18: feria de arte arruinada.

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18: feria de arte arruinada.


Ya eran las dos de la mañana, después de comer, me fui a mi habitación, por fin había llegado la luz, Aoi aún estaba dormido en mi cama, yo perezosamente me tiré a mi cama haciendo que Aoi despertara.

     —Perdonar Aoi, es que estoy llena. —Ni sé para qué le debo explicaciones al gato, él me respondió con un ''miau'', qué lindo.

     Cinco nutellas después...

     Estaba aún en los brazos de Morfeo, que creo que le pediré matrimonio algún día, hasta que escuché que alguien entra a mi habitación.

     —Jan, despierta, ya está el desayuno —es la voz de Emilia, yo me levanto arrastrada que creo que me caí de la cama. El piso como siempre, pidiéndome matrimonio—. ¿Te caíste, Jan?

     —Noo ¿cómo crees?, estaba soñando con el piso y de la emoción quise abrazarlo.

     —Bueno... Usui quiere que bajes para que comas.

     Un momento, ¿Usui?, se esperaba mucho de él, sabía que se preocuparía por Jane de Morfeo.

     —Bien, iré solo porque tengo el hambre nivel dios que me da.

     Ella asiente y se va de mi habitación, mi piyama aún tenía Kétchup, normalmente no me importaría, pero no terminé de lavar los cubiertos de Andrea y me matará, así que tiré mi piyama por ahí y me puse una bata de nuternianas, digno de mí.

     Agarré a Aoi, esta vez lo bajaría, no le hace bien quedarse todo el tiempo en mi habitación, se podría suicidar si yo no estoy, mentira, estoy bromeando, pero nunca se sabe qué hará él.

    Salí de mi habitación y bajé normalmente, si normalmente es tropezar con los escalones hasta caer de culo, sí, bajé normalmente.

    Diccionario Jane: normalmente: raro, idiota, estúpido, nada normal...bueno, todo excepto normal.

    Me reuní con los demás analfabetas quien no saben deletrear la palabra responsabilidad, excepto Víctor, Jake y Usui, ellos son los genios junto conmigo, soy cool.

    —¿Qué hay de comer? —pregunté y de repente apareció Andrea con una cara de furia.

    —Antes de decirte lo que comerás, ¿hiciste tú, el desastre en la cocina? —sonaba algo inseguro, el gamer no está, quiere decir que no se dio cuenta.

    —¿Yo?, yo no haría tal cosa, ¿qué tipo de desastre?

    —Había Kétchup por todos lados y en los cubiertos.

    —¿Kétchup regado?, ese no es mi fuerte, ni mi estilo.

     En ese momento aparece Noah, ¡oh no!, me delatará.

     —Noah —le llama Andrea, él lo mira y, no quiero seguir contando porque seguramente pasará lo que yo creo que pasará, harán Jane a la parrilla.

     —¿Qué quieres, Andrew? 

     Esto no me gusta para nada.

     —¿Sabes quién fue la persona causante del desastre de la cocina? 

     Ahora sí, me preparo para ser quemada y que mis restos queden en el patio o en el retrete.

     —Yo no sé de qué me estás hablando.

     ¿Qué? ¿Me está cubriendo o se le borró la memoria cuando durmió?, elijo la segunda.

     —¿No sabes quién fue el que llenó toda la cocina de Kétchup?

Rodeada de idiotas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora