duda era un pura sangre.
-Estas muy callada, comenta cris.
-Solo pienso, respondo. Y claramente me hacía falta hacerlo, no debía haberme quedado en aquella piedra estando consiente de lo que hacía, pero el cansancio había ganado la batalla.
Entonces me mira de nuevo, y no es por ser egocéntrica, pero se notaba que lo hacía de una forma intensa. Entonces abre su boca para decir
- Me gustan las mujeres así. Lo dice con mirada soñadora, pero yo seguía sin entender a qué se refería.
- ¿Así como? Le pregunto, pero no responde, su mirada estaba perdida en otro lugar.
- Pensativas, responde después de un largo rato
- Okey, respondo, pensaba que sabias coquetear mejor, pero bueno.
- ¿Qué? Dice, como saliendo de su ensoñación, yo no estaba coqueteando contigo, eso sería intentar agradar y atraerte con medios ya estudiados y generalmente por mera vanidad. Así que no, no estoy coqueteando, solo pensaba, como tú.
- ¿Enserio? Bueno, pues, me gustan los hombres así. Respondí.
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Un verano de locos
Novela JuvenilLa vida de una adolescente puede ser difícil, y mucho mas cuando la vida te juega malas pasadas, pero lo que no sabemos es que las malas pasadas pueden terminar siendo buenas, en especial si quien es parte de ellas quiere formar parte de tu vida ¿Se...