Capítulo X: Conociendo ¿al enemigo?

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Capítulo X

Un nuevo día amaneció, y me levanté para ir a clases. Salí de la cama y recogí, cómo todas las mañanas, mi querido despertador aventado contra el suelo y lo revisé. Bien, sigue funcionando. Fui hasta el baño y me di mi ducha mañanera, me vestí, y antes de bajar a desayunar, me dirigí a la habitación dónde estaba Ash

Llamé a la puerta, y pensé que nadie me respondería, porque aún era temprano y él no iba a asistir a clases hoy por lo de ayer, pero parece que sí estaba despierto. Yo pedí permiso y, desde dentro me lo dieron. – Perdón, creo que te desperté, ¿verdad? – pregunté apenada desde la puerta. Él negó con la cabeza – No te creas. Apenas pude dormir – dijo incorporándose un poco en la cama - ¿Y eso? ¿Es que no estás cómodo? Si quieres puedes cambiarte de habitación y...- él me cortó – Tranquila, no es por eso, no te preocupes. Es que no sabía en qué postura dormir por los golpes – me dijo. Me sentí más aliviada.

Me quité de la puerta, que aún ni me había movido de allí, y entré dentro cerrándola. – Si quieres le digo a mi nana que te traiga el desayuno ahora – le dije acercándome a él – Gracias – me cogió de la mano para acercándome a él para que me sentara en la cama - ¿Cómo te encuentras hoy? - - Si te soy sincero... Cómo si me hubiera pasado por encima una avalancha – yo reí a medias – Deberías tomarte este medicamento, te hará que el dolor y la inflamación pasen pronto – él me sonrió y me dio un leve beso – Me tengo que ir a la secundaria. Yo le diré al profesor que faltaste por encontrarte enfermo. Y, no te preocupes, le diré al organizador de la Liga de la Secundaria que te haga la prueba el lunes –

- Gracias. Espero que me la pueda hacer otro día – yo le sonreí mientras le sujetaba sus manos – Seguro que sí, ya verás– él me sonrió y yo le di un beso para despedirme – Que te vaya bien en clases. Si quieres, cómo voy a estar aquí toda la mañana muy aburrido, retoco el proyecto para la entrega del lunes, y así el fin de semana no tenemos que pensar en él, ¿no?-

- Me parece una buena idea, ¿pero no es mejor que descanses? - - Descansar puedo descansar con el portátil encima mientras termino el proyecto – me dijo sonriendo volviéndome a besar – Está bien. Cómo quieras entonces. Me marcho. Cualquier cosa, avisa a nana, ¿vale? – el asintió – De acuerdo. Que pases buen día – me despedí de él con la mano y bajé para irme a la secundaria, que ya me estaba esperando mi hermano en el auto.

Cuando entré, oí cómo bufó - ¿Se puede saber por qué ese tipo tiene que quedarse en casa? – gruñó mientras miraba por la ventana - ¿Por qué es mi novio y se encuentra mal? – contesté intentando no empezar una pelea con mi hermano – Tks, echarte por novio un delincuente. ¡No me puedo creer que papá encima esté de acuerdo con esto! Y lo dejamos sólo con la nana, para que aproveche que no estamos y nos robe – no pude más. Estallé, te tenía que gritar a mi hermano, aunque no quisiera - ¡Eso es mentira! Él nunca haría una cosa como esa. Y menos a nosotros – Kalm volvió a bufar – No, que va. Sólo mira lo que quería hacer su banda en nuestra casa. Su banda se dedica a robar, por lo tanto, él roba – vale. Seguro que sí, pero eso era algo que no quería pensar. Lo hacía porque la banda le obligaba, no porque él quisiera, seguro. – Bueno, ¡ya! No quiero hablar más del tema. Y más te vale no ser grosero con él – dije bajándome del auto. Menos mal que al fin llegamos.

Entré en el aula y saludé a May y a Dawn, que estaban hablando muy animadamente hasta que yo llegué. ¿Qué pasó? – Buenos días chicas, ¿Qué hablan? – las dos me miraron con cierto temor, así que decidí volver a preguntar - ¿Qué pasa con ustedes? – May fue quién habló – Verás... Es que nos enteramos que el chico nuevo, Ash, vive en un barrio marginal, y que además, pertenece a una banda de delincuentes – a mí me traía sin cuidado, pero a lo mejor a Ash no le haría demasiada gracia, ya que eso podría buscarle problemas con los profesores - ¿Qué? ¡Anda ya! Cómo le gusta a la gente hablar por hablar – dije un poco nerviosa.

I Want to Save YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora