I Want to Save You

Capítulo XIII: Nubes y claros

Mi día no podía empezar peor. Que te despertara el insistente sonido del timbre, abrir la puerta y encontrarte a tu supuesta hermana diciendo que se viene a tu casa a vivir. Y lo peor de todo, es que, aparte de que Shauna ha invadido mi casa, por la cara que puso Serena, está claro que menos aún que a mí le ha gustado la noticia.

La estampa que en este momento había en la entrada de mi casa, era un poco o demasiado incómoda; Shauna muy sonriente con su maleta, Serena con la cara descompuesta, y yo sin asimilar aún la noticia de que Shauna, se venía a vivir a mi casa.

Cómo nadie decía nada, pensé que lo mejor era que yo rompiera este silencio – A ver, explícate, Shauna, ¿cómo que te vienes a vivir a mi casa? ¿Y eso por qué? – ella se giró sonriente – Ya lo dije antes, porque ya que tú no quieres venirte a vivir a mi casa, pues decidí venir yo, así paso más tiempo contigo y te conozco y, cómo tampoco quieres aceptar que te ayude con los gastos ahora que estás solo, así contribuyo ayudándote pagando mi parte – dijo mientras daba una vuelta sobre sí misma.

- Pero esa no es razón para que invadas de esa manera mi casa – crucé de brazos. Serena seguía a mi lado muy callada. – Bueno, perdona, no era mi intención. Sólo quería darte una sorpresa - - Pero deberías haber avisado primero – caminé hasta la cocina. Serena me siguió, en silencio - ¡Te lo dije! Justamente te lo dije el otro día – se defendió – Pensé que una locura así no harías. Porque era eso, una locura – Shauna ladeó la cabeza de forma inocente - ¿No me vas a dejar quedarme en tu casa, entonces? –

Volví a mirar a Serena. Era normal que no se sienta a gusto con la situación. Suspiré, porque podría perfectamente rechazar la locura de que Shauna se quedara aquí en mi casa, pero en cambio a eso, acepté que se quedara – Haz lo que quieras. Sólo te digo que no me molestes – vi la expresión de sorpresa de Serena y la de alegría de Shauna, que me abrazó - ¿Ash? – me preguntó Serena. Shauna dejó de abrazarme y me cogió del brazo para hablarme mas apartado - ¿Vas a dejar que se quede aquí? – no sabía qué contestar. No sabía por qué había aceptado – Bueno... la verdad que lo veo una auténtica locura, pero no creo que sea malo, ¿no? –

- Dice ser tu hermana, pero no la conoces de nada. ¿Y si está mintiendo? – se alarmó ella. Pareciera que más de preocupada, la sentía ¿celosa? – Ella sabe sobre mi padre. No creo que esté mintiendo - - No sé, Ash. Es tu casa, tú sabrás lo que haces, metiendo alguien extraño –

- ¿Estás preocupada por mí o por ti? – noté en su rostro cómo se enojó por lo que dije – Eres idiota. Por supuesto que por ti. Pero si quieres meter a alguien de quién sólo conoces apenas su nombre, allá tú – oí cómo una melodía procedía de mi habitación. Por el tono, era el celular de Serena. Ella fue a por él y contestó.

Se metió en mi habitación y cerró la puerta. Me extrañó que lo hiciera. - ¿Cuál es mi habitación? – pregunto. Qué rápido invade. – Eh... pues sólo hay dos habitaciones, así que utiliza la que era de mi madrastra – dije mientras me dirigía hacia el lugar seguido por ella. En ese momento, Serena abrió la puerta de mi habitación. Estaba vestida - ¿Es que te vas ya? – creo que está enojada porque Shauna se quede aquí...

- Mi padre llamó diciéndome que vaya ya a casa, estuve ya bastante fuera – en su tono de voz no noté enojo, pero algo me decía que sí lo estaba – Espera y te acompaño, tardo dos minutos en vestirme – ella asintió y fui a vestirme. Tardé lo que le dije a Serena, dos minutos. Cuando salí de la habitación, noté cierta tensión en el ambiente - ¿Nos vamos? – Serena volvió a asentir y Shauna se despidió de ella con la mano.