Aprendiendo a ser padres

Capítulo 30: Entre la vida y la muerte

Cuando Ash creía que el nuevo parto de su esposa iba a ser normal como el de sus hijos mayores; no pensó que este se iba a complicar demasiado, hasta el punto de hacerle una cesárea para salvar a la bebe, y ahora paso lo peor Serena su amiga, su compañera y esposa esta entre la vida y la muerte, pero algo mas esta por pasarle a ella…

¡Doctor! ¡La paciente, está perdiendo el pulso! ¡Su corazón está comenzando a dejar de latir! – Dijo la enfermera notando que Serena estaba perdiendo la vida.

¡No Serena! – Grito Ash.

Rápido, debemos tratar de que su corazón vuelva a latir, enfermera traiga sangre tipo A+ ¡Rápido! – Ordeno el doctor mientras se preparaba para reanimar al corazón de Serena.

Por favor Serena, no te vayas, no me dejes, no dejes a nuestros hijos, por favor – Suplicaba Ash a su esposa.

Mientras con Serena sentía como su alma dejaba su cuerpo y veía como ella ascendía a lo alto mientras miraba a todos los que estaban ahí.

¿Qué? ¿Qué me está pasando? – Decía Serena la ver su cuerpo - ¿Acaso estoy muerta? ¡No! ¡No quiero morir, mi familia me necesita! ¡Aun no por favor! – Volvía a Decir Serena mientras ella trataba de volver a su cuerpo.

Pero fue inútil, su alma se elevaba más y más, hasta que al fin llego a lo que era una casa que extrañamente a ella se le hacía familiar.

Esta…casa…me resulta bastante familiar – Dijo Serena viendo la casa, y como su curiosidad era tanta decidió entrar en ella.

Y cuando entro vio muchas cosas como fotos, muebles, y muchas otras cosas. Pero Serena sintió que justo al momento de entrar que ella no estaba sola en esa casa, así que mientras estaba ahí sabía que la presencia estaba en la sala, su instinto le indico que fuera ahí y así lo hizo.

Y cuando entro en la sala vio a un hombre de unos 30 años y este hombre estaba vestido de traje y sorprendentemente tenía el mismo color de cabello que Serena y tenía los ojos morados; sin dudas para Serena era sorprendente encontrarse a aquel hombre y ella parecía conocerlo.

¿Serena? ¿En verdad eres tú? – Dijo aquel hombre a Serena, y ella le respondió.

¿Tu? ¿Enserio eres tú? – Dijo Serena al ver a aquel hombre que conocía.

¡No! ¡Tú no deberías estar aquí! – Dijo el hombre angustiado de verla en ese lugar.

¿Y dónde exactamente estoy? – Pregunto Serena.

Lamento decírtelo hija, pero acabas de morir para dar vida a una nueva vida – Dijo el hombre a Serena.

¿Muerta…? Eso no puede estar pasando… - Dijo Serena y de nuevo fue interrumpida por el hombre.

Pero hay una forma de que puedas volver – Dijo el hombre a Serena.

¿Cuál es? ¡Dímela por favor! ¡No quiero morir! ¡Quiero volver con mi familia! – Suplicaba Serena a aquel tipo.

Que escuches la historia de lo que paso después de que te abandonara a ti y a tu madre – Dijo aquel hombre revelando que no era otro que el padre de Serena.

Lo hare. Pero dime papá ¿Acaso no nos amabas a mí y a mi madre? ¿Por qué te fuiste de la casa? ¿Y porque volviste a casar y tuviste otros hijos? – Dijo Serena y le hacía preguntas algo acusadoras a su padre.

Escucha mi amor, si yo siempre ame a tu madre porque era muy ruda, decidida y fuerte en persona y cuando te vi por primera vez de recién nacida, supe que serias una niña realmente especial y te amé desde que te tuve en mis brazos por primera vez – Dijo el padre de Serena, revelando el amor que le tenía a Grace y a ella.