Ella es solo mía © || Vegetto || BORRADOR

Capítulo 10 (✔️)

ＥＬＬＡ ＥＳ ＳＯＬＯ ＭＩＡ
~ V E G E T T O ~
Naomi
1 mes después.

Grito por la frustración que me genera el desastre que ocasiona Vegetto en la cámara de entrenamiento, la cual siempre es la última en ser aseada. ¡Por Kami! Y yo que pensaba que era guapo, pero terminó por ser un grano en el trasero todo el tiempo. Maldición. Él llegó a ser muy detestable en éste primer mes como empleada de la Srta.Bulma. Siempre se burla de mi porque soy una simple criada y no solo con eso, también evita que Gogeta pase tiempo conmigo.

Sin embargo, ambos sabemos que lo hace para fastidiar a Gogeta -el pobre me dijo que son rivales desde pequeños- por esa misma razón vive molestándolo. Pero no contento con eso, Vegetto es siempre el ganador en cualquier reto que se ponen entre ambos. Gogeta me dijo que son igualitos a los señores Vegeta y Goku, que por ciertos son dos hombres muy agradables y graciosos, bueno, el Sr.Vegeta es la excepción.

"Las cosas en esta casa son tan divertidas."

Ellos pasan momentos agradables en familia, carcajeando con sus grandes historias y bonitas aventuras, las cuales marcan el fruto de la unión entre ellos. Es un hecho, ellos viven alegres en un ambiente familiar. Y yo aquí tan sola, sin padre y ni madre, sin nadie con quien reír y compartir mis momentos de alegría, lágrimas, o incluso, enojo.

"¿Acaso tan poca cosa fui como para que me abandonarán en aquel orfanato?"

Y de la nada el sentir de las lágrimas amargas se hizo presente en mis mejillas, provocando que aquel sentimiento de soledad albergara mi pecho. Sin embargo, en un movimiento rápido empiezo a secarlas tratando de evitar que alguien me encuentre en estás condiciones.

Pero al cabo de unos minutos escucho golpes en la puerta, a lo que me sobresalto y bajo la mirada al suelo para proseguir con el trabajo.

-Bonito día para las criadas de la casa, ¿no? -oír aquella voz provocó que pusiera los ojos en blanco y maldiciera para mis adentros.

"Vegetto."

Ni siquiera le respondo para terminar rápido mi trabajo así puedo salir para no escucharlo más, porque él es presumido, egoísta y muchos adjetivos más que de seguro le quedarían perfectamente con su arrogante perfil.

"Detestable."

Él pasó por mi lado y me tocó el hombro, sin embargo, agacho la cabeza para que no vea mis ojos llorosos, porque no me agradaría en nada que se burlara de mi por estar llorando.

-Emp. Creo que hoy no tienes muchos ánimos Naomi. -rechistó al murmurar una que otra palabra, ya que está siendo completamente ignorado por mi. -Naomi, háblame. -ordenó al ponerse enfrente de mi en encuclillas, pero, no me digno a contestarle.

"Acaso no se cansa de molestarme."

Replico molesta al apretar la mandíbula, sin embargo, al sentir su mano tocar mi mentón la agarro con la mía evitando que lo elevará. Si que es cierto que el habla se me complicó, ya que tengo un nudo en la garganta, lo cual es molesto.

-Naomi, ¿pasa algo? -interrogó al ponerse de pie, pero ni siquiera le respondí. -En ese caso... -masculló molesto al tirar un florero al suelo, haciendo que se haga un destrozo, y fue en ese preciso instante, que lamentable no pude más.

Suelto un sollozo y luego término reprendiéndome a mi misma por dicha estupidez. Así que sin poder evitarlo me pongo de pie y salgo dejando todo aquello atrás, permitiendo que mis lágrimas se den a conocer.

-¡Naomi! -gritó.

Aun así, hago oídos sordos evitando su llamado, pero al sentir su agarre en mi antebrazo tuve que voltearme obligada.

-¿Acaso no comprendes que quiero estar sola? -lloro ahogada por mis propias lágrimas, pero él me abrazó, me rodeó por la cintura con sus grandes brazos dándome así un hombro en el cual llorar, provocando que inconscientemente me aferre a él como sino hubiese un mañana, para percibir su aroma y calidez.