Intocable. [Daniel Oviedo] #GSA2017

Capítulo 58

•JESÚS OVIEDO•
Colocamos las maletas en la parte trasera del taxi y nos montamos en el coche en dirección al aeropuerto. Embarcamos al par de minutos de llegar y el avión despega.

Observo las nubes por la pequeña ventanilla en la que el hijo de Selena se asoma para curiosear y sonrío levemente.

Coloco mi mano sobre su pierna y ella me dedica una amplia sonrisa mientras me susurra un 'todo estará bien' que me tranquiliza por completo.

Llegamos al aeropuerto de Barcelona, recogemos las maletas y busco a Bryan entre tanta gente que se empeña en salir al mismo tiempo que nosotros con empujones y groserías.

-¡Jesús! -grita al verme

-Llévame directamente al hospital -indico nervioso

Asiente, nos montamos en el coche y mis nervios florecen conforme vamos acercándonos a ese acogedor pueblo llamado Puigcerdà donde comenzó todo.

Llegamos al hospital y entro en busca de la habitación de mi hermano hundido en desesperación, entro y veo a Anjhara apoyada sobre su pecho acariciando su brazo lentamente.

-Anjhara, ¿estás bien chiquita? -digo abrazándola

-¿Quién eres? -pregunta y muerdo mi labio inconscientemente

-Así que es cierto..has perdido la memoria -susurro

-Eso dicen los médicos pero es temporal -responde sin dejar de acariciar el brazo de Dani

-Bueno, ¿y él cómo está?

-Bien, dentro de lo que cabe, pero aún no ha despertado, y aunque no lo recuerde, me he quedado aquí esperando a que mueva, más que sea, sus dedos -los acaricia sutilmente

-Te duele no recordar, ¿o me equivoco?

-No te equivocas, mi corazón me dice que esté aquí, en cambio, mi mente es la que no lo recuerda, o más bien, ni siquiera hace el esfuerzo por recordarlo

Entra Bryan con Selena y el pequeño en brazos y Anjhara los observa con detenimiento.

-Hola, ¿quieres ser mi amiga? -le pregunta el pequeño con esa vocecita que causa ternura

-Claro pequeño -dice sonriendo- siempre me han gustado los niños -dice mirándome- qué pena que él no pueda verlo -susurra bajando la mirada llena de tristeza

•JESÚS OVIEDO•
-Chiquita.. -dice con un pequeño hilo de voz

Mueve sus dedos mientras abre los ojos y Anjhara solloza sobre su pecho desconsolada.

-Mi niña -susurra tosiendo

-No hables, estás débil -dice ella abrazándole

Decido salir de la habitación para dejarlos solos y me siguen Selena y Bryan. Nos sentamos en la sala de espera y tapo mi rostro con mis manos.

•ANJHARA JONES•
-Sé que no me recuerdas -tose- que has estado cuidando de mí a pesar de eso -acaricia como puede mi mejilla- pero conseguiré que me recuerdes

-¿Cómo sabes que he estado aquí todo el tiempo? -pregunto secando mis lágrimas

-No podía hablar, ni moverme, ni abrir los ojos pero sí podía escuchar -aclara débilmente

-No hables por favor -suplico acariciando sus labios

-Te quiero nena, siempre te querré -susurra

-Y yo a ti chiquito -respondo inconscientemente haciendo que sonría

-Entonces, ¿te gustan los niños? -dice intentando incorporarse en la camilla

-Me encantan -susurro a centímetros de sus labios

-Entonces déjame ser tu niño mimado -sonrío tontamente

Uno nuestros labios despacio mientras su mano acaricia mi mejilla derecha, ¿qué me pasa? ¿por qué respondes a todo corazón? Sigo sin recordarle joder, ¡estúpida mente, haz que recuerde!

-Eres un cuento breve que leeré mil veces -susurro tímidamente

-¿Breve? -pregunta frunciendo el ceño

-Cuando recuerde cada momento, dejará de ser breve, ¿no? -río nerviosa y sonríe

-En esta curva me maté yo -dice siguiendo el contorno de mis labios

-Según mi corazón, con esos ojos color café caí profundamente en el insomnio

Sonríe levemente y tocan la puerta, entra el doctor y sonríe al verle despierto.

-Me alegra verle sonreír Oviedo, algo me dice que está en muy buenas manos -dice mirándome

-Me ha cuidado estos días -dice sonriendo

-Eso se lo aseguro, las mujeres son la cura de los hombres -le guiña el ojo