Capítulo 50

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•JESÚS OVIEDO•
-¿Eres consciente de que casi dañas a tu hermano? -exclama mi madre con recelo

-Yo no quería enamorarme de ella pero es tan dulce, tan frágil.. -murmuro

-Hiciste bien en regresar -responde seria

-Lo sé, no quería que su relación se viese afectada por mis sentimientos hacia ella

-Estoy muy orgullosa de ti -la abrazo y escondo mi cabeza en su pecho- estoy segura de que tu hermano te lo está agradeciendo en este momento

Sonrío e inconscientemente la abrazo con más fuerza, siempre ha sido mi mayor apoyo, el pilar que me sostiene y sinceramente no sabría decir que sería de mí si ella no estuviese a mi lado.

Me doy una ducha y cuando termino me enrollo una toalla alrededor de la cintura, suena mi teléfono y lo cojo inmediatamente al ver que es Anjhara.

-Bonita, ¿cómo estás? -digo desesperado

-Soy Dani tío, ella se está duchando -suspiro

-Perdón tío -río- ¿cómo os va? -pregunto serio

-Bien, te llamaba para agradecerte todo lo que has hecho por mí, primero llamarme para que regresase y después organizarme una cita a ciegas con ella, no sé cómo agradecértelo tío

-Me conformo con que seas feliz -sonrío levemente

-Bueno, también te llamaba para pedirte que te encargues unos días de la empresa en lo que estoy fuera

-Sin problema tío, esta tarde me paso por allí, cuídate -cuelgo y suspiro

Dejo el móvil en la encimera del baño, apoyo mis brazos en ella y observo mi reflejo en el espejo y cómo poco a poco se va desvaneciendo con el vapor.

-A veces las promesas se rompen pequeña, el corazón es el que manda, yo solamente soy un loco enamorado de un amor no correspondido que mientras observa tu sonrisa a distancia, se sujeta con sus dedos a una cuerda floja que quizás rompa el mismo Cupido que me lanzó esa estúpida flecha -susurro suspirando

Intocable. [Daniel Oviedo] #GSA2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora