Confesiones

Capítulo 8

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-Tsukki…- Murmuró Yamaguchi desde su lugar en el kotatsu y con la espalda recargada en la cama.

-Uhm.- Respondió desde la cama, donde leía un manga.

Tadashi se dio la vuelta para verlo más directamente.

-¿Te molesta que Akiteru piense que somos novios?

-La pregunta correcta es “¿cuándo no me molesta cualquier cosa que Akiteru haga o piense?”.

-Eres muy duro con tu hermano.- Regresó su atención al puzzle que armaba sobre la mesa.

-Nah.-  Gruñó.

-¡AJA! -La puerta se había abierto repentinamente y Akiteru se asomó sin avisar.- ¡Los he atrapado teniendo sexo!

-¿Ah si? -Murmuró Tsukki desde la cama, volviendo a leer el comic.

-¡Woah! ¡Tsukki, debiste decirme para poner más atención! -Rio Yamaguchi desde el suelo, moviendo otra ficha de su juego.

-Son unos pesados.- Dijo Akiteru entrando de lleno al cuarto y poniendo una bandeja con un pastel de fresas y té en la mesa.

-Si realmente nos encontrarás teniendo sexo ¿Estarías feliz?-Le preguntó su hermano.

-¡Mucho!

-No sabía que tenías esa clase de fetiche Akiteru… -Yamaguchi le ayudó a poner las cosas en orden.

-Que incomodo es escuchar eso… ¿Ves Yamaguchi? Por eso me molesta mi hermano.

-Sigo aquí ¿sabes? -Akiteru gruñó infantilmente. - ¿Cuándo dejaste de ser adorable?

-Nunca lo he sido…

-¡Claro que si!

-¡AH! ¡Claro que si lo eras Tsukki! -Añadió su amigo.

-¿Ven? -El mayor empezó a servir rebanadas de pastel para tres personas.- Por esta clase de cosas no puedo no verlos como potencial pareja.

-Cállate Akiteru.- Se levantó de su lugar y se sentó con ellos bajo el kotatsu.

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