Lo que no pasó © (Libro Completo)

Capitulo 7

— Gracias por prestarme esta falda — agradezco mirando la falda que Sara me había prestado, pues la mía estaba manchada de pintura.

Sara y yo estamos en el estacionamiento de la escuela. Yo estoy esperando a que mamá venga a recogerme y Sara está esperando a Jack para ir con él a la heladería.

— No fue nada, todo es culpa de la bruja ¡Como la odio! — gesticula negando con la cabeza — Pero va a tener su merecido ¿Verdad?

— Por supuesto que si, esta vez cruzó un límite. Por muchos años he aguantado sus burlas y bromas por la amistad que alguna vez tuvimos, pero ya no mas — contesto decidida.

— Estoy de acuerdo contigo.

— Pero no hablemos de ella ahora, mejor hablemos de tu salida con Jack — digo subiendo y bajando las cejas pícaramente.

— Amiga estoy emocionada, pero al mismo tiempo me muero de los nervios.

— No te preocupes, ya verás que todo va a salir bien — la aliento.

— ¿Lista? — cuestiona Jack llegando junto a nosotras, al mismo tiempo que veo el auto de mamá estacionarse frente a la escuela.

— Si... Mira ella es Sofia, mi mejor amiga y Sofia, el es Jack — presenta ella a lo que ambos respondemos con un «mucho gusto». luego el camina hacia un auto que supongo es el suyo y le hice señas a mi amiga para que se acerque.

— Te escribo más tarde para contarte como me fue — susurra — ¡Adiós señora Laura! — exclama despidiéndose de mamá, pasando a un lado de su auto.

Camino hasta el auto de mamá, y cuando ya estoy en el asiento de copiloto, beso su mejilla.

—Hola mamá.

—Hola hija ¿Que tal tu día? — pregunta poniendo en marcha el auto.

—Bien y ¿el tuyo?

—Ya sabes... Estresante, pero es lo que amo hacer — responde sonriendo.

***

Estoy escuchando música en mi habitación, mientras termino la tarea, cuando veo a mamá entrar. Ella me hace señas para que me quite los audífonos.

—¿Que pasa? — pregunto guardando los audífonos en mi mochila la cual descansa sobre mi cama.

—Hoy vienen a cenar unos amigos a la casa y necesito que me ayudes con la cena — responde sentándose a un lado de mi.

—¿Tengo que estar presente?

—Por supuesto que si.

—Pero me voy a aburrir mucho — replico negando con la cabeza.

—Hija, sería una mala educación si no estas presente, además vienen con sus hijos.

—¿Y que amigos son? — pregunto extrañada, pues mamá muy pocas veces trae a sus amigos a la casa.

—Pues los conozco desde hace mucho tiempo, fuimos a la universidad juntos, allí fue donde ambos se conocieron y poco después se casaron y hace poco coincidimos de nuevo. Ya verás que te van a caer bien — sonríe.

—De acuerdo.

—Bien, también necesito que alimentes a Pelusa y que te vistas presentable — ordena, levantándose de la cama.

—¿Tan mal me veo? — bromeo mirando mi pijama.

—Con esa pijama de corazones si.

Río.