17: Se fue la luz.
Capítulo narrado por Noah.
Estaba caminando por el pasillo y vi la hora en mi reloj, eran las doce de la medianoche, ya era sábado por lo que veía, todo estaba completamente oscuro, yo vivo en el tercer piso con Leo, Jake y Alberto así que normalmente uso el ascensor. Me paro al frente de él y presiono el botón para que se abran las puertas, pero de algún modo no funcionaba.
—Debe estar ya averiado el botón, utilizaré el del segundo piso —dije mientras daba un suspiro, no me gustaba usar las escaleras, pero eran necesarias en ese momento, tenía sed y el único lugar con agua es la cocina.
Caminé con lo que quedaba del pasillo hacia las escaleras, al lado de ellas hay vitrales en las que se reflejaban gotas caer, al parecer, está lloviendo, miré las escaleras y casi no se veían los escalones por lo oscuro que estaba. Con cuidado bajé cada uno con dificultad de visión, de verdad no veía nada. Tras bajar aquellos escalones al segundo piso, me dirigí a la puerta del ascensor en donde apreté el botón de éste.
—Maldita sea, ¿por qué no funciona? —miré con atención el botón y no estaba encendido al igual que el otro, esto de verdad era extraño, tendría que dar un vistazo al otro del primer piso.
De nuevo bajé las escaleras con dificultad, la lluvia se volvía cada vez más fuerte que no escuchaba el sonido de mi respiración o de mi caminar.
Al llegar, vi el botón ¡y también estaba apagado!, todos lo estaban, ya no me quedaba de otra que bajar las escaleras hacia la planta baja, y eso hacía yo.
—Esto es muy extraño, ¿por qué no funcionan los botones del ascensor? —Ya que, jamás había pasado esto, pero me daba un escalofrío bajar los escalones en la oscuridad.
Llegué a la planta baja, me dirigí al living para tomar la ruta a la cocina, al traspasar lo que separaba el living con la entrada escuché el sonido de dos cosas metálicas rosándose como los sonidos de dos cuchillos siendo afilados, creo que casi amanecer jugando la noche cinco de Five Night At Freedy's 3 y Resident Evil me estaba volviendo loco.
Ignoré el sonido y me dirigí a la cocina en donde vi que había una pequeña y débil luz que se asomaba de allí, ¿alguien estaba despierto a esta hora?, pensé que era el único en bajar, pero el sonido de los cuchillos provenían de allí, ¿sería Andrew afilándolos?, aunque no entendía, ¿por qué haría eso a mitad de la noche?, debía ser que no podía dormir y no encontró qué hacer. Entré a la cocina y vi que no era Andrew, aquella persona era más baja que él y sus cabellos estaban desordenados y vestía de una bata blanca con manchas de sangre, mi corazón se iba a salir del susto.
—¿Eres tú, sádica? —al preguntar eso, aquella persona volteó y me miró, sus ojos parecían sin vida, tenía una sonrisa macabra y dos cuchillos chocándose entre sí con sangre, me quedé inmóvil, no podía moverme de alguna manera.
—A ver... ¿quién será el siguiente? —su voz era escalofriante y sus mechones estaban cubiertos de sangre.
—¿B-Bloody Jan? —dije con dificultad, no podía escapar ya que mis piernas no me respondían.
—Exactamente. —Sus ojos cambiaron una expresión a unos de paranoia y locura—. Tú debes ser el siguiente que me otorgue más inmortalidad.
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Rodeada de idiotas.
HumorJanette es una joven venezolana con problemas mentales que tiene que convivir con sus hermanastros, los cuales comparten la misma neurona. Nuestra querida protagonista estará rodeada de un montón de idiotas, incluyéndose, aunque sea demasiado i...