Ella es solo mía © || Vegetto || BORRADOR

Capítulo 07 (✔️)

ＥＬＬＡ ＥＳ ＳＯＬＯ ＭＩＡ
~ V E G E T T O ~
Naomi

-Hola señorita, ¿podría compartir mesa con usted sino le molesta? -levanto la cabeza para ver de quien se trataba y me encontré a un hombre demasiado peculiar.

Yo solo asiento sonriéndole cortésmente, a lo que él cambió la cara de seriedad y me devolvió la sonrisa para poder sentarse enfrente de mi.

En mi defensa, debo decir que es muy apuesto: cabello rubio, unos bonitos ojos celestes, pareciera que es un hombre de empresas y adinerado, su traje dice mucho de él, bien presentable y buena actitud.

-Disculpen, ¿pero qué desean ordenar? -dirijo la mirada hacia la mujer y le sonrío, aun así, parece que se le está regalando al hombre rubio el cual ni siquiera le presta atención, sino, que tiene la mirada clavada en mi.

-Una hamburg... -pero soy interrumpida por el pelito que me sonríe y se voltea para ver a la mujer.

-Cuatro hamburguesas y dos sodas por favor, y que sea rápido, tengo que llevar a mi novia a su casa sino tendré muchos problemas. -ordenó él, a lo que reí.

Acaso hoy es el día donde me cruzaría con cada hombre.

"Vaya. Qué suerte la mía."

Wow, wow, wow: ¡¿Dijo novia?! Esto es un sueño, ¿no? Tantas cosas buenas no me pueden estar pasando, aunque él no es mi tipo.

Mi sonrisa se borró por dichas palabras y más al ver como la chica me asesinó con la mirada; ¡Qué yo no hice nada por Kami!

Ella se limitó a chasquear los dedos con disgusto para luego ir a por nuestros pedidos.

-Oye. -voy continuar hablando, pero él niega rápidamente para defender sus palabras.

-Dije eso porque esa chica me estaba incomodando, las mujeres se comportan demasiado extraño últimamente. Pensé que eran más discretas... -gruñó al rodear los ojos mientras sopla el mechón de pelo que cae por su frente.

-Disculpa, pero que tú te hayas encontrado de ese tipo no quiere decir que todas seamos iguales. -refunfuño a regañadientes al mirarlo fulminante.

-Gogeta. -saludó sonriendo de lado, a lo que ladeo la cabeza intentado comprender su bipolaridad.

- Naomi o Nao.

(...)

Un hombre bastante divertido se dio a conocer, de verás creí que con la primera impresión éste sería un gruñón, sin embargo, su apariencia es muy engañosa, lo cual es divertido porque me terminé esperando otra cosa de su persona.

-Yo pago Naomi, no te hagas problema. -dijo rápidamente al verme sacar mi bolso para pagar, pero negué y puse los zenis sobre la mesa.

-Yo no soy así. -contesto al levantarme de la mesa y sonreírle. -Espero volver a verlo. -me despido al depositarle un beso en su mejilla e ir hacia la salida.

"Por fin iré a casa."

Pienso para mis adentro al dirigirme con una sonrisa implantada en el rostro hacia la salida del restaurantes de comida rápida. Siendo sincera hoy había sido un día muy agotador por no decir que mi pequeño cuerpo ya no da para más.

Al salir abrí el paraguas, aunque la lluvia no ayudó, ya que se presentó muy fuerte y me alcanzó a mojar.

-Maldición. -susurro al ponerme el celular en el pecho cubriéndolo con la mano.

Le agradezco a Kami que mi departamento quede a tan solo unas manzanas de donde me encuentro.

-¡Naomi! -gritan mi nombre y al instante me doy la vuelta con una mirada preocupada, porque sé perfectamente de quién se trata.

-¿Shirou? -interrogo confundida, gracias a que ni siquiera se qué está haciendo él aquí.

-Estás toda empapada. Ven, vamos a mi casa así te puedes quedar. -musitó con rapidez, sin embargo, con mucha educación negué.

"¿Ir a tu casa y quedarme? Ni que fuera una tonta."

-En verdad te lo agradezco Shirou, pero tengo que ir a mi departamento, así que si no te molesta, nos vemos luego. -me despido con una sonrisa de agradecimiento para luego pasar por su lado.

-Naomi, no seas terca y vámonos. -dice éste un poco enojado al agarrarme del brazo. No obstante, vuelvo a negar.

-No, te dije que muchas gracias, debo ir a mi casa, además estoy cerca, de verás. -contesto, pero una rabia inundó mi cuerpo al sentir como me tomó de la muñeca y empezó a caminar tirándome. -¡Ya basta Shirou! Eres un insoportable e insufrible que solo me vive molestando. ¿Acaso no te cansas de ser así conmigo? Vives acosándome como si fuera tuya y no es así. ¡Nunca tuvimos algo y jamás lo tendremos! Siempre quise ser benévola contigo así no te sentías mal. Sin embargo, eres... eres un idiota, ni siquiera me caes bien porque eres tan molesto que me hartaste. -exclamo al sentirme realmente furiosa y realmente se puede contemplar mi enojo gracias al carmesí de mis mejillas.

-Eres una perra. -me gritó al levantarme la mano. Pero alguien se la detiene provocando que él pusiera una cara de dolor.

"Gogeta."

-¿Acaso no escuchaste a Naomi? Dijo que la dejes tranquila y si no haces eso yo mismo te haré entender pedazo de escoria. -gruñó al darle un leve empujón mientras se colocó enfrente de mi.

-¿Me cambias por el primero que se te cruza por el camino? No, si eres una maldita golfa. -saben qué fue ese ruido, el puñetazo que le dio Gogeta a Shirou, quien voló hasta caer al suelo con la cara sangrando.

"Mierda. ¡¿Acaso es tan fuerte?! Si se enfrentará contra Satán es obvio que Gogeta ganaría. Wow. Bueno, en realidad cualquiera le ganaría a Satán."

-Naomi, ¿estas bien? -se giró con tranquilidad para luego ponerme una mano en la cabeza y despeinarme.

-S-Si, lo estoy. -murmuré al mirarlo de una manera dolida. -Gracias.