Decepción.

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Blanca y brillante, la libélula volaba, transparentes y hermosas sus alas bailaban, llevada por el viento su camino buscaba, hasta que un día perdida se encontraba.

Buscando y buscando sin cesar aquel lugar al que debía regresar.

Zumbando, zumbando, la libélula, enajenada, se encontró con un fiasco. La luz, sobre el charco, le enseñó un curioso caso.

Su reflejo miró, y pronto, en tentación cayó, sobre aquel reflejo, sus finas patas posó y en un pozo de alquitrán pronto se hundió.

Zumbando, zumbando la libélula luchando.

Con fuerza, sus alas batió y de alquitrán las bañó, todo su cuerpo se estremeció, mas fue inútil, pues pronto, perdida se halló.

Batiendo, batiendo, la libélula se hundió, su cuerpo sin vida quedó.

Retumba, retumba, la libélula en su tumba, mientras sus alas se tiñen de negro y exhala su último aliento.

Vida y obra de una loca desquiciada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora