Estoy un poco consternada por lo que pasó hace un rato entre Jenny y Evan. Pienso que algo muy fuerte tuvo que haber pasado entre ellos, para que el la trate de esa manera, con tanto enojo y dolor. Es como si no pudiera estar cerca de ella porque se transforma totalmente.
Suspiro y me impresiono cuando estoy a una cuadra de casa y veo el auto de mi padre estacionado en la entrada.
Sacudo la cabeza y camino hasta la puerta. Introduzco la llave y me sorprendo aún mas cuando entro y veo a papá sentado en uno de los sofás de la sala con Mackenzie — mi hermana — a su lado.
—Papá — saludo y al verme se levanta, camina hacia mi y me da un rápido abrazo y un beso en la frente.
—Hija que bueno verte.
—Que sorpresa, creía que aún faltaba un par de semanas mas para que regresaras.
Niega con la cabeza.
—Quise adelantar mi llegada por algunos problemas... Y también porque quería hablar contigo — me indica que me siente y cuando lo hago, saludo con un beso en la mejilla a Mackenzie. La últimas vez que nos vimos ella tenia tres años, y por lo que sé, ahora tiene seis recién cumplidos.
Mackenzie tiene el cabello rubio, ojos color verde, piel pálida y unas regordetas mejillas.
—¿Y mi mamá?
—Está en la cocina atendiendo un llamada de trabajo — asiento —¿Como estás, como va la escuela?
—Estoy muy bien, trabajo como niñera... Y la escuela igual que siempre — sonríe — ¿Y tu papá, como éstas?
—Bien... Tenía muchas ganas de verte, hacía mucho que no nos veíamos — mira a Mackenzie — Pero si decidí traer a kenzie conmigo es porque últimamente hemos tenido algunos problemas... — miro a la niña a su lado y se sonroja — Kenzie últimamente ha estado hablando mucho sobre querer verte... Ella ha observado que sus amigas conviven o tienen una estrecha relación con sus hermanos y se ha dado cuenta que ella teniendo una apenas y se ven... — sonríe — ella quiere conocerte, como su hermana mayor.
Sonrío.
Cuando era pequeña siempre les pedía a mis padres un hermano, cada vez que veía a mis primos o amigos convivir con sus hermanos deseaba tener uno. Pero cuando papá y mamá se separaron ese deseo se vio empañado. Opté por resignarme a que jamás pasaría.
Pero cuando papá me dio la noticia de que iba a tener una hermana, no puedo negar que me emocioné mucho, incluso fantaseaba con la idea de poder peinarla, jugar con ella y mucha otras cosas. Pero luego me di cuenta cuando conocí a Jessie — mi madrastra — que eso no iba a ser posible. Cuando Mackenzie apenas era una bebé no me dejaba acercarme a ella, ni siquiera me permitía cargarla. Así que con los años aprendí a vivir con eso y evitaba ir a la casa de papá, para no toparme con ella.
Pero ahora no puedo negar que me emociona la idea de que ella quiera que llevemos una relación de hermanas.
—Eso es genial... Me encanta la idea Kenzie, ¿de verdad quieres que nos conozcamos mas, como hermanas? — ella me mira y sonríe ampliamente asintiendo repetidas veces con la cabeza — Pero papá, eso en un poco complicado teniendo en cuenta que solo te veo una o dos veces al mes...
—Justo de eso estábamos hablando — dice mamá entrando a la sala con el celular en mano. Me saluda con un beso en la mejilla y se sienta a mi lado — Y llegamos a una conclusión.
Los miro dudosa.
—¿Cual?
—Si tu quieres Kenzie se puede quedar contigo por tres semanas, a su escuela la están remodelando, por lo que tendrá esas semanas libres, y si estas de acuerdo pueden pasarla juntas... Para conocerse mejor y convivir como hermanas.

ESTÁS LEYENDO
Lo que no pasó © (Libro Completo)
Teen Fiction¿Que hubiera pasado si las cosas hubieran sido distintas? ¿Si le hubiera confesado mis sentimientos? ¿serian las cosas distintas? Lo que no pasó