Jugadas Del Destino © | Camila Cabello

Capítulo 2

Lunes. Ése particular día en tú semana que deseas desaparecer. El molesto sonido de la alarma consigue volverse más irritante con la reciente información, provocando mi amargo despertar.

Tomando una ducha, los recuerdos de anoche vienen como olas a mi mente, sintiendo ése particular nerviosismo acercarse, la frustración se hace presente. Al terminar, tomando mi ropa previamente escogida decido bajar las escaleras para tomar el desayuno, recibiendo una llamada a mitad del trayecto hacia el comedor.

— Bueno — contesto a medias, al no haber observado el identificador de llamadas.

— Gianna cariño, soy yo — reconociendo la voz al otro lado de la línea solo puedo detener mis pasos y abrir mi boca en sorpresa.

— ¡Mamá! — exclamo con alegría. — ¿Cómo están?, ¿cuándo vuelven?, los extrañamos demasiado — digo con rapidez, consciente de cómo mi vista se nubla.

— También las extrañamos demasiado cielo, tú padre y Chloe están aquí — dice mientras escucho algunas voces de trasfondo. — Es Gianna, saluden — escucho nuevamente a mi madre.

— ¡Gia, te amo! — escucho el grito de mi pequeña hermana, lucho por contener las lágrimas. — Te extraño mucho, y a Liz también — completa, la tristeza tiñendo su dulce voz.

— Chloe, te aseguro que ambas te amamos y extrañamos mucho más pequeña, espero verte pronto — respondo con lágrimas en mis mejillas. Hacía semanas que no veía a mis padres y mi pequeña hermana de tan sólo cuatro años. Negocios de mis padres.

— No llores Gia, me harás llorar — escucho a mi padre con voz débil. — Las adoramos y nos hacen muchísima falta, pronto volveremos a casa con una gran sorpresa cariño — finaliza lleno de emoción, provocando mi risa aun cuando las lágrimas continuaban en mi rostro. Bipolaridad.

— Los amamos papá, espero vuelvan muy pronto — digo completando mi recorrido, avisando fugazmente a Lisa y mi hermana con quienes sostengo la llamada, provocando una eufórica respuesta en la última.

— ¡Oh por dios! — exclama Elizabeth una vez que el teléfono está en altavoz. — Los extraño tanto, quiero verlos ya — continúa exclamando mientras Lisa y yo reímos.

— Buenos días señor y señora D' Amico, espero que estén muy bien y tú también pequeña Chloe, los extrañamos un montón — dice Lisa emocionada, segundos después escuchándose la risa de Chloe a través de la línea.

— Nosotros también Lisa, en unos días estaremos allí, cuida bien de ése par — dice mi madre con gracia, provocando una protesta de nuestra parte.

— ¡Eh! — exclamamos al unísono Elizabeth y yo, riendo después junto a Lisa.

— Chicas, las dejaremos, que tengan un excelente día, las amamos — dice, a través de los pequeños parlantes escuchándose el sonido de un beso.

— Adiós — respondemos, finalizando después la llamada.

— Buenos días nana — digo con una honesta sonrisa.

— Buenos días cariño — responde de la misma manera. — El desayuno está listo, Joseph las espera en el auto — anuncia antes de desaparecer para comenzar con sus tareas diarias.

Al finalizar el desayuno, con una despedida a Lisa ambas tomamos rumbo a la camioneta donde se encontraba Joseph, quien nos esperaba pacientemente. El camino se hizo más corto de lo esperado a causa de las melodías a través de los parlantes, minutos antes realizando una parada en el instituto de Elizabeth, finalmente Joseph aparca en el estacionamiento de la universidad.