Una gran claridad me molestaba en los ojos. Los apreté con fuerza y los entreabrí. Moví un poco mi cuerpo y sentí que estaba sobre alguien. Terminé de abrir grandes los ojos de la impresión y me incorporé en la cama, viendo que estaba con Ash y en su habitación.
Lo miré a él y después a mí, estando los dos sin ropa. Entonces caí en cuenta. Me llevé mis manos a mi rostro muy sonrojado por la vergüenza al recordar lo de hacía un momento. Yo fui quién le pedí de hacerlo. ¿Cómo pude atreverme a pedirle tal cosa?
La rabia que sentía por lo que me dijo Miette, era tan grande, que me llevó a pedírselo. Pero tenía una duda. ¿Él había aceptado mi propuesta sólo por amistad y un favor hacia mí, o porque de verdad quería?
No paraba de tener una lucha interna con ese tipo de pensamientos. Él me gusta... Mis pensamientos fueron interrumpidos al sentir unos brazos rodeándome la cintura y esa persona pegándose a mí.
Sentí mi corazón palpitar de repente más rápido de lo normal. Me giré y él levantó su rostro para mirarme - ¿Estás bien? ¿Te lastimé? - me volvió a subir el color en mis mejillas, y yo negué con la cabeza - No... No te preocupes. Gracias - él sonrió y habló - Deberíamos seguir haciendo el trabajo de historia, tenemos poco plazo de entrega - ¡Es verdad! El trabajo de historia... Se me había olvidado por completo, que si estábamos aquí, no era precisamente para "esto", sino por el trabajo.
- Cierto. Me... ¿Me podría dar una ducha? - pregunté totalmente avergonzada, en lo que él me dijo que no habría problema. Yo me levanté de la cama con una de las sábanas cubriéndome el cuerpo. Recogí mi ropa, que estaba esparcida por el suelo, y posé mi vista en la cama.
Me quedé blanca al ver cómo la blancura de dichas sábanas estaban teñidas con unas gotas que reflejaban la pureza de la primera vez. - Yo... Yo... Lo siento, se mancharon - dije tartamudeando mientras miraba la cama.
Él me miró con cara de confusión, hasta que posó su vista dónde yo, y ya cayó en cuenta - No te preocupes, se cambian y se lavan. No tiene nada de malo - me contestó con naturalidad. Yo asentí, aun así avergonzada, y salí de la habitación para ducharme.
Aun sentía mis piernas temblando por lo de antes. Había dado ese paso, con la persona que yo quería, pero... él lo hizo porque yo se lo pedí. ¿No? Vale, ya me había besado varias veces. Uhm, eso de varias, creo que contadas, sólo tres. O quizá dos. Pero de ahí, a que por esos besos sienta algo por mí... No sé...
También podría haberlo hecho no sólo porque se lo pidiera cómo un favor, sino porque es hombre, y a un hombre, si le ponen esa oportunidad en bandeja, para ellos es muy difícil rechazarla. ¿No?
Dejé de pensar en ello, yo por una parte era feliz. Si había sido por otra cosa, ya, daba igual, yo era feliz con mi media realidad y mi felicidad. Terminé de ducharme, me vestí y salí con mi cabello húmedo.
Llamé a la habitación y desde dentro me dijeron que pasara. Cuando lo hice, vi que la cama estaba hecha, y Ash vestido, no con el uniforme de la secundaria, pero sí con unos vaqueros desgastados y una camiseta de color roja. - ¿Seguimos con el trabajo? - le pregunté, y él asintió sonriendo.
Estuvimos como tres cuartos de hora recopilando toda la información necesaria para el trabajo. Ya sólo nos quedaba revisar bien esa información, procesarla y elegir la más importante y la que más nos interesara. - Bien, ya sólo quedaría juntarlo todo y realizar el trabajo - dijo Ash mientras veía cómo utilizaba el ordenador de una manera impresionante.
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I Want to Save You
FanfictionAsh es un chico pobre, un poco frío y antisocial, que pertenece a una banda de delincuentes y vive en un barrio "marginal". Serena es una chica rica, simpática y alegre, que vive en uno de los barrios más adinerados de la ciudad. "Quiero salva...