Capitulo 3
Salieron de la Disco a eso de las 12 de la noche, Louis iba manejando el auto y tu ibas a su lado arre costada a su hombro, ya estabas un poco mareada a causa de la bebida. Louis estaciono el auto en un Hotel hermoso.
Tu: esta hermoso el hotel, igual que tu. –Besas sus labios. Louis te sonríe.
Bajan del auto y se introducen dentro del Hotel, llegan hasta la recepcionista, Louis empezó a hablar con ella y tú estabas observando el Hotel, era hermoso, grande, nunca habías estado en uno.
Louis: vamos. –Te agarro de nuevo de la mano y caminaron hasta la habitación 222, Louis te monto en su torso y entro contigo acuestas a la habitación.
Tu: todo esta hermoso Louis. –Sonreíste.
Louis se dio de cuenta de que ya estabas pasada de copas y te sentó en la cama.
Louis: quédate aquí un momento. –Susurro a tu oído.
Y se fue en busca de la nevera pequeña que había en la habitación y agarro un vaso con agua, se fue hacia ti, y allí estabas sentada en la cama jugando con tu cabello. Te veías tan bella así, pensó Louis.
Louis: tomate este bajo de agua, si. –Te lo dio y tú lo agarraste. Louis se levanto de la cama y de un momento a otro tu tiraste el vaso al piso regando toda el agua en la alfombra, Louis volteo y tú te le tiraste encima besándolo.
Louis no hizo nada, solo se dejo llevar, le encantaban tus besos y tus caricias, tu le sacaste la camisa ferozmente, Louis te llevo a la cama y allí te dejo suavemente, se a recostó sobre ti y te empezó a besar salvajemente. Tu ya solo te dejabas llevar, lo que querías ver claro no podías, todo se veía borroso, mareabas rápidamente. Tus manos vagaban por la espalda desnuda de Louis.
Louis: me encantas. –Pronuncio sobre tus labios.
Louis quito tu vestido con ayuda tuya, lo tiro al suelo y te miro.
Louis: eres hermosa, toda tú es perfecta, te amo.
–Beso tu cuello y volvió a tus labios.
Louis fue bajando y fue besando cada partícula de tu cuerpo, tenia apoyada las manos a los lados de tu cuerpo, sobre el edredón de la cama, no ejercía ningún peso fuerte sobre tu cuerpo, la temperatura empezó a subirle a Louis, sentía mucho calor, sudaba y no quería parar.
Tu: Louis. –Pronunciaste muy bajo que Louis no lo escucho.
Louis besada tu abdomen y acariciaba ya tus piernas.
Louis: ______ no sabes cómo me tienes, tu ojos me encantan, tu cuerpo me vuelvo loco, tu sonrisa es alegría a mi día, eres hermosa, te mereces lo mejor y lo tendrás. Nunca escúchame bien. –Iba pronunciando cada palabra dándote un beso en el abdomen.
–Nunca Te voy a dejar y no voy a permitir que nos separen, oíste. –Louis levanto su cabeza para mirarte pero al hacerlo se dio cuenta de que ya estabas durmiendo.
Se levanto completo, te acomodo en la cama, te arropo con la cobija y te dio un beso en la frente.
Louis se fue al ventanal de la habitación, y mirando el cielo estrellado, pensó que esa noche había sido perfecta, y no importando que a la final te hallas quedado dormida, el te había hecho prometer que cada vez que hicieran el amor estarían de acuerdo los dos. Y esta vez no sería la excepción.
Se fue de nuevo a la habitación y se acostó al otro lado de la cama y apoyo su brazo sobre tu cintura. Quedado juntos los dos. Al instante Louis se quedo dormido.