Capítulo 13. Confesar

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Paso a paso Daniel se sentía muy mal, con cada célula de su ser gritando que escapara pero su corazón insistía en tranquilizarlo, diciéndole que no significaba nada su tan vergonzosa situación de antes,—aunque fuera mentira—pero el momento se repetía una y otra vez en su cabeza y él solo quería ir a un lugar sin daño.

Pero no en esta situación, no en este momento.

Los brazos alrededor de su pequeño cuerpo se aferraban con más fuerza abriendo viejas heridas. Pero aún así, Daniel no dijo nada, no quería, tenía mucho miedo. Posicionó sus manos llevados en su boca apaciguando sus gemidos, pues él creía que lo molestaría aún mas si seguía llorando. Los temblores en su cuerpo eran incontrolables. Si abría poquito su vista, Daniel creía poder ver el aura que emitía su alfa... Y no era agradable.

Sin más que pensar, sin nada que decir o aportar para salir de la situación espero su condena.

Las puertas de la gran habitación se abrieron en seco dejando a lo lejos un pequeño chillido de antigüedad. Las cosas que pasaban por la mente del pequeño Daniel eran horribles, todo indicaba que lo tomaría sin piedad golpeándolo hasta hartarse o lo volaría, una de dos. Reprimiendo un gemido de miedo, se escondió en el cuerpo del gran alfa suplicando por piedad.

El lobo no dijo nada, no tendría piedad en esta situación, pero antes de eso, tenía que aclarar algunas cosas.

—Daniel, ¿Sabes quién soy yo? —volvió a decir con voz seca y baja. Esta vez, Jack quería una respuesta, la exigía. El y su lobo no querían dañar a su luna pero no queda de otra. Aunque responda no la iba a tener fácil. El pequeño en sus brazos dejó de llorar pero la respuesta no llegaba, no salía de sus labios — Lo repetiré de nuevo... ¿Sabes quién...

—El rey.

La pregunta quedó suspendida en el aire dando paso a su respuesta. No había indicio de duda, y no la necesitaba. Daniel lo sabía pero no quería confirmarlo, no quería sentirse alejado del alfa, no quería tenerlo miedo y no quería sentirse menos junto él. Por un pequeño lapso de tiempo, el pequeño omega confirmó que a su lado era todo menos basura.

Por la mente de Jack no había nada, no pensaba en nada más que lo anterior vivido. Por sus venas le recorría la ira, como una vieja amiga, como el aire a sus pulmones. De echo, no era extraño, no lo consideraban malo, el y su lobo hervían en celos, impotencia, enojo y suplicaba por  muerte. ¡Nadie podía mirar de esa manera a su luna! ¡Nadie! Y no lo permitiría.

—Lo sie-lo siento mi rey... Perdóname— soltó a llorar Daniel sin ganas de retenerlo. La tristeza, la misma debilidad recorría su cuerpo. Su mismo corazón amenaza con dejar de latir si no hacía algo, si no decía algo. Sus manos se aferraron con fuerza al alfa y con mucha desesperación buscó su rostro. — por favor...

—Daniel...

—No me-no me odies, no me alejes de ti... Por favor mi, mi rey.

Su voz se perdía en un hilo, se cortaba y no parecía mejorar. Moría sus palabras al tratar de hablar. Sus ojos eran un desastre, estaban muy hinchados de tanto llorar y de suplicar. No quería separarse de él y eso era un hecho o sino moriría.

—No me...

—¡Callate Daniel! —gritó Jack.

—Yo no, yo ah... No Ja-Jack. —insistió Daniel muerto de miedo.— Por fa-vor... ¡Ah!

El pequeño omega cayó en la cama y con mucho miedo de su posición intentó con sus brazos arrastrarse para atrás. Jack no lo dejó reteniendo sus tobillo y jalando lo bruscamente de bajo de el, sin oportunidad de correr, sin escape.

—¿Qué esperas de mi pequeño?—levantó su mirada con sus manos y observó sus ojos azules empapados en lágrimas — ¿Qué crees que hiciste que merezca mi perdón? —Daniel tragó saliba, el alfa no demostraba nada con su mirada y su voz no tenía ni una pizca de humor, —como solía ser— haciendo más difícil la situación. Sólo suplicaba que no pasara nada.

—Yo...

—No lo sabes. —afirmó arrastrando cada palabra.

Daniel mostró una expresión lastimada y soltó en el proceso algunas lágrimas. Con mucho dolor en su pecho, intentó rehuir de su mirada acusadora y alejarse. Pero como siempre, Jack no se lo dejaría fácil. Agarrandolo del cabello tiró de el y lo acerco a su rostro.

Ante tal acción Daniel intenta reprimir su llanto y dolor, desea continuar con su respuesta.

—Tu...tu te, te...

—¿Qué? —dijo Jack apretando más su cabello.

Daniel reprimió un gemido de dolor y prosiguió.

—Te-te doy pe-pena... —dijo con mucho dolor, tanto físicamente y emocionalmente — ¡Te doy pena! —volvió a decir con voz segura y lastimera cerrando sus ojos en el proceso.

El silencio volvió a reinar y la fuerza ejercida en sus cabellos también cesó pero no lo soltó. Del alfa no hubo respuesta y el omega no abrió sus ojos por temor al ridículo implorando por su silencio, solo seguía temblando y llorando.

Lo había dicho, lo había dicho.

Daniel pensaba que la causa de su enojo era porque Jack no lo aceptaba como su pareja por ser vampiro, y no un vampiro cualquiera, sino uno defectuoso. Tal vez el alfa no quería que llamara la atención en el baile y por eso enojó, ¿y si Jack no lo quería realmente? ¿Si solo pretendía enfrente de todos? Y aunque lo que había pensado le dolió, no podía pensar en otra cosa, no había otra respuesta en su mente y corazón.

Oh, cuan equivocado estaba...

Daniel...¿Quién te dijo eso?—preguntó Jack interrumpiendo sus pensamientos, pero el omega no quería contestar.

Con la poca fuerza que le quedaba intentó rehuir de su agarre pero como cualquier omega, era débil. Jack adelantándose a sus movimientos volvió a hacer presión en su agarre provocando las súplicas de su pequeño omega.

—¡¡Contesta maldita sea!! De dónde sacaste esa estupidez ¿¡eh!? —Daniel rompió en llantos y gemidos de dolor que Jack ignoró y continuó.

—Yo...yo ¡ah! Mi rey... Me, me lastimas...

––¡Contesta!

Con la garganta carraspeada y agotada de tanto lloro, solo salían balbuceos. La presión en sus cabellos era dolorosa y el ambiente sofocante, de su mente se colaba punsantes dolores que se estendian por todo su cuerpo dejándolo sin fuerzas.

—P-por ah, por fa-favor Jack.—suplicó con su último aliento.

Vio como su omega perdía el conocimiento después de lo ultimo dicho y eso lo alarmó de sobre manera.

—¡Maldita sea! —exclamó Jack.

El pequeño cuerpo de Daniel se ha  desplomado en sus brazos de tanta presión. Y solo podía oír a lo lejos una voz desesperada sin llegar a reconocer lo que decía. La imagen de él alfa se difuminó precipitadamente y solo quedo el vacío.

Lo siento...Jack.

¡Hi criaturitas! , ¿Cómo están? 🐇

🐣Primeramente quisiera darles las gracias por su gran apoyo a esta historia que empezó en mi loquero de un mundo omegaverse con lobos y vampiros. 💖💖💖🐙🐙🐙😍😍😍
Y ¿a quién no eh? Pero bueno. Muchas gracias.

🐣 Me disculpo por las posibles faltas de ortografía y mi manera tan pobre de expresarme... ¡¡¡Necesito más feelings!!! Lo se pero ahí la llevo...creo.

Bye bye. 🐼🐼👑











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