Capitulo 10
Llevabas esperando alrededor de 5min y nadie aparecía, un mozo se te acerco y te sirvió champagne, la tomaste de un solo trago.
-Bella dama- Te lo había dicho en pleno pómulo de tu oreja, te habías estremecido.
Volteaste y miraste directamente a tu admirador, no podía ser posible, ese hombre espectacularmente hermoso que conocías no podía ser tu admirador, bueno ya no lo podías seguir llamando así ya que lo estabas viendo.
-Tú- No pudiste decir más nada. El se ubico frente a ti sentándose en su silla.
-Si, yo.- Te sonrió y que hombre con sonrisa hermosa. Pero que estabas pensando, tenias un esposo en casa con tu hija y. . . Louis vino a tu mente, el recuerdo de su engaño te dejo hablar.
-Thomas, guao de todos en los que había pensado que fueran mis admiradores, tu no estabas allí.- La verdad es que no habías pensado muchos en las personas que posiblemente fueran tu admirador, pero tenias que decir algo.
-Me alegra, ya que tedi una sorpresa.- Tu asentiste y que sorpresa, pensaste.
-Pero no entiendo, tu eras mi jefe, eres el dueño de la Empresa y . . .- Thomas te interrumpió.
-Y no crees que yo este enamorado tuyo.- Lo miraste fijamente, si que era directo.
-Pero. . .- Te volvió a interrumpir.
-Desde que llegaste a la empresa, me llamaste la atención como nadie lo había logrado hacer, y no supe como acercarme a ti además de trabajo, se que tienes un esposo y unas hermosos hijos, pero la verdad quería que lo supieras.- Y no hubiera sido mejor decírtelo de frente, en la hora de trabajo, y ahorraría menos esfuerzo, y no hubieras dejado a Louis pensando lo peor de ti esa noche, pensaste. (Awww rayita siempre pensando en Lucho, que Amor)
-No sé qué decirte.- El mozo se volvió acercar para pedir la orden y el te pregunto si aceptarías cenar con él y hablar un rato, y tu aceptaste, pidieron la comida con la bebida. El mozo se fue no antes haberte vuelto a servir a ti y a Thomas otra copa de champagne.
-Gracias por aceptar cenar conmigo.- Tu sonreíste, no podías negar que Thomas era un hombre hermoso, sus ojos verdes mostraban un personalidad tranquila, su cuerpo moldeado reflejaba su trabajo en el gimnasio, su piel castaña se veía delicada y qué decir de su pelo un poco largo y su altura, un empresario con todas sus letras.
-No, debería agradecerte a ti por los regalos, las flores, la carta y esta invitación tan linda.- Sonreíste.
-Eso lo hacía porque quería, _________ eres una persona muy bella, las pocas veces que he compartido contigo en el trabajo, me han demostraron que eres aplicada, luchadora y sobre todo hermoso ser por dentro y por fuera ni decirlo.- Te sonrojaste un poco. –Y ese vestido te queda precioso por cierto.- Ahora sonreíste. Y pensaste seriamente cuando Louis te decía eso al salir, siempre era la misma rutina, pero por ahora no tenias en mente sacar las malas pocas cosas de Louis.
-Gracias.- Sonreíste. Tomaste un tu copa y al dejarla en la mesa tu teléfono sonó, rogaste porque no fuera Louis y para tu suerte no era Louis, era tu madre, pero que hacía tu madre llamándote a altas horas de la noche. Te preocupaste y atendiste después de disculparte con Thomas.
-Mama, que pasa… ¿Cómo? . . . Iré inmediatamente para allá.- Colgaste y miraste a Thomas, su cara mostraba preocupación por las palabras que acababas de pronunciar.
-Que paso?- Te pregunto tomando tu mano.
-Mi hija Ángela esta con su abuela, pero desde hace horas tiene una fiebre que no le pasa con nada, ya mi mama llamo a una ambulancia y tengo que llegar ahora mismo allá.- La zona en la cual estaba ubicada la casa de tu mama era pequeña por lo que las ambulancias asistían cual emergencia. –Lo siento de verdad, me estaba agradando tu compañía.- Te levantaste y Thomas te imito.
-Iré contigo.- Llamo al mismo mozo, cancelo la comida, y pago la cuenta. Te tomo de tu mano y salieron juntos del Restaurante.
-Espera Thomas, no es necesario.- Thomas detuvo el paso y te miro fijamente.
-No te dejare sola.- Volvió a caminar contigo, pidió su auto y el tuyo lo iban a dejar en tu casa el servicio privado del restaurante.
Thomas te abrió la puerta de su auto, entraste y volviste a llamar a tu madre, te dijo que ya estaban en el Hospital atendiendo a Ángela y tenía en sus brazos al pequeño Daniel. Al cortar te diste cuenta que Thomas manejaba sin rumbo, le diste la dirección del Hospital y se dirigió allí inmediatamente, no notaste cuando ya estaban fuera del hospital.
-Thomas. –El voltio lentamente. –Gracias.- Te le acercaste y le diste un beso en la mejilla. Bajaron juntos y se encaminaron hacia el pasillo principal del Hospital, preguntaste en recepción sobre tu hija y te dijeron que el Doctor la estaba chequeando. Caminaste junto a Thomas y divisaron a tu mama en la sala de espera, sentada y en su regazo dormía tranquilamente tu pequeño Daniel.
-Mama.- Se acercaron y tu madre se levanto lentamente y te saludo. Viste a Daniel.
-Está dormida hija.- Te le acercaste y besaste su pequeña frente.
-Ángela?.- Le preguntaste preocupada.
-La chequea el Doctor Sánchez.- Tu madre dirigió su mirada a Thomas. Ahhs te habías olvidado de él.
-Lo siento mama, el es Thomas, el dueño de la empresa en la que trabajo, y Thomas ella es mi madre.- Ambos se dieron la mano y se saludaron.
-Un gusto señora.-
-El gusto es mío joven.- Thomas se ofreció en comprarles algo y tu aceptaste.
-Y que haces con el hija.- Pregunto tu madre.
-Te recuerdas de mi admirador, bueno hay lo conociste en persona, quien lo diría.- Sonreíste y tomaron asiento.
-Oh que bien y Louis?-
-Louis mama, ahhs el me engaño, beso a su asistente y… no quiero hablar de eso ahora. Quiero saber de Ángela… oh mi niña.- Tu madre puso su mano en tu hombre dándote apoyo.
Thomas volvió con dos jugos naturales, se los entrego y se sentó al lado tuyo.
Un doctor un poco canoso se acerco a usted y pregunto por la paciente Ángela Tomlinson. Ustedes se levantaron de una vez.
-Soy su madre doctor.- Mencionaste con el corazón en la garganta. Thomas tomo cuidadosamente tu mano y tú la apretaste.
-Su hija tiene una inflamación en el lado derecho de su cráneo, debido a algún golpe fuerte, ya le hicimos los exámenes correspondientes y la dejaremos en observación por unos días.- Al escucharle decir eso al doctor diste un paso atrás inconscientemente, tu mundo dio vueltas y te sentaste de golpe. Thomas te ayudo.
-Es grave doctor.- Mencionaste entrecortadamente.
-Eso lo sabremos cuando estén listos mañana los resultados, y por ahora solo una personas puede pasar a verla, la niña esta despierta.-
Tu mama te miro y asintió, Thomas te ayudo a levantarte y te miro tiernamente. Le diste otro beso a Daniel que todavía dormía en los brazos de tu madre y te encaminaste con el Doctor hacia la habitación de Ángela, no antes de enviarles un ‘Gracias’ a tu madre y a Thomas.