Capitulo 1
Tu: como estas? –Le preguntaste a tu madre que acababa de llegar a cuidar a Daniel y a Ángela-
Tu madre: bien hija y tú?
Tu: bien también.
Louis: Hola Sara. –Tu madre se llamaba así.
Tu madre: Hola Louis. –sonríe-
Louis: nos vamos ya amor. –preguntándote a ti-
Tu: si –Te despediste de tu madre y de Ángela y el hermoso Daniel.
Louis: mi vida. –Agarra tu mano de camino al carro, tú le sonríes-
Louis: que te parece si hoy cenamos y nos quedamos por fuera, tenemos tiempo que no compartimos
juntos. –Te guiña un ojo-
Tu: y los niños? –le preguntaste preocupada-
Louis: ya le pedí a tu madre que nos los cuidara por esta noche y acepto, así que no hay pretexto para decirme que no. –Abrazas a Louis y lo besas-
Tu: te había dicho que eres increíble. –Le sonríes-
Louis: No. Haber dímelo –Menciona con una mirada seductora-
Tu: Louis Tomlinson eres verdaderamente Increíble –Gritas delante de él y el te abraza y te eleva dándote vueltas.
Louis te dejo en tu trabajo y él se fue al suyo. Toda la mañana no pensabas en otra cosa que no fuera Louis, tendrías que ponerte un vestido muy seductor, esta noche seria única tanto para ti como para Louis, era verdad que tenían tiempo sin compartir juntos, ya que los niños los adsorben a los dos por completo, gracias a la ayuda de tu madre liberan cargas, pero no se arrepentían, esos tres angelitos que les mando Dios, que siempre los recibían con una sonrisa o un abrazo le hacían borrar las preocupaciones del día y ese afecto por parte de ellos les alegraba la vida a ambos. En la hora del almuerzo, te vas con Gina, una amiga de la empresa, muy sencilla y muy amigable, ella te acompañaría en la tarde al centro comercial a comprarte el vestido y accesorios para esta noche con Louis.
Gina: y que más te dijo Louis? –Aunque Gina y Louis solo se habían saludado una vez, ella le había tomado aprecio.
Tu: eso, que quería que compartiéramos un tiempo juntos y que mejor que cenar y luego recordar porque nos amamos. –Sonreíste.
Gina: Ahh amiga. -Agarra tus manos, ya que estaban sentadas en la mesa del restaurante en el cual iban a almorzar. –Me alegro por ti.-
Almorzaron pasta blanca con ensalada mixta. Luego se fueron de nuevo a trabajar, y al salir te fuiste con Gina al centro comercial, entraste a todas las tiendas de vestidos y en la última te decidiste por uno muy hermoso, Negro y corto, que realzaba tu figura y renombraba tus piernas. Elegiste unos tacones negros también que quedaban espectacular con el vestido y unos accesorios sencillos. Saliste del centro comercial, le agradeciste a Gina por haberte acompañado y haberte ayudado a elegir. Te fuiste en busca de Avril al colegio y se fueron a la casa, allí estaba tu madre dándole de comer a Ángela, y Louis a Daniel.
Tu: se ven hermosos. –Saludaste de beso en la mejilla a tu Madre y a Ángela, y te ubicaste al lado de Louis, este seguía dándole de comer a Daniel, se inclino un poco y con la mano libre, te sujeto el cuello y te beso apasionadamente.
Louis: No aguanto para que estemos esta esta noche juntos. –Te susurra al oído, y te estremeces-
Tu: yo también. –Le susurras igual-
Tu madre: Bueno tortolitos yo me voy a llegar a Ángela a dormir y ya vuelvo por Daniel. –Louis y ______ besaron a Ángela y tu madre se la llevo.
Avril: mami hoy quiero que duermas conmigo y me leas un cuento. –Sonríe-
Louis: Mi niña. –Te pasa a Daniel y coge a Avril por los brazos. –Hoy dormirás sola en tu cuarto, como casi todas las noches ok. –Sonríe y te mira seductoramente.
Avril: pero mami. –Te mira rogándote a que le digas que si.-
Tu: Reina mañana dormiré contigo, hoy saldré con tu Padre. Está bien? –Escuchas bajar de la escalera a tu madre y te levantas del mueble y besas a Daniel en la frente y se lo entregas a tu Madre. Esta se devuelve a su cuarto acostarlo.
Avril: está bien. Pero mañana le toca conmigo ok. –Le hablo a Louis, y se bajo del regazo de su padre, para irse a su cuarto.
Tu: vete a cambiar y ahorita nos vemos en tu cuarto princesa. –Avril asintió.
Louis se levanta y te agarra de la cintura ubicando su barbilla en tu hombro izquierdo.
Louis: Ahora tú te vas a alistar y yo también, te espero afuera en el coche, oíste amor. –Tú solo asentiste, estabas muy ida, Louis con solo una caricia te llevaba a un mundo diferente en el cual solo estabas tú y el.
Te fuiste al cuarto, te desvestiste y empezaste a ducharte con esencia de almendras, saliste del baño y ya tenias el vestido en tu cama extendido con los zapatos debajo.
Tu madre: Te hice el favor y te los puse hay. –Te señalo la cama, te acercaste y la abrazaste, ella te correspondió el abrazo. De un momento a otro, salían lagrimas de tus ojos, tu madre se dio cuenta y te sentó en la cama y ella a tu lado.
Tu madre: mi niña porque lloras.
Tu: Tantas veces que quise que Louis me prestara atención y no la atención de satisfacerlo en la cama, sino sentimentalmente, tantas veces que quise que me digiera lo mucho que me quería, que me demostrara su amor, y en el momento menos esperado fue que. –Lloraste mas fuerte, tu madre sujetaba tus manos. –Todo ha pasado tan rápido, ahora lo tengo a mi lado y nos amamos y estamos felices, nuestros hijos son muestra de eso. –Te sacaste las lagrimas, era bueno de vez en cuando desahogarse y con tu madre lo hacías plenamente.
Te paraste, abrazaste de nuevo a tu madre y decidiste lavarte la cara, saldrías esa noche con Louis, disfrutarían de todo y sobre todo la pasarían como nunca.