Luego de levantarnos, arreglarnos y desayunar, el timbre de casa sonó avisando que la abuela ya había llegado.
Las primeras en levantarnos de la mesa fuimos Kenzie y yo y corrimos hasta la puerta, para ser envueltas en el apretado abrazo de la abuela.
La abuela es de estatura normal. De piel blanca, ojos azules, cabellera gris la cual lleva sujeta por un pasador con estampado de flores, lleva un vestido verde con un cinturón color pastel y unos zapatos bajos del mismo color.
—¡Mis niñas, no saben cuanto las extrañe! — exclama apretando mas su abrazo — Su papá no las lleva con el cuando me visita.
—Oh abuela, pero si estas mas hermosa — digo al tiempo que nos libera a Kenzie y a mi del asfixiante abrazo — Pero no se lo digas a la abuela Miranda.
Suelta una carcajada. La abuela Miranda – la cual es la mamá de mi madre — y ella siempre han peleado por mi, incluso cuando era pequeña siempre me horneaban algún dulce y luego me preguntaban quien era mi abuela favorita. Era muy divertido.
—Hola Lila, ¿como estas? — saluda mamá dándole un abrazo a la abuela, porque aunque ella y papá se separaron hace muchos años, mamá la ve como su segunda madre y ella como la hija que no tuvo.
***
Camino por los pasillos de la escuela a paso apresurado, porque como siempre, voy tarde a clases. Me detengo frente al aula y toco la puerta esperando que el nuevo maestro de biología se apiade de mi y me deje entrar.
—Señorita Smith, está llegando tarde a clases — me quedo con la boca abierta mirando desconcertada a quien esta parado frente a mi.
—¿Tio Travis?
Sonríe con diversión.
—Oh no señorita, soy el señor Smith, su nuevo maestro de bilogía — arruga la nariz — Y esta vez la voy a dejar pasar porque es mi primer día de trabajo, que no vuelva a repetirse.
Asiento aún confundida y entro al aula sin quitarle la vista de encima. ¿Que hace el tío Travis aquí? Esto tiene que ser una pesadilla.
—Muy bien, pueden salir — dice cuando suena la campana — Y no se olviden de investigar.
Espero a que todos mis compañeros salgan y me dirijo hasta el mirándolo con una ceja arqueada.
—Tío, ¿Que haces aquí? — levanta la vista de una carpeta que se encuentra sobre su escritorio y me da una amplia sonrisa.
—Me mudé a la ciudad, me ofrecieron trabajo en esta escuela y no dudé en venir. Pensé que tu padre te lo había dicho.
—No pero... ¡Espera!
—¿Que?
—¿Eso quiere decir que Anne también está aquí, en la escuela? —pregunto con entusiasmo.
—Si, mi hija debe estar en la cafetería.
—¡Que emoción! Voy a buscarla —chillo corriendo hacia la salida, pero la voz de el me detiene.
—Aquí en la escuela soy el maestro Smith, afuera soy tu querido tío Travis.
Ruedo los ojos.
—Si maestro Smith.
Corro por todos los pasillos llevándome a un par de personas por delante hasta que entro a la cafetería y la localizo en una de las mesas hablando con una chica.
—¡Anne! — chillo con alegría llamando su atención.
—¡Sofia! — se levanta de la mesa y me abraza — Te extrañe mucho
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Lo que no pasó © (Libro Completo)
Novela Juvenil¿Que hubiera pasado si las cosas hubieran sido distintas? ¿Si le hubiera confesado mis sentimientos? ¿serian las cosas distintas? Lo que no pasó