Capítulo 15

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Llevaba alrededor de diez minutos observando el infinito espacio en mi techo, sintiendo en la aún madrugada los pensamientos inundando los confines de mi memoria, corazón y alma, creando y deshaciendo escenarios hasta que los leves toques en mi puerta logran disuadir todo aquello. Con pereza camino hasta la puerta, dejando la mitad de mi cuerpo detrás de ésta al girar la perilla, observando a mi madre con una cálida sonrisa mientras atraviesa mi habitación.

— Buenos días cielo — saluda la mujer castaña con el mismo gesto.

— Buenos días mamá — respondo dándole un abrazo fugaz antes de dirigirme rápidamente a la ducha, no sin antes tomar la ropa del armario y notar a mi madre tomar asiento en mi cama. Después de un determinado tiempo logro salir de la habitación, con una toalla en mis manos envolviendo mi cabello. Mi madre observando la habitación con un gesto indescifrable provoca la pregunta que sale de mis labios.

— ¿Estás bien? — la mujer me mira atenta, sonríe y asiente, dejando unas palmadas a su lado indicando que me siente.

— Recuerdo cuando eras una pequeñita corriendo por todos lados, la razón por la que siempre traías moretones en el cuerpo — comenta mirándome tal y como los recuerdos venían a su mente, provocando una risa en ambas.

— No era tan inquieta mamá, Elizabeth pudo superarme — respondo entre risas, ella asiente ante mi comentario.

— Viajaremos a Venezuela — anuncia, obteniendo una mirada sorpresiva de mi parte por la repentina noticia.

— ¿Por qué?, ¿está todo bien? — pregunto, una ligera preocupación tiñendo mi voz mientras me pongo de pie hasta llegar al tocador, tomando el cepillo para mi cabello.

— Debemos resolver algunos asuntos referentes a la empresa, preparar algunos documentos — explica mirándome a través del espejo. — Regresaremos en tres días, tienes que cuidar de tus hermanas y por supuesto de ti — añade sonriéndome.

— Sabes que cuentan conmigo — respondo devolviendo el gesto, mientras doy la última cepillada a mi cabello la mujer se levanta en dirección a la puerta.

— Te esperamos para el desayuno cielo — menciona antes de irse, notando que aún continúo sin calzado y mi pantalón desabrochado. Camino despreocupadamente hasta mi armario en busca de mis zapatos.

El desayuno se fue en un abrir y cerrar de ojos, mis padres revelando la noticia de su viaje a mis hermanas quienes lo aceptaron sin problemas, minutos después me encontraba tomando mis pertenencias para dirigirme a la camioneta junto a Elizabeth.

— Gianna — escucho una familiar voz detrás de mí en cuanto avanzo por los pasillos de la universidad.

— Hola chicas — saludo notando a Leah en compañía de Olivia.

— ¿Tienes contabilidad ahora? — pregunta curiosa Olivia.

— De hecho voy hacia allá —

— Nosotras también — comenta la pelirroja mientras se unen en mi camino al salón de contabilidad.

Un par de horas después, sintiendo que mi cerebro no puede procesar más información, la campana resuena en toda la estancia, consiguiendo que todos los alumnos presentes tomen sus cosas de manera apresurada para dirigirse al comedor, mis compañeros y amigas uniéndose en la caminata con el grupo de personas.

— Gianna — llama mi atención nuevamente Leah unos segundos después de tomar asiento en la gran cafetería, sacándome de la nube de pensamientos creciente sobre la morena de ojos chocolates. — Kyle nos contaba que conduces motocicletas, ¿es cierto? — no pasa desapercibido para mí el atisbo de emoción y admiración en sus palabras.

Jugadas Del Destino © | Camila CabelloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora