Jugadas Del Destino © | Camila Cabello

Capítulo 33

Temas triviales abordan nuestro recorrido, la curiosidad de la morena abandonando el cautiverio antes de expresar un febril interés sobre la historia de mi vida, permitiéndome oportunidades para devolver aquellas preguntas, convirtiendo así nuestro recorrido en una auténtica travesía deslumbrante.

— ¿Prefieres a las bananas, o a mí? — pregunto con diversión, aparcando frente aquella casa. La genuina risa de Camila mientras retira su cinturón, provoca la mía.

— Definitivamente a las bananas — responde al descender del vehículo, una carcajada abandonando mis labios antes de aplicar el seguro del auto.

— ¡Ay, eso dolió! — recrimino, una mano reposando sobre mi pecho dramáticamente mientras me sitúo frente a ella, sus ojos entornados inspeccionándome con gracia. — Aguarda aquí, solo será un momento — aviso amable, dejando un beso en su mejilla antes de girar en dirección al pórtico del lugar.

— Hola Gianna — saluda con emoción la mujer en cuanto abre la puerta, dedicándome un fugaz abrazo. — No esperaba tú visita a ésta hora — la confusión se filtra en el gesto de Claire antes de observar a mi espalda.

— Vine por el chiquitín — susurro, la gracia en mi voz abriéndole paso a las leves risas de la mujer antes de perderse de mi vista.

— ¡Gianna! — exclama un eufórico Alex, sus apresurados pasos deteniéndose en cuanto sus pequeños brazos rodean mis piernas.

— Hola campeón — respondo, dejando múltiples besos en el rostro del castaño antes de notar sus mejillas carmesí. — Camz — llamo la atención de la mujer que se mantiene apoyada en el auto, mirando la escena enternecida mientras sus manos se mueven, una nítida señal de nerviosismo.

La fugaz seña de mi mano predispone a la morena dirigirse hasta nuestro sitio con timidez.

— Ella es Claire — presento con un gesto.

— Un gusto, Camila Cabello — responde sonriente, estrechando la mano de la mujer.

— Y éste pequeño, es Alex — las cosquillas que dejo sobre el castaño provocan su rostro oculto en mi cuello, la impresión abordando el gesto de Camila furiosamente.

— ¿Tú hermano? — masculla con timidez, como si aquella rubia mujer no pudiese escuchar sus palabras.

— Sí Camz, él es mi hermano — afirmo en cuanto nuestras risas cesan. — Alex, ella es Camila — susurro en el oído del pequeño, una risa escapa de sus labios antes de encarar a la morena.

— Hola — responde con timidez, enternecida Camila nos observa.

— Hola pequeño — dice sujetando su pequeña mano, Alex esconde automáticamente su rostro de vuelta antes de reír.

— Es muy bonita — masculla el pequeño en mi oído, inaudible a las mujeres frente a nosotros.

— Lo es — argumento, dedicándole una mirada a mi novia. — ¿Podría robármelo unas horas? — pregunto a Claire, quien se mantiene sonriente ante la escena.

— Por supuesto, pero no lleguen demasiado tarde — advierte con severidad, el asentimiento que escapa de ambos inmediatamente provoca una risa en ambas. — Ha sido un gusto Camila — comenta amable con una sonrisa.

— Igualmente — responde la morena antes de entrelazar nuestras manos. La confusión abordando el gesto sonriente de Claire provoca mi sonrisa cargada de nerviosismo antes de dirigirme al auto en compañía de Camila y Alex.

— Debido a que no tengo un asiento adecuado para ti aún, irás con Camila — informo al pequeño, el tono carmesí abordando furiosamente sus mejillas al observar a la morena a mi lado. — Parece que le gustas — susurro a Camila, ascendiendo en el auto entre risas antes de tomar al pequeño, ubicándolo sobre sus piernas.