Si el pecho no le doliera por tan repentino rechazo del alfa que lo quería todo el tiempo pegado a el, tal vez, solo tal vez... Podría entender a la mujer que tenía en frente.
—En otras palabras mi Luna, eres automáticamente la reina de la especie cambia formas.
La joven explicaba cada detalle de su unión mientras varias mucamas entraban y traían consigo telas, joyas, fragancias y hasta lencería. Pero Jack se había ido hace unas horas dejando a un dolido omega muy triste y confundido.
Simplemente todo lo que ocurría alrededor no le importaba.
—Las celebraciones de la realeza son muy extravagantes y grandes.—continuó.
El castaño no supo en qué momento dejó de pasar aire a sus pulmones, en que momento sus sentidos fallaron y lo aislaron de todo. En el creció la necesidad de buscar y encontrar, de correr y parar, de tocar y abrazar, de sentir y besar...
—Usted debe estar consciente que habrá muchos invitados de honor a los cuales impresionar.
Daniel entró en pánico y el aire le faltaba, no quería oír a la señorita decir nada, no le importaba. Solo quería a Jack...
Necesitaba a Jack.
—¡Ah! El baile mi Luna—-Daniel reaccionó—. ¡Se hará esta misma noche con un enorme banquete y los más poderosos vampiros y cambia formas del mundo estarán presentes!—exclamó con gran orgullo y alegría que a Daniel se le drenaba por los poros.
Sus ojos se humedecieron pero no soltaba ninguna lágrima, su respiración era irregular pero no lo demostraba. Ya no quería saber nada, no quería oír a nadie. Los nervios se apoderaron de él, al igual que el temor; en su pecho creció un vacío tangible que amenazaba con matarlo.
Daniel levantó su mirada de agonía y dolor hacia la mujer en frente suyo. Y pudo ver que la joven era hermosa y con bastantes curvas, con bonitos rasgos y finos labios. El castaño no pudo evitar compararse con ella.
Dirigió su mirada a las mujeres que van e iban, de un lado para el otro, afuera y adentro; trayendo y dejando. Su mirada se contrajo en una mueca triste y bajó su vista a sus manos.
Vaya...son igual de hermosas.
Y ante ese pensamiento se le vino otro aún más triste y sofocante.
¿Serán del gusto de Jack?
—¿Mi Luna?—preguntó divertida la joven en frente suyo.
Daniel dio un brinco de temor y levantó su mirada enrojecida y sus ojos húmedos dejando bajar imperceptibles lágrimas en el proceso.
La mujer enternecida e dándose una idea de lo que pasaba por su mente decide proseguir acercándose e incandose a sus pies. Tomando en el proceso sus manos y llevándolas a sus labios, —impresionando a Daniel—y con una sonrisa en el rostro le dijo: En el corazón de su amado solo habita usted, mi luna, y siempre será usted.
Daniel impresionado y un poco avergonzado por su anterior pensamiento dice un pequeño perdón agachando su cabeza y tapando su cara con sus manos mientras todas las mujeres ahí presentes no pudieron reprimir un ronroneo y una gran sonrisa en sus rostros. Todas en esa recamara estuvieron de acuerdo que aquella criatura era el más precioso ser en esta tierra y una de las más grandes ternuras jamás hayadas, y para quitar el dolor y soledad que su alfa le provocaba en su ausencia empezaron una amena charla entre ellas y en el proceso, incluyeron al pequeño omega. El tiempo pasaba rápido y se sentía menos pesado, pero el dolor ahí seguía, la soledad ahí seguía, la necesidad de verlo ahí seguía.
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Gran diferencia (Yaoi)
Loup-garouHombres lobos y vampiros. Hostiles criaturas, orgullosas y fuertes. Ambas en conflicto pero se han empeñado en convivir cientos de años. En estas conflictivas razas están los alfas y omegas, ya sea hombre o mujer. Con el paso de los tiempos, la rel...