Capítulo 09 (✔️)

1.3K 140 6
                                    

ELLA ES SOLO MIA
~ V E G E T T O ~
Naomi

Mientras comienzo a limpiar la cámara de entrenamiento de Gogeta, él solo se ha limitado a verme y hablar de cualquier tontería que se le cruzará por la cabeza. Sin duda me cae muy bien, y pensar que parece un hombre más que maduro a simple vista. Sin embargo, no deja de ser un niño con sus divertidos y aniñados pensamientos.

Además -casi se me olvida por completo- pueden creer que estuvo todo el tiempo sin camiseta, jamás en mi vida había visto a un hombre tan formado como él: Si lo viera Luka se volvería loca, porque a ella le gustan los rubios de ojos celestes, tiernos y con un físico bien trabajado.

"No pide mucho..."

-Bueno, creo que terminé, ¿hay más cámaras de entrenamiento? -interrogo al hacerme una coleta alta con una sonrisa en el rostro.

-Está la de Vegeta, pero él se encuentra con Wiss, así que no pasa tiempo aquí. Ohm. Solo te quedaría la de Vegetto. -susurró pensando en dónde podría quedar aquella cámara de entrenamiento, la cual le he preguntado hace quince minutos atrás. -¡Lo recuerdo! Tienes que ir al final del pasillo, luego doblas hacia la derecha y te encontrarás con dos puertas, es la primera. ¡Ah! Y Vegetto es un poco borde, así que no te sorprendas que sea un tanto irritante. -refunfuñó haciendo muecas de disgusto, a lo que carcajeo con él.

-Pues ya lo veremos. -balbuceo al despedirme de él al dirigirme hacía aquella cámara de entrenamiento.

En esta casa todos son medios raros, me explico, ahora entiendo porque Shirou voló por lo cielos para luego caer a unos cuantos metros de nosotros por él puñetazo de Gogeta, sus fuerzas, sus cuerpos: ¡Son increíbles!

-Disculpe. -he llegado hasta mi destino.

Sin embargo, la puerta se encuentra cerrada con llave, así que a regañadientes me siento en el suelo a un lado de la misma con mucha molestia.

(...)

Vegetto

Seguía entrenando luego de las palabras que Wiss y Bills me habían dicho, es imposible, por más hombre que sea los ojos de aquella mujer cantando no se me van de la mente. Creo que la falta de atención me está volviendo un poco paranoico y gracias a eso, Wiss me prohibió ir a entrenar con ellos por una semana.

Eso es un insulto para mi, yo, estando por encima de Kakaroto y Vegeta, me dejan de lado porque no puedo concentrarme, no si necesito a esa joven, al menos poder hablar con ella.

-Tks.. -gruño al romper con mi puño las teclas de la máquina por la rabia que me recorre el cuerpo, provocando que ésta vuele hacia la pared y se estampe con ella provocando que miles de pedacitos volaran por los aires, haciendo un gran desastre.

Agarro la toalla y me la coloco en el hombro para poder salir de la cámara de entrenamiento. No obstante, al abrir las puertas sentí como algo se cayó a mis píes, provocando que baje la mirada.

-¿Qué? -pregunto desorientado al abrir los ojos de golpe por dicha sorpresa.

Claramente es ella, cómo olvidarme de su piel blanca y aquellos cabellos celestes.

"¿Naomi?"

Al instante ella se sentó adormilada al soltar un bostezo para luego ponerse de pie, pero al verme tuvo la misma impresión que yo.

-¿Señor? -interrogó confundida al verme de pies a cabeza, pero sus mejillas se tornaron de un color más llamativo al ver mi torso desnudo, provocando que desvíe la mirada avergonzada.

"Ahora si que no entiendo nada..."

-Ohm... -murmuro desconcertado. Aun así ella me dejó de lado para entrar a la cámara de entrenamiento.

Seguí sus movimientos con la mirada mientras observo como se encuentra vestida y todo lo demás.
No me digas qué ella trabaja aquí, me golpeo mentalmente al reconocer los estupidos pensamientos que tenía con ella, es solo una sirvienta, no más que eso.

Bufo internamente para mis adentros con reproche, pero no por ella sino por mi, por ser un idiota al pensar que tanta mujer sería esto.

Gruño para poder darme la vuelta y seguir mi camino, sin embargo, siento una pequeña mano en mi brazo.

-Hola. -la miro de reojo y noto como una sonrisa surcó sus facciones enternecidas.

Pero no tengo tiempo para estas tonterías, así que me solté de una manera bruta de su agarre y seguí con mi camino mientras refunfuñaba. Sin embargo, un grito resonó por todo el pasillo.

-¡Es un gruñón! -exclamó ella con las mejillas enrojecidas por la rabia, para luego cerrar la puerta de golpe.

"Emp. Niña, ni siquiera te das cuenta de que tan gruñón puedo llegar a ser."

Pero mi sorpresa fue ver como Gogeta se encuentra de cuclillas secreteando con Trunks, quien ríe de vez en cuando.

-¿Y ustedes? -hablo con mi tono distante, casual en mi persona, ambos se pararon de golpe y me observaron sonrientes.

-Luego de que Naomi termine de trabajar la invitáremos a tomar un helado con nosotros. Perdona; ¿Ya la conociste? Trabaja aquí. -explicó Gogeta, a lo que me tense.

"No, no y no."

-Creo que su plan no se llevará acabo, ya sabes lo destructivo que puedo llegar a ser cuando me enojo en los entrenamientos. Ni modo, deberán invitarla otro día. -cuestiono su plan al sonreír de manera cínica al ver su decepción.

-Le podemos pedir a mamá que deje libre a Naomi. -pero Gogeta al escuchar las palabras de Trunks negó rotundamente.

-Le bajarían el sueldo, ohm, si, mejor será otro día...

"Si es que yo lo permito querido amigo."

Ella es solo mía © || Vegetto || BORRADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora