NARRA DANI
YO: ¿Y no la pueden medicar?
(...): Es una enferma terminal.
YO: ¿Y qué? Debe haber soluciones para mantenerla con vida.
(...): Ahora lo que la mantiene con vida es la esperanza.
YO: ¿Esperanza?
(...): Su cuerpo denega todo tipo de ayuda.
YO: ¿Qué quuiere decir?
(...): Que sólo queda esperar.
YO: ¿Esperar a qué? ¿A que muera?
(...): Lo siento.
YO: ¿Y usted es médico? -lo miro mal-
*
NARRA TESSA
Entra. Tiene mala cara. Lo miro y sonrío.
*
DANI: Mi bonita. -me toca la cara-
*
Cojo su mano. Me la besa y se le cae una lágrima.
*
DANI: Siento haberte fallado.
*
Dani, sabíamos que ésto pasaría. No es tu culpa. Sigo sin poder hablar.
*
DANI: ¿Sabes? Me hubiera gustando tener una mini Tessa.
*
Sonrío.
*
DANI: Seríamos felices. Ella correría por el jardín mientras nosotros nos haríamos bromas. Te besaría toda entera. Te daría todo lo que tú quisieras. -sonríe-
*
NARRA DANI
YO: Seríamos lo que no somos ahora. Felices. -la beso-
*
Entra Zoey. Está alterada. La mira y llora. Se acerca a la cama y le coge la mano.
*
ZOEY: No puede ser.
YO: Lo es.
ZOEY: ¿Por qué a ella?
YO: Porqué la quisieron castigar.
ZOEY: Un castigo de por vida.
YO: Un castigo que no sólo sufre ella.
ZOEY: Sufrimos todos.
*
La mira. Le acaricia el pelo. Sus mejillas se llenan de lágrimas.
*
YO: Es mejor que no nos vea así.
ZOEY: No puedo evitarlo.
YO: ¿Sois muy amigas?
ZOEY: Es cómo mi hermana.
YO: La amo.
ZOEY: Ella a ti también.
YO: La amaré siempre.
*
Me aprieta la mano. La miro y me sonríe. Se queda dormida. Salimos fuera y rompo a llorar. Me lleva al baño. Me mojo la cara y llega Jesús.
*
JESÚS: Bro. -me abraza-
YO: Se me va. -lloro-
JESÚS: Tranquilo.
YO: No puede irse.
JESÚS: Respira.
YO: Ella es todo.
JESÚS: Dani.
YO: No puedo, sin ella no.
JESÚS: Escuchame.
*
Lloro. Me siento en una silla y se pone delante.
*
JESÚS: He visto a su padre.
YO: ¿Y qué?
JESÚS: Está dispuesto a venir.
YO: No, antes pasará por encima de mi.
JESÚS: Es bueno.
YO: ¿Bueno? Casi la mata.
JESÚS: Quizá hagan las paces.
YO: No.
*
Llega su padre. Tiene un aspecto dejado. Huele muy mal. La ropa es de hace días. Me mira y aprieta los puños. Me levanto, me acerco a él y lo agarro del cuello.
*
YO: Se te pasa por la cabeza tocarla y te mato ahora, sin miedo.
(...): Siempre creí que mi hija era ciega. Pero la cegaste tú.
YO: ¿Cómo se atreve a hablar así de su propia hija?
(...): Hay muchas cosas que no sabes. -ríe-