Habían pasado tres semanas desde la ultima vez que la vi. Habíamos hecho unas cuantas llamadas, pero nada es lo mismo que tenerla conmigo.
Elettra me había pasado el numero de producción de Super Shore y ellos me mandaron la ubicación y todo lo necesario para llegar, ya que era la ultima semana.
Elettra sabia que iba a venir un día de esta semana, pero no sabia cual, ni que hora. Así que era más o menos una sorpresa.
Tenía muchas ganas de verla otra vez, me daba igual lo lejos que estuviera, yo iría sin pensarlo dos veces.
Eran las 12 am y ya estaba en la puerta de la casa, por la entrada ya parecía bastante grande. Di dos largos respiros y pegué.
Alguien abrió la puerta, era un chico y a primera vista parecía de aquí, de México. Se veía bastante cansado, con los ojos casi cerrados.
-Eres Alexandra, la novia de Elettra verdad- dijo con tranquilidad.
-Bueno...si, algo así- me había sorprendido como Elettra me había presentado a sus amigos, pero me gustaba.
-Potro. Encantado-
-Entra. La mitad de nosotros no estamos aquí, están trabajando, pero Elettra si esta, todavía está durmiendo, pero tu despiértala- Todo esto me lo decía mientras andábamos con su brazo por mi hombro, era bastante simpático a pesar de su sueño.
-¿Hasta que hora estuvisteis ayer?-
-Ni me acuerdo. Estuvimos fuera y después seguimos la fiesta aquí, pero yo me fui a dormir-
Llegamos a la habitación de Elettra, que estaba abierta, se podía ver todo porque había mucha luz entrándole. La vi, pero no solo la vi a ella. Estaba en la cama de 90 con otra chica, la otra que no le pude distinguir la cara porque estaba escondida en el cuello de Elettra tenía una mano por su cintura. No sabia que pensar, ni que ha estado sucediendo en esa casa durante todos estos días, creí confiar en ella pero ahora estaba empezando a dudar.
Me entraron ganas de llorar e irme de allí, pero esa no era una forma de afrontar las cosas.
-Eh Elettra. Alexandra esta aquí- le gritó Potro, el ya notaba mi tristeza.
-Déjalo Potro esto es muy penoso ya. Voy a fuera a despejarme- me fuí al jardín y me senté en una hamaca. Empecé a llorar como una condenada, fui idiota en pensar que me esperaría, como no me di cuenta de que es simplemente una niña y una inmadura, tiene 22 años, joder.
-Amore, estas aquí- escuché a Elettra desde lejos. Estaba viniendo hacia mi, pero yo no la veía porque estaba de espaldas.
Note sus pasos ligeros hacia mi hasta que se paró de rodillas delante mía, yo tenía mis codos apoyados en las rodillas con las manos cubriéndome la cara. Ella me agarro con suavidad de mis antebrazos y yo la mire con dolor intentando ser lo más fría posible.
-¿Que te pasa Alex?- dijo muy preocupada, su cara había cambiado totalmente. Se acerco mas a mi rodeándome con sus brazos por mi cintura.
-Elettra, joder no, no me abraces- dije quitando sus brazos de mi cintura. Ella se echó hacía atrás desconcertada.
-Alex joder no te he visto desde hace casi un mes ¿Que te pasa? Estabamos perfectamente y ahora que- dijo molesta pero con la voz quebrada.
-Que ¿que me pasa a mi? Elettra joder, te he visto con una tía medio desnuda en la puta cama cuando estabas durmiendo- le grite de rabia.
Ella me miro sonriendo con los labios entre sus dientes.
-Encima sonríes, no tienes vergüenza Elettra. Mira yo me voy- dije levantándome pero ella me lo impidió tirando de mi mano.
-Elettra que haces, déjame ir joder-
-Alex escúchame un momento todo te va a parecer absurdo cuando te lo cuente, de verdad- dijo atrayéndome hacia ella, otra vez en la misma posición.
Envolvió sus brazos por mi cintura todavía de rodillas y yo mire hacia la derecha.
-Alex, amore no es lo que tu piensas, la cama de esa chica que viste, que es mi amiga estaba llena de vomito entonces tuvo que dormir en alguna otra cama, su ropa también estaba llena y no iba a cambiarse borracha así que durmió en sujetador.-
Yo la miré y suspiré. Cerré los ojos y recapacité todo lo que me dijo. En el fondo la creo y además estaba todo grabado, iba a salir de todas formas, no tenía porque mentir.
-Tranquila amore, nunca haría una cosa así- Casi susurró. Me acercó incluso mas a ella, hasta que su frente estaba apoyada en mi pecho y yo le acaricié el lado de su cara.
-Me crees ¿no?- dijo levantando su cabeza para encontrar mi mirada. Estaba preciosa sinceramente, llevaba el pelo recogido como a mi me gustaba y estaba mucho más morena haciendo que sus ojos contrastará con su piel tan perfecta. Parecía preocupada y dudosa, pero yo le quite todas sus dudas en un segundo.
-Si te creo bonita- Suspiré.
Junte nuestras frentes y apriete mis labios de ver los suyos tan cerca. Después de todo llevaba tiempo sin verla, sin besarla.
-Te quiero ojos preciosos- Susurró cerca de mi boca.
Mi mano se posó en su cuello acariciando su nuca y ella me miro atentamente apretando mi cintura.
Nos lanzamos a la vez con tanta pasión que acabé tumbada sobre la hamaca con ella medio encima mía. No podia dejar de acariciarla, pasaba mi mano por todo su cuerpo sin límites. Era un beso pesado con muchas ganas. Y es que no tenerla por tanto tiempo, significaba no despegarme de ella por mucho mas tiempo.
Nos apartamos no con mucha distancia y nos miramos con ojos de deseo, de repetir esto muchas veces mas.
Y ella empezó a reír contra mi cuello sin ningún motivo y yo sonreí cuando la escuche, la miraba y me hacia feliz porque era tan bonita que nadie más que ella podría hacerme sentir así.
-¿De que te ríes cariño?- le dije cariñosamente, pasando mis manos por su espalda.
-Alex creo que estamos enloqueciendo- dijo intentando ponerse seria, pero se le escapa esa sonrisilla.
-Joder pues creo que si, nunca me había rallado tanto por estas cosas por nadie-
-Es que yo no soy una cualquiera baby- dijo vacilándome. Le cogí las mejillas con las dos manos y ella puso morritos cerrando los ojos, como es normal, no me pude resistir y la besé.
-No me vaciles eh- Le dije entre besos cortos.
-Se que te gusta que te den caña Alexandra- dijo a milímetros de mi.
-Como sabes lo que me gusta eh- dije apreciando su cuerpo, su cara preciosa, sus facciones, su todo.