Capítulo 60

815 33 1
                                    

•DANIEL OVIEDO•
Termino de servir la mesa elegantemente y me coloco mi bóxer para simular el bañador. Escucho pasos en las escaleras y mi mirada se plasta en el hermoso cuerpo de Anjhara.

Una bata color vino de terciopelo por encima de la rodilla esconde sutilmente sus zonas más íntimas pero deja ver su bikini negro bastante provocativo.

Se acerca a mí y me besa lentamente mientras mis manos se colocan en su trasero.

-Estás muy sexy -susurro mordiendo el lóbulo de su oreja

-Lo dice el que lleva un bóxer bastante ajustado levantando pasiones por la casa

-No te equivoques, esas pasiones de las que hablas sólo las provoco en ti -muerdo su labio sutilmente y sonríe

Se gira para sentarse en la mesa y golpeo su trasero con fuerza haciendo que gima. Nos sentamos uno al lado del otro y su mano juega con el borde de mi bóxer mientras cenamos, o más bien, lo intentamos.

-No me provoques nena -susurro excitado

Sonríe y terminamos de cenar entre risaa y caricias mutuas; recojo la mesa y la cojo como a una princesa llevándola al borde del jacuzzi. La siento en el bordillo y comienzo a besar sus labios lentamente antes de pasar a su cuello, mientras mi mano derecha viaja por su brazo bajando la corta bata que cubre su cuerpo.

Al quitársela, entra dentro del agua consiguiendo que la siga. Me siento y se acerca sutilmente a mí acariciando mi abdomen, sus besos recorren mi cuello y muerdo mi labio. De un movimiento, la coloco sobre mis piernas y observo su cuerpo semidesnudo.

-No sé qué me pasa pero créeme que no quiero parar -susurra excitada

-Chiquita -gimo por sus sútiles mordiscos en mi cuello- quiero hacerte mía una vez más -muerde su labio

Tomo el mando de la situación, la beso ferozmente mientras desabrocho su bikini. Acaricio sus pechos y seguidamente mi mano viaja hasta su intimidad acariciándola bajo el agua mientras su mano busca mi miembro con desesperación.

Realizamos movimientos rápidos conjuntamente y sus gemidos bañan mis oídos; entro en ella haciendo que clave sus uñas en mi espalda y doy fuertes embestidas con el fin de escuchar sus sonoros gemidos.

-¡Joder Oviedo! -grita

-Eres una diosa nena -gimo totalmente excitado mientras se mueve sobre mí

Coloco mis manos en su cintura prácticamente rozando su trasero y fuerzo tanto sus movimientos como los míos haciendo que lleguemos al climax tras soltar un gran gemido de nuestros labios.

La abrazo y beso su cabello empapado mientras sus uñas recorren sutilmente mi torso.

-Te quiero nena -digo sincero

-Te quiero nene -susurra sonriendo

Se estremece por la brisa algo helada a consecuencia de la noche que nos rodea y me levanto cogiendo una toalla para enrollarla a su cuerpo desnudo. Bosteza y río observando su rostro cansado; me seco con otra toalla y me coloco un bóxer seco.

-Ven chiquita -digo cogiéndola en brazos

La llevo a la que a que partir de hoy es su habitación, le coloco la ropa interior y la acomodo bajo las mantas acariciando su cabello.

-Descansa reina, mañana será otro día -susurro dejando un beso en su mejilla cuando ya está prácticamente dormida

-Quédate conmigo -susurra dulcemente

Sonrío inconscientemente y me acuesto a su lado abrazándola por la espalda.

-Algo me dice que muy pronto recordarás pequeña, muy pronto -susurro

Mis ojos comienzan a cerrarse conforme al cansancio acumulado estos días y sonrío tontamente al recordar su hermosa y dulce sonrisa antes de caer rendido en un profundo sueño en el que ella es la principal protagonista.

•JESÚS OVIEDO•
Juego con el hijo de Selena mientras ella se ducha, adora los coches tanto como a mí en mi infancia.

-Pareces un bebé jugando -dice ella a mis espaldas

-En ocasiones es bueno regresar al pasado -digo sonriendo

-Mami, ¿ahora Jesús es mi nuevo papá? -pregunta el pequeño con una voz que me causa ternura

-No sé cariño, pregúntale a él -dice sonriendo

-Jesús, ¿quieres ser mi papá? -pregunta haciendo pucheros

-Claro pequeño, voy a cuidar de ti como si fuera tu verdadero padre -me abraza y sonrío

-¿Y de mami? -dice mirándola

Alzo la cabeza para mirarla, bajo nuevamente mi mirada hacia el pequeño y observo sus grandes ojos azules, y sonrío.

-De ella también

-Venga enano, ya es hora de dormir -dice ella cogiéndole en brazos mientras patalea- ya tienes nuevo papá mi vida -susurra llevándole a la cama

Lo acuesta y me acerco por la espalda, rodeo su cintura con mis brazos y beso su cuello despacio.

-No dejaré que le hagan daño a ninguno de los dos, ahora este niño es mi responsabilidad y ningún imbécil va a arrebatarme lo que me pertenece por mucho juez que haya de por medio, ganaré ese juicio y el niño será solamente tuyo -susurro en su oído

-Más bien, nuestro -dice sonriendo después de girarse

-No sé qué me has hecho pero -coloca su dedo índice evitando que siga

-No he hecho nada, más bien, ¿qué has hecho tú? -susurra rozando delicadamente mis labios

No articulo palabra alguna, nuestros ojos hablan por sí solos, nuestras miradas lo dicen absolutamente todo. Uno nuestros labios en un cálido pero dulce beso mientras sus manos reposan en mi abdomen y las mías en su cintura.

-Paso a paso, he ido queriéndote cada vez más -susurro mordiendo su cuello

-Si dijera que no te quiero, te estaría mintiendo -muerde su labio inferior

Inconscientemente la elevo del suelo haciendo que sus piernas rodeen mi cintura mientras no dejamos de besarnos, las gotas de su cabello empapado caen sobre mis hombros desnudos y se deslizan provocando que mi piel se estremezca.

Intocable. [Daniel Oviedo] #GSA2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora