Capítulo 66

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•DANIEL OVIEDO•
Hoy es el último día de este increíble viaje que finaliza con grandes e inolvidables momentos. Terminamos de cerrar las maletas y decidimos despedirnos del gran paisaje que nos rodea.

-Voy a echar de menos esto -susurra nostálgica observando la ciudad y la pista

-Si te soy sincero, yo también nena -digo abrazándola por la espalda

-Cuando era pequeña mis padres me trajeron a este lugar tan grandioso, con tan sólo 8 años juré que algún día volvería y hoy, teniendo 20, juro lo mismo. Este lugar me ha regalado los mejores momentos de mi infancia y los mejores momentos de mi noviazgo con el amor de mi vida, y cuando muera, que espero que sea muy tarde, me gustaría que mis cenizas volasen por esta misma pista de esquí y que mi recuerdo esquie por ella sin miedo, descendiendo la montaña como un tren de alta velocidad

-En ocasiones me dejas totalmente anonadado con tus palabras -digo serio

-He caído tantas veces que he aprendido a valorar lo que me llena -dice observando la nieve caer ante sus ojos

-Algún día, volverás a tener esta imagen ante tu mirada

-Solamente sé que hay algo que me ata a este lugar -frunzo el ceño confuso

-¿Qué te ata? -pregunto curioso pero a la vez preocupado

-Alguien muy importante para mí fue enterrado en esta ciudad cuando tenía 8 años

-¿Cuándo viniste de viaje? -digo con rostro serio y asiente- ¿qué pasó?

-Yo tenía un hermano Dani -mi boca simula una O- era el típico cabezota de 15 años, se empeñó en que tenía que bajar la pista negra antes de irnos, mis padres al principio no estaban muy convencidos pero al final aceptaron que fuera y le pidieron que tuviera muchísimo cuidado, nosotros volvimos al hotel y a la hora y media nos llamaron de asistencia médica y -tapa su rostro con sus manos y comienza a temblar

-Tranquila nena -digo abrazándola

-Murió haciendo lo que más quería, bajar esa dichosa pista negra -susurra con un hilo de voz- por eso hoy quise bajar esa misma pista y mientras lo hacía todo me recordaba a él, a ese terrible accidente que acabó con su vida en cuestión de segundos -solloza

-Pequeña, has sido muy valiente al querer recordar por tu propio pie ese trágico momento

•ANJHARA JONES•
Colocamos las maletas en el maletero y observamos por última vez el paisaje. La nostalgia se apodera de mis adentros, desde que le he contado la muerte de mi hermano me es totalmente imposible no estar hundida en la tristeza.

-¿Sigues recordándole verdad? -pregunta él entristecido

-Sí Dani, aún -respondo bajando la mirada

Da las indicaciones correctas al taxista y cuando me doy cuenta el coche se detiene.

-Les esperaré en el aparcamiento -dice el señor de tez pálida

Me bajo del coche sin saber en qué lugar estoy y me giro observando el cementerio en la acera del frente.

-Dani -susurro apretando su mano

-Es el momento de que expulses todas las lágrimas que te estás conteniendo ahora mismo y dejar a un lado lo que te atormenta

-Tengo miedo -susurro temerosa

-Ya afrontaste el peor miedo nena, bajar la misma pista en la que falleció tu hermano, eso no es de cobardes

Asiento decidida y busco un nicho con el nombre de mi hermano, Andrew Jones. Limpio la lápida con una rama y muerdo mi labio conteniendo las lágrimas.

-¿Quieres que te deje sola? -pregunta acariciando mis brazos

-Cuando falleció, mis padres decidieron enterrarle aquí para remediar el dolor que les estaba causando por un error suyo, no querían tenerlo cerca para evitar recordar -susurro- a partir de su muerte, las discusiones de mis padres aumentaron, día tras día, noche tras noche -digo siguiendo el contorno de las letras de su nombre

-¿Cómo es que recuerdas tu infancia pero sobre todo las tragedias?

-Nunca olvidé a mi hermano, siempre lo he llevado en mi corazón y aunque tan sólo tuviera 8 años, seguía siendo mi hermano y para mí era un gran ejemplo a seguir. Él era el favorito de mi padre, mientras a él lo trataba como un rey y lo consentía, a mí me maltrataba

-La vida ha sido bastante dura contigo pequeña -dice limpiando mis mejillas

-El rencor que siento hacia ellos por haberme obligado a tener su nicho lejos de mí, ha crecido con el paso de los años y sinceramente me faltarán años para hacerles pagar por todo el daño que han hecho -digo firme

-Algún día pagarán pequeña, algún día -dice abrazándome

Intocable. [Daniel Oviedo] #GSA2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora