50 Sombras Laliter (2º Parte) - Terminada

10

Por fin llegamos a la finca de los padres de Peter, una enorme finca a las afueras de Buenos Aires. Todo el mundo caminaba en dirección a la puerta de entrada, aunque también había tomando y comiendo en el jardín.

— ¿Lista? — Peter sonríe.

— Completamente lista. ¿Listo?

— Y sí... y también estoy lista para hacer oficial lo nuestro.

— ¿Querés hacer oficial lo nuestro?

— Claro mi amor — sonríe.

Yo no quería que todo el mundo se enterase de esto tan pronto. Antes estaba tranquila, pero me acabo de poner nerviosa de golpe. Contarle a todo el mundo lo nuestro... Dios. No sé ni cómo afrontarlo. Peter notó mi reacción ante eso enseguida:

— ¿Vos no querés hacerlo oficial verdad?

Niego con la cabeza.

— Pero mi amor...

— Es que al final la prensa y la gente termina pudriéndolo todo. Y esto, todo esto es muy lindo para que nos lo estropeen. Yo creo que deberíamos esperar un tiempo más... — le agarro de la mano.

— Bueno... 1 semana por ejemplo.

— 1 mes mejor — sonrío.

— Como quiera señorita Espósito — me mira, feliz, sale del auto y me sostiene la puerta —. Adelante.

Salgo del auto sujetándome el vestido.

— Ahora mismo venimos juntos en calidad de amigos.

Río tentada:

— ¿Vos y yo? ¿Amigos?

— Amigos hermanos... Laliter ahora es una relación de amistad.

— Ay... sos muy divertido Lanzani — le agarro del cachete y se lo pellizco.

— Y vos sos una bomba Espósito — me agarra de la mano y caminamos por el sendero que lleva hasta la entrada de la casa de los padres de Peter. Escucho a la gente susurrando cosas como: "¿Volvieron?" o "Esa es Lali Espósito. Estuvo con Peter hace años, ahora vuelven a estar juntos".

Finalmente entramos dentro de la casa y la mamá de Peter, Claudia, nos recibió con un cálido saludo:

— Lali mi amor, ¡qué ganas temía de verte! ¡Estás preciosa!

Vi llegar a Juan por detrás, él cuál abrazó a Peter y le alboroto su corto pelo.

— ¿Otra vez te cortaste el pelo como en 2009?

— Sí pa, a Lali la gusta así, ¿verdad mi vida?

Sonrío y asiento.

— ¿Volvieron? — pregunta Claudia.

— Sí mamá, pero es algo íntimo, así que no digan nada.

Saludo al padre de Peter y entramos juntos al comedor, el cuál está repleto de gente.

— Tenemos mesa reservada — me dice Peter llevándome hacia delante.

Todos los ojos se clavan en mí. Creo que la mayor parte de la gente se está dando cuenta de que estamos juntos de nuevo. Al llegar a nuestra mesa, me corre la silla, me siento y el se sienta a mi lado.

— Bauti y Dani se sentaran con nosotros.

— ¿Daniela?

— Sí. Daniela.

— Pero... el...

— Luego en casa te cuento, ¿dale?

Asiento. Al poco tiempo, Bauti llega con su novia. Una chica de ojos verdes y pelo castaño, muy largo.

— ¡Lali! — exclama Bauti al verme. Yo me levanto y ambos nos fundimos en un abrazo —. ¿Volviste con este estúpido?

— No me insultes enano — lo reta Peter.— Volvimos en la intimidad... — digo riendo.

— Me parece bien — Bauti mira a Dani —. Ella es Daniela, mi novia. Daniela ella es Lali. Supongo que ya la conoces.

Daniela asiente y me saluda con dos besos.

— Te sigo desde que tenía 5 años. Desde que actuaste en Rincón de Luz. He ido a un montón de conciertos tuyos. Estuve en dos shows de Casi Ángeles también, Peter lo sabe.

— Lo confirmo. Amaba a los Teen Angels — dice Bauti.

— Eran compañeros de colegio, siempre se llevaron bien ellos dos — añade Peter.

— Me alegro mucho chicos. — digo.

— Ahora sentémonos, que pronto va a empezar la subasta, y después la cena — Bauti le corre la silla a Dani como Peter lo hizo conmigo.

— ¿Vas a donar algo chiquitita? — me susurra Peter en el oído.

— ¿Cómo va eso?

— Pues, escuché que mis papás van a ceder mi casa de la playa, por 630.000 pesos. Durante dos semanas. Creo que es un buen plan. Esa plata va a ir al orfanato dónde esta el hijo de mi hermano.

Lo miré aterrorizada. ¿El hijo de Bauti estaba en un orfanato?

— ¿Cómo hijo?

— Luego te explico mejor. Creo que esa casa nos vendría bien a los dos para descansar, así que si querés, yo pagó por ella dos semanas, ¿te parece?

Asiento y le doy un beso en el cachete.

La subasta comenzó 10 minutos después de sentarnos. El padre de Peter presentó todo el proyecto, mostró fotos de los nenes, etc. En una de ellas, pude ver que a Bauti se le cayó una lágrima. Daniela lo abrazó. ¿Realmente, el nene de ojos claros que había salido en una de las fotos era familia de Peter? ¿Era ahora de mi familia?

Y según lo dicho, Peter pidió la casa de la playa, para descansar. El dinero iría para el Orfanato Asociación Nido Número 3, situado en la Ciudad de Buenos Aires, supuestamente el orfanato del nene de Bauti y Dani.

Después de la subasta decidí ir al baño. Tenía ganas de hacer mis necesidades fisiológicas y de darme un retoque en mis labios. Le pregunté a Peter dónde estaba el baño y me llevó hacia él... Y... cuando entré... vi a la peor de las pesadillas.

Allí está. Ella, con un vestido rosa, naranja y verde, muy acorde a la primavera. Y unos tacos de color verde. Se mira al espejo, poniéndose mucha máscara de pestañas. No puedo moverme.

Ella gira su cuerpo y me ve:

— Mariana Espósito... una de mis chiquititas, ¿cómo estás mi vida? — me pregunta mientras camina hacia a mí para saludarme. Yo me retiro rápidamente, no puede ser más falsa.

— No me toques. Si me tocas voy a gritar, y Peter está afuera.

— Oh... ¿Ya te has enterado?

— Sos la mayor hija de puta que he conocido Jorgelina.

— No me insultes chiquita.

— ¡ABUSASTE DE UN MENOR! ¡LO VIOLASTE! — grito con todas mis fuerzas.

— Sh, puedo contar cosas de Peter. Y son muy muy feas. Podría ir preso.

La empujo contra la pared con todas mis fuerzas. Ella cae en el piso, pero no parece que la haya lastimado porque se levanta rápidamente. Peter entra en el baño y me agarra, abrazándome.

— Juan Pedro — dice ella.

— A ella no la molestes. Y ya hablaremos nosotros dos. Por cierto, decile a Tini que no nos da ningún miedo — Peter me agarra la cara y me da un pico —. Vámonos mi amor.

Sin poder decir nada me lleva afuera del baño y ambos subimos a la planta de arriba... y sí, aún estoy atónita.