Parte 18

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LAUREN POV

Ya estábamos en el restaurante al que había invitado a Camila a almorzar. Cuando llegué por ella a la Facultad, lo único que hizo fue abrazarse a mi cuello y susurrarme un "lo siento". Primero no entendí muy bien a qué se refería, sin embargo haciendo memoria recordé el reclamo que me había hecho cuando le dije que estaba con una amiga, y supuse que se refería a ello.

Sólo atiné a decirle "No pasa nada, pequeña" y a darle un beso en el lateral de la cabeza, porque con ella era todo así, sentía una extraña necesidad de besarla a cada instante, y no sólo me refiero a besos pasionales, sino a los besos que transmiten ternura y seguridad.

Después de que presenté a Nicole con Camila, ambas se cayeron muy bien y es que, no querer a Niki era imposible. Camila y yo coincidimos en que la pequeña nos acompañe en el almuerzo, y me permití imaginarnos a todas como una pequeña familia.

Yo quería darle a mi hijo, a Camila y a Niki, todo lo bueno que el mundo tiene por ofrecer. Y aunque la abuelita de la pequeña se negara a recibir mi ayuda, la recibiría. El próximo año, antes de que inicie el año escolar, hablaré con ella para que Nicole estudie en un buen colegio.

Pero ya tendría tiempo para pensar en eso. Por ahora disfrutaría el momento que estábamos compartiendo las tres. Bueno, los cuatro, porque el bebé también cuenta y ya en pocos días sabremos si será niño o niña y podremos buscar un nombre para poder referirnos a él o a ella con propiedad.

Yo había pedido una ensalada, Camila había pedido una pizza y una lasagna y Niki había pedido una pasta que ponía en una de las fotografías del restaurante. Cuando nos sirvieron la comida, Niki no podía comer los fideos porque no sabía cómo se enrollaban, entonces Camila dejó de comer para darle de comer a Niki y limpiarle la cara con las servilletas, pues en sus pocos intentos se había manchado.

- Así Niki, mira, es de este modo- tomó un poco de fideos con el tenedor, los enrolló y lo llevó a la boca de Nicole, y puso la otra mano casi debajo del mentón para que en caso cayera alguno, lo hiciera ahí y no en la ropa de la pequeña.

Una vez que Nicole termino de pasar la comida le dio las gracias a Camila, quien ya tenía otro poco de fideos en el tenedor para seguir dándole en la boca y yo simplemente no dejaba de mirarlas. Gestos pequeños como ese me hacían pensar que mi hijo no pudo tener una mejor madre que ella.

- A ver, Niki, abre la boquita- y Nicole obedeció a lo que le dijo Camila, mirándola con tanta adoración como yo lo estaba haciendo.

- Estás bien, Lern?- me dijo Nicole cuando terminó de masticar. Es que yo había dejado de comer para contemplar  el espectáculo que tenía ante mis ojos, el de Camila y su lado maternal aflorando.

- Ah? - dije carraspeando- sí sí, estoy bien- Camila giró para mirarme y se sonrojó, sabía que la estaba mirando a ella probablemente, y que esa había sido la causa de la pregunta de Nicole-. Te está gustando la comida, pequeña?- le pregunté sonriéndole.

- Sí, Lern. Está muy rico, y Cami me está ayudando- dijo Nicole sonriendo y aplaudiendo con sus manitas, como era habitual cuando estaba muy contenta.

- Qué bueno que te guste, Niki- y en eso miré de reojo a Camila, que veía embobada la interacción de nosotras.

La comida continuó, y Nicole y yo tuvimos que esperar a que Camila acabara -lo que no demoró mucho, por cierto-, pues primero había estado ayudándola a comer. Al salir y antes de ir a dejar a la pequeña con su abuelita y antes de Camila a donde Ally, pasamos por helados y ahí descubrí que el plátano era su fruta favorita.

Unexpected baby! (Camren G!p) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora