Capítulo VII: ¿Amenaza o advertencia?

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Aquel día salía sola de clase. Y nada más salir, vi a alguien conocido de pie esperando al otro lado de la calle. No era una visión agradable, precisamente. Era ni más ni menos que la "chica Oak", como la llamaba en mi fuero interno, la novia del macarra. Y sabía que había venido a buscarme a mí. Bueno, era la única persona de la secundaria, aparte de Ash, que había hablado alguna vez con aquellos chicos. Bueno, eso de hablar...

Hice una mueca de desagrado mientras hacía acopio de valor para enfrentarme a lo que fuera que quisiera decirme la chica. La pelirroja cruzó la calle y se dirigió directamente hacia mí. Vestía una camiseta de tirantes demasiado estrecha y demasiado escotada y una falda demasiado corta, con botas altas de tacón. Al parecer todo en ella tenía que ser en extremo. Tan blanca de piel, con la ropa oscura en contraste, tan maquillada y con un cigarro medio consumido en una mano, más que una chica de su edad, parece una mujer de la vida. Y con esa expresión descarada y altiva, parecía...Se parecía a su novio, rayos.

Había un algo de peligroso en esa chica, algo salvaje. Era muy consciente de que, vestida de uniforme, tan rubia y tan tímida y sin maquillar, debo parecer una pipiola al lado de esta tipa. Una ingenua, eso debo parecer. Y no me gusta que nadie pensara eso de mí, pero esta chica en concreto, menos que nadie.

¿Por qué había tenido que venir a buscarme precisamente hoy, que no está Kalm, que Ash está expulsado y que May había salido ya y por tanto, estaba sola? No quería verla. Y no quería que nadie me viera con ella. Me daba vergüenza de lo que los chicos de la secundaria pudieran pensar de mí.

La otra al parecer no tenía vergüenza de nada, porque vino directa hacia mí y me llamó directamente - Eh, Serenita - Iba decidida a ignorarla y salir deprisa en dirección contraria, pero semejante forma de saludar me molestó, la verdad. – Soy Serena, si no te importa – contesté enojada. Ella sonrió con desdén y se encogió de hombros. ¿Y cuál era su nombre, por favor? ¿Misty, quizás? ni lo quería recordar. - Como quieras -

Empecé a caminar por la acera. Sabía que la otra me seguiría. Y quería alejarme cuanto antes de la salida de la secundaria para que me viera la menos gente posible con ella. -¿Qué quieres? ¿Qué estás haciendo aquí? – pregunté con un tono enojado en mi voz, pero a la vez un poco nerviosa por tenerla aquí - Aww, venir a verte, nena. ¿Qué pasa? ¿No puede una venir a ver a las amigas? -

¿Qué? ¿Desde cuándo somos amigas? ¡Qué desfachatez! - No somos amigas - contesté secamente. Ella soltó una risita. - ¿Por qué no, si eres de los nuestros? - ¿Perdona? ¿Ser una de los suyos? - No lo soy - dije entre dientes. - Nah, pero te encantaría. ¿Por qué ibas a estar saliendo con el perdedor de Ash, si no? Quieres entrar en la banda, pero no sabes cómo hacerlo, ¿verdad? –

Me detuve, perpleja y ofendida. ¿Qué se atrevía a insinuar esta mala bicha? - ¿Por qué iba a querer entrar en vuestra estúpida banda, a ver? - La pelirroja me miró desde arriba, llevándose el cigarro a los labios. Aspiró una bocanada, como pensativa, sopló el humo al cielo, y contestó: -Verdad, ¿por qué? Al fin y al cabo, ya tienes todo lo que quieres... -

Eso no era del todo cierto. Pero preferí no darle detalles de mi vida a esta desconocida. Seguí andando. - Entonces, ¿por qué sales con él? - insistió la otra, mientras me seguía. Yo escuchaba el sonido de sus botas de tacón justo a mi espalda.

Retuve a duras penas un gesto de frustración. Me detuve otra vez. - No estamos saliendo - me di cuenta de que había hablado demasiado y rectifiqué - Y... aunque así fuera... eso no te importa - La otra sonrió irónicamente. Tiró la colilla al suelo y la pisó con un pie. - Quieres salvarle, ¿no es eso? Crees que amándole vas a conseguir que él sea el príncipe que necesitas que sea -

I Want to Save YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora